C:11 El pasado

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Niall

Comienzo a oír un insistente y molesto ruido, decido ignorarlo y continuar durmiendo, pero no se detiene. Me cuesta unos segundos darme cuenta de que el ruido es el timbre.

Me paro de mi cama con toda la pereza del mundo y salgo de la habitación para ir a abrir la puerta, no me molesto en lavar mi rostro o siquiera cambiarme el pijama. Quien sea tendrá que soportar mi horrible humor y aliento mañanero, se lo merece por molestar un domingo a la mañana.

Doy un largo suspiro y abro la puerta rápidamente para dejar de oír el maldito timbre.

Ojalá no lo hubiera hecho...

Casi me desmayo al ver a la persona que tengo enfrente, mi pulso se acelera, mis manos sudan, mi cuerpo tiembla. Han pasado tres años desde que no lo veía cara a cara.

¿Por qué mi padre está aquí? ¿Cómo me encontró?

Quisiera no demostrarle lo sorprendido que estoy al verlo, pero no puedo controlar mi desconcierto.

—Hola, Niall —saluda examinándome con la mirada, noto el disgusto a través de su mirada. Aunque, siempre me ha mirado así—. ¿Puedo pasar? —pregunta. Entrecierro los ojos.

El mismo hombre que me echo a golpes de su casa, ahora venía a pedirme que lo dejara pasar a la mia.

—Señor Horan, no me interesa escuchar nada que tenga que decir —Contesto cortante. Sino hubiera tenido una buena educación ya le hubiera cerrado la puerta en la cara.

—Por favor, Niall, soy tu padre y merezco que me escuches.

—¿Mi padre? La última vez que nos vimos me gritaste en la cara que yo no era nada para ti, así que no vengas ahora a decir que eres mi padre porque por más que tengamos la misma sangre, yo no te debo nada.

—No seas así, solo quiero saber que ha sido de tu vida —dice intentando verse sincero.

Lo dejo pasar por una razón.

Él entra a mi departamento y comienza a inspeccionar todo de arriba abajo. Inclusive pasa sus dedos por los muebles para comprobar que estén limpios.

—Creí que vivirías...

—¿Debajo de un puente? —pregunto interrumpiéndolo—. Te equivocaste. No intentes venir a aquí y fingir que viniste a verme, solo quieres saber si tuve la vida miserable que juraste tendría. Lo siento por ti, Bobby, pero estoy jodidamente bien y no solo económicamente.

No le explicaría como fue que logre estar donde estoy, para hacerlo tuve que pasar muchas cosas. Si, sufrí hambre, frio, calor, me sentí solo durante mucho tiempo. Pero también conocí personas buenas que me brindaron su ayuda.

Hace unos meses atrás trabajaba en un supermercado, me corrieron por una pelea con un cliente. A mi defensa, el chico era un imbécil homofóbico.

Luego de eso mis mejores amigos comenzaron a ayudarme con el alquiler del departamento. Ellos me han ayudado de muchas maneras los últimos años incluso cuando intente sacarlos de mi vida, ellos siempre siguieron conmigo. Y ahora estoy intentando conseguir un empleo, Shawn me está ayudando con eso. Desearía tanto que él estuviera conmigo en este momento.

—Hijo —susurro y me dieron escalofríos al escuchar esas palabras, hace tiempo nadie me llamaba así—, quiero que arreglemos las cosas, que podamos olvidar el pasado y comenzar otra vez. Necesito de regreso al pequeño niño que corría hacia mi cada vez que llegaba del trabajo, necesito volver a sentir que soy tu admiración, y que vuelvas a llamarme papá —dice acercándose a mí. Sus palabras me desconciertan y hacen que baje la guardia.

Amarte A Mi Manera |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora