Siempre fui una niña callada, solía guardar mis sentimientos y mis problemas bajo siete llaves, ya que nunca me gustó que me tuviesen lástima. Mi infancia fue un punto intermedio, con altibajos, claro, como todas las otras.
No sufrí un divorcio, no. Por la parte de mis padres solo sufrí la poca atención de mi padre, y los pequeños problemillas que causaba a su paso con el alcohol en mano. Desde que tengo memoria, la mayor parte de mis cumpleaños, casualmente caía en fin de semana, lo cual me traía en desventaja ya que mi padre solía salir a todo tipo de bares con sus amigos y nunca volvía ni en tiempo ni en forma para ellos. No lo culpo, mi padre es joven, me tuvo a los 20, actualmente, tiene 34, y no lo culpo por querer aprovechar un poco su juventud. Aunque lamentablemente él llevaba su libertad a otros extremos. Solía volver luego de dos o tres días (depende de cómo lo trataba el dinero en ese momento) y luego, dormía por otros dos. Eso me dolía mucho, ya que era pequeña y como todos saben, una niña necesita de su padre. Además solía viajar bastante seguido, de vez en cuando me traía algún que otro regalito, en ese momento me sentía feliz, pero ahora me doy cuenta de que por lo sentimental nunca lo fui. Aunque mi abuelo cumplió el rol paterno, seguía necesitando a mi padre biológico, no me faltaba porque se hubiese borrado del mapa, ni porque hubiese muerto. Era porque le interesaba poco, o al menos eso creo yo. Una vez leí "Un padre no es quien ayudó para hacerte, es quien te cría" y por un momento de mi temprana adolescencia tuve eso en mente, y dentro de una discusión demasiado subida de tono con quien "ayudó a hacerme" lo único que se me cruzó por la mente fue "No eres mi padre, padre es quien cría, mi padre es mi abuelo". Él sólo escuchó la parte en la que le decía que no era mi padre, enloqueció e intentó golpearme, creo que lo logró, pero yo también lo hice, no recuerdo muy bien, en ese momento estaba cegada y solo escuchaba el grito doloroso de mi madre diciéndonos "Por favor paren, ¿qué hacen?¿se volvieron locos? por favor, basta" y el llanto aterrado de mi hermana menor. Luego de eso, lo único que recuerdo es a mi en el baño, llorando, y sin haberme dado cuenta romper un palo de madera que había ahí. Eso, y el camino a brazos de mi abuela buscando un poco de consuelo y una cuerda para salir de ahí. Otra cosa que me tocó sufrir es la perdida de mi primo, el cáncer terminó con él luego de una batalla de dieciocho años, es una gran figura a seguir, pero no quiero hablar mucho de él ya que me podría realmente sensible.
¿Cómo logro hablar tan tranquilamente de esto? Simple, conocí a quien me salvó momentáneamente de esa depresión, la ironía es que luego estuvo a vos pasos de empujarme a ella. Pero de todos modos lo abrazaría y agradecería por cada cosa que me hizo vivir, incluso por las lágrimas que me hizo derramar. Su nombre es Agustín, y hasta el día de hoy (9 de Marzo de 2015) me hizo pasar tantísimas cosas alegres como cosas tristes, pero no me quejo, porque sin esas pequeñas (o gran) tristezas, ¿Cómo sabríamos que hemos estado siendo felices? La vida se basa en eso, de vez en cuando te hace tropezar con alguna que otra cosa para hacerte ver lo bien que haz estado caminando hasta ese momento. Te eleva y te suelta para ver lo alto que haz estado volando.
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Mi mal hábito.
Teen Fiction"Eres mi mal hábito". Una oración que ocasionó un desorden de sentimientos en mi, que no habría sentido tanto por alguien como lo hice con Agustín. Basada en una historia vivida, nada fuera de este mundo, pero es algo interesante. Dos personas, un...