Padre e hija

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-Estoy embaraza, Merlon-.

-Eso es... Pues... Felicidades- sonrió una versión joven de aquel amable anciano.

-No es de William- agregó la mujer- pero le diré que lo es- agregó con seriedad- Oliviet necesita un heredero, lo intentamos tantas veces, que creí que yo era quien no podía quedar en cinta- suspiró con calma- aun así, necesitaba que su verdadero padre lo supiera-.



-Espera, espera, espera- lo detuvo Vegetta- ¿Gaia es... tú hija?- preguntó incrédulo mientras el anciano asentía.

Estaban en la parte superior del búnker de Vegetta y Rubius, habían inspeccionados de arriba abajo asegurándose que se encontraban completamente solos. Había mucho de qué hablar y aquel era el lugar más seguro para hacerlo, al menos de momento.

Luzu, Alexby, Rubius y Vegetta estaban sorprendidos por lo que acababan de escuchar. Gaia era la hija de Merlon, eso explicaba porque se conocían los dos y porque el anciano era cercano a ella.

-Entiendo su sorpresa, jóvenes- dijo el anciano dejando escapar una risilla- pero soy hombre y en mi juventud tuve mis necesidades como todos- agregó- y también me enamore de Meredith, la madre de Gaia, pero había un problema ella estaba casada y a pesar de nuestra pequeña aventura de una noche, ella no dejaba de amar a su esposo, el rey de Oliviet-.

-En pocas palabras, la reina te usó para quedar embarazada- sentenció con seriedad Alexby.

-¡¡Alex!!- lo reprendió Luzu por aquel comentario. El menor dejo salir su característica risita mezclada con nerviosismo.

-Alexby no se equivoca- dijo el anciano negando con su cabeza mientras les sonreía tranquilamente- Meredith me lo pidió, fue hasta después de... hacerlo, que me enamoré de ella- confesó.

Gaia fue concebida para ser la heredera de Oliviet, así no haya sido un acto de amor, por lo que Merlon les contó fue una pequeña muy amada por sus padres, responsable, carismática y educada, entre muchas otras características como la testarudez proveniente de ese afable anciano en sus días de juventud.

-¿Siempre estuviste en contacto con ella? ¿Ella es diferente ahora que antes?- preguntó Vegetta abruptamente.

Merlon lo miró extrañado- nunca estuve en contacto estrecho con ellos, Meredith me enviaba una carta al año con una fotografía para ver cómo seguía- dijo con calma- pero si tú pregunta es, si ella sabe, la respuesta es no, Gaia no sabe que soy su padre y no es necesario que lo sepa-.

-¿Por qué no?- inquirió Rubén.

-Fue una promesa con su madre, no era necesario que ella lo supiera, tampoco tenía sentido, porque yo soy en parte el encargado de cuidar Karmaland- respondió.

-¿El rey de Oliviet lo supo?- preguntó Luzu con curiosidad.

-Si, al final terminó enterándose, era lo correcto de todas formas- confesó- pero aun así, me consta que amó a Gaia toda su vida-.

-¿Gaia te dijo lo que había pasado con su hogar?- preguntó Luzu otra vez- cuando la conocí me dijo que su reino fue destruido y que solicitaba nuestra ayuda para asesinar a sus enemigos-.

Merlón bebió un poco del té que le habían invitado antes de continuar- Meredith le contó a Gaia sobre mí, Karmaland y los nuevos héroes antes de morir, durante el ataque a su reino.
Luego de presentarse ante Luzu se apareció en la puerta de mi casa, me confesó que nos había estado observando para asegurarse de que no éramos una trampa. Me dijo quién era y quiénes eran sus padres, no era necesario porque la reconocí ni bien la vi en la puerta de mi casa- en ningún momento fue interrumpido por ninguno de los jóvenes, todos prestaban completa atención- no me específico los sucesos en su hogar, solo que Less apareció robó el cristal que su familia custodiaba y asesino a los más que pudo...- guardó silencio de golpe, algo en lo que no había pensado se estrelló contra su mente.

Tú Conmigo y Yo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora