MANIAC | Jacob Black

Capítulo 18 | Harry

Annie

Dicen que nadie muere nunca, que mientras las personas sigan hablando de nosotros, compartiendo las cosas que hicimos en vida; nunca moriremos, al menos es lo que mi madre me dijo luego del fallecimiento de mi abuela hace años.

Hoy más que nunca entiendo que eso tiene un poco de verdad, al igual que un poco de mentira, ya que en unos años mis hijos escucharán las historias que yo les contaré, se enteran del mundo sobrenatural, sabrán que soy una persona extraña, porque pareciera que ni con los vampiros y los lobos encajo, soy mitad lobo, eso está claro, pero no soy vidente, no se que es lo que soy, solo se que cada vez que cierro los ojos puedo ver a una persona de ojos rojos y piel blanca respirando en mi rostro, preparado para matarme, y estoy aterrada.

Aterrada de la idea que que hoy alguien muera, de que alguien que estimo me abandone para siempre. Vamos a encarar a Victoria, pero siempre puede salir algo mal, no sé mucho de la tal Familia Rott, pero si se que son peligrosos, la última semana han estado llegando cartas para mí padre de una tal Mirana. Solo se que no es buena señal.

El vestido negro se ajustaba a mí figura mientras veía a los integrantes del consejo consolar a Sue Clearwater. Si, no fuimos lo suficientemente rápidos, la maldita pelirroja le provocó un infarto mientras la perseguimos por el bosque.

¿Qué qué hacía Harry en el bosque?

Al parecer Bella le dijo a su padre que había lobos de un tamaño descomunal atacando a las personas, y ahora el sheriff nos está cazando.

Que lindo ¿Verdad?

Mi pesimismo no ayuda en nada, pero estoy segura que uno de nosotros va a acabar muerto tarde que temprano.

Mire a Leah en la esquina, tenía un vaso en la mano y la mirada perdida, me di cuenta de la mierda de amiga que había Sido durante los últimos meses, la dejé de lado por mis problemas sobrenaturales.

Me acerque a ella con una sonrisa empática, pero ella no levantó la mirada, enchueque la boca y le di un golpecito en el hombro de juego.

— Hey — la llamé

— ¿Qué? ¿Ahora tienes tiempo para ser una amiga? — le dió un sorbo a su bebida — ¿Dónde carajos estabas Anastasia?

— Es algo que no puedo explicar — jugué con mis manos — Pero te puedo jurar que estoy aquí para ti

— Se fue Annie.. — sus ojos se cristalizaron — Se fue y... no puedo, no lo volveré a ver

— Ven aquí — la abrace — Tu padre está aquí contigo, nunca se irá mientras lo recuerdes

— Para ti es fácil decirlo, nunca te apegas demasiado a las personas — me abrazó más fuerte — a veces eres muy perra

— Pero recuerda que soy una perra..

— ...decente — ambas reímos — vámonos, no quiero estar aquí más tiempo, es deprimente.

•••

Veía mi celular sin nada más que hacer, tengo entendido que Isabella se tiró del acantilado momentos antes de la muerte de Harry, de hecho en estos momentos Jacob está en su casa, al parecer ella es o muy tonta o muy frágil para no poder ir a casa sola en su camioneta.

Papá recibió una llamada hace un rato, está preocupado, al parecer está completamente obsesionado con estar en comunicación con los Rott, necesita sentirse en control porque si no ocasionará otro de sus ataques de nervios.

Mire el otro lado de mi habitación, ahí estaba Mactzil durmiendo plácidamente, y es entendible, son las tres de la mañana y yo no concilio el sueño, me levanté de mi lugar y camine hasta la cama de Mac, tenía un collar colgado, tenía forma de estrella o algo así parecía. Tenía inscripciones en latín, pero no las supe traducir, lo toqué y de repente...

Las imágenes comenzaron a aparecer, las voces empezaron más fuerte que nunca.

Solté un grito desde el fondo de mi garganta, alguien iba a morir.

Mac iba a morir

Lo peor es que no sabía el porque.