-Esto es lo mejor que pude hacer
Me dije a mi misma a la vez que suspiraba al haberme terminado de vestir frente al espejo, por enésima vez me mire de pies a cabeza buscando algún defecto en la ropa que haya pasado por alto. Al no encontrar ningún defecto, lo único que faltaba era saber que realizar con mi cabello rubio; juegue con mi cabello y manos por unos instantes buscando el peinado correcto para el estilo que llevaba ese día. Me observe detenidamente desde diferentes ángulos en busca de que tanto outfit y peinado se vieran equilibrados. Después de realizar ridículos gestos y de jugar muy estúpidamente con mi cabello simplemente opte por amarrármelo completo en una coleta de caballo alta para enseguida realizar chongo dejando libre tanto mi fleco y algunos mechones más. Aún no puedo creer que esta soy yo. Pensé analizando nuevamente a la chica que se reflejaba en el espejo frente a mi. Agite un poco mi cabeza buscando alejar mis dudas nuevamente, ya había acabado de arreglarme y era momento de salir a enfrentarme a la vida nuevamente. Respire hondo, mantuve unos cuantos segundos mi respiración para a continuación liberarlo calmando así mis nervios. Es hora. Antes de tomar la mochila, que previamente ya había preparado con todo lo necesario para la escuela, decidí darme un ultimo repaso en el espejo; cabello rubio al cual se le hacían naturalmente unas ondas muy bonitas, ojos azul niquelado como los de mi padre, un color durazno en piel, más o menos de la altura de mi hermano y delgada... Solo espero no verme como un bicho raro. Rogué en mis pensamientos al sentir sensaciones extrañas en el estomago, supongo, los nervios. La ropa se ve bien pero, ¿Es la ropa correcta para la escuela? Me cuestione por ultima vez al ya resignarme a que esto era lo mejor que podía hacer por ahora. Suspire.
-Correcto, dejemos de pensar o terminare retrasándome bastante.
Hable para mi a la par que me colgaba la mochila en uno de mis hombros, ya lista, me dirigí a la salida de mi habitación esperando lo mejor para el día de hoy. Al salir de mi habitación y bajar las escaleras, tome rumbo directo al comedor donde al entrar ya se encontraban en él tanto Adrien y Nathalie. Adrien se encontraba bebiendo un poco del zumo de naranja que había a un lado de la bandeja de su desayuno y Nathalie se encontraba a su lado, de pie, leyendo detenidamente lo que se encontraba proyectado en la pantalla de su tablet.
-Buenos días - Salude a su vez que tomaba mi lugar, ya listo junto con mi desayuno, en la mesa a mano izquierda de Adrien.
-Buenos días - Respondieron de forma cortés tanto la pelinegra y el rubio de la sala
-Vaya outfit que llevas hermanita - Comento Adrien dejando su vaso en la mesa para en seguida tomar sus cubiertos y así comenzar a deleitar sus hotcakes.
-¡¿Se ve mal?! ¡¿Es demasiado?! - Pregunte apresurada una vez que había dejado mi mochila en el suelo justo a mi lado izquierdo y en seguida tomar mis cubiertos. No pude apartar la mirada de mi mellizo ningún momento esperando su respuesta.
-No, claro que no, ¿Por que dudas? - Respondió antes de llevarse un bocado a la boca, sin embargo, su respuesta no me convencía del todo.
-Porqué tengo derecho a dudar...- Conteste primero su pregunta para segundos después volver a preguntar- ¿Seguro? - La diversión en la cara de Adrien era bastante notoria, la duda me carcomía bastante, de repente la mirada de Adrien recayó encima de mi nuevamente, pero esta vez transmitía seguridad de ella.
-¡Claro! Cada quien tiene su propio estilo, hoy creaste el tuyo y se te ve genial. No tienes el porqué preocuparte. Únicamente mantente enfocada en desarrollar tanto tu personalidad y tu estilo, que no te importe el que dirán, tú eres tú y es lo único que importa- Tanto sus palabras y sonrisa causaron un efecto de alivio total en mi, por lo cual, opte simplemente sonreír de forma leve revelando, aun que sea poco, que sus palabras habían causado un buen efecto en mi.
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¿Destinados? || Luka Couffaine x Oc ||
FanficEl mundo de la familia Agreste cada día se vuelve más complicado pero el destino quiere darles una segunda oportunidad de enmendar los errores. La hermana que Adrien había "perdido" en un accidente cuando apenas ambos tenían siete años finalmente de...