Largas horas en las cuales la familia real tuvo que permanecer sentados en aquel trono esperando a que el pintor que habían contratado terminará con su obra.
Usualmente, cuando un artista consigue una musa, un modelo, algo. Debería de tener ciertos descansos.
Sin embargo, el rey era demasiado extricto con el tiempo y no permitió ninguna pausa.
Por lo cual había sido un gran reto para todos los presentes.Al concluir, los más jóvenes que habían sido retratados en pintura, fueron los primeros en ponerse de pie.
Dasol se dirigió al sanitario, mientras que el chico daba algunos estiramientos, ahora comprendía lo que era estar en el lugar de Hwan cada vez que lo pintaba.Los adultos se acercaron entre ellos, para hablar acerca de la gran esperada boda entre sus hijos.
Ya que se trataba de aquel tema, el joven Kim rodó los ojos, intentando buscar una manera en la cual podría escapar de ahí.En cuanto observó una silueta masculina pasar por los pasillos.
Aquello le aterró, pues no era normal que ocurriera esas cosas en el castillo.
Así que se decidió en ir a seguir aquello que había visto.-¡Ajá! ¡Te tengo!.-Habló arrinconando al sujeto y demostrar su espada para causar temor.-¿Princesa DaSol?.-Preguntó al ver a la mujer vestir con una larga capucha que le llegaba hasta los tobillos.
-¡Shh! Me descubrirán.
-¿Qué? ¿Pero qué haces?.-Al ver que era ella, guardó su espada y bajó la guardia.
-Intento escapar ¿No es obvio?
-No lo lograrás si finges ser una bruja, te llevarán a quemar en frente de toda la comunidad.
-¿Tienes alguna otra idea?.-Justo cuando el hombre iba a hablar, se escuchó la reina Kim hablar acercándose a la pareja muy contenta.
-Estaremos en el jardín tomando el té. Si gustan acompañarnos, sería fabuloso.-Dicho aquello, dio media vuelta y se alejó de ahí.
Los dos chicos soltaron un suspiro por aquel susto que se habían dado. Ahora podían hablar tranquilamente de que ningún adulto de autoridad los observará y escuchara.
En aquel momento, la chica cambió su rostro a uno serio, dándole un golpe leve al hombro del chico. Este por lo dramático que es. Se quedó.-¡auch!, ¿Por qué hiciste eso?
-¡Estás estropeando el plan! Queriéndote hacer "el niño deportista". En lugar de evitar la boda, estás haciendo que se adelante.
-Lo siento ¿ok?, ese día estaba molesto.-La chica asintió sin habla, entendiendo aquel problema. Pues en realidad se podría comprender fácilmente. Pues, cuando uno está enfadado suele hacer o decir cosas sin el consentimiento de nuestra mente.
DaSol comenzó a caminar sin saber su rumbo, por lo que el chico la seguía caminando detrás de ella.
-Tu hogar es más grande que el nuestro. ¿En dónde estamos?
-Es solo un pasillo común y corriente, creo que deberíamos de volver.-Habló comenzando a ponerse incómodo, pues estaban dirigiéndose rumbo al sitio en donde tenía aquella persona escondida. Por lo que comenzó a sacar varias excusas para poder dar la vuelta y no seguir avanzando.
-Si me convierto en reina, debería conocer todo mi hogar ¿no?.-Frustrado quería gritar aquel príncipe, sin embargo se detuvo al escuchar a la mujer hablar.-¡oh! Disculpe.
-Eh... Sí, no debería estar aquí. Joven Kim. ¿Por qué no lleva a su invitada a otro lugar?.-HwanWoong habló haciéndose pasar por un empleado más de aquel enorme castillo.
YoungJo por su parte, estaba asombrado de verlo fuera de la habitación en donde lo había encerrado.
-Si, deberíamos de volver.-Habló el dueño nervioso, la mujer asintió disculpándose con el sujeto que le prohibió el paso.-Espera un momento.
Dicho esto, caminó hacia Yeo comenzando a susurrar, para que la mujer no le escuchara.
-¿Qué haces afuera?
-Dijiste que irías a comer y no volviste moría de hambre.-Mencionó haciendo pucheros.
-Ni siquiera he comido yo.-Debido al estar tan aburrido posando para la pintura que había olvidado el lema del hambre.
-Llévame a la cocina. Por favor. Volveré aquí en cuanto termine.-Suplicaba, mostrando sus ojos brillantes.
-Bien.-Habló serio, debido a que no quería demostrar lo nervioso que se encontraba. Por lo que camino en silencio llevando a ambos sujetos.
No se dirigieron exactamente a la cocina, sino que se adentraron a aquel enorme comedor y con ello, al tocar una campanita, una hombre vestido de blanco, se acercó hacia ellos con varios platillos colocándolos frente a los sujetos.
HwanWoong estaba asombrado por ver todo aquel conjunto de vasijas llenas de comida de diferentes tipos. E incluso les habían servido en copas a pesar de que sólo bebieran agua.
Ya que él solía comer solo pero en bandeja, teniendo un servicio al domicilio. A su habitación
¿Adivinen, quién fue el primero en dar el primer bocado?Correcto, había sido aquel antherio fascinado al ver todo lo que había en la mesa, sólo para tres personas.
YoungJo por su parte se había olvidado de sus nervios, pues le gustaba ver a su invitado contento.Como bien lo había sospechado, la comida no se iba a terminar completamente.
Aquel trio había quedado completamente satisfecho.-Estuvo delicioso.-Habló aquel invitado, dándose cuenta que la comida sabía mejor en compañía.
-Lo fue, pero ahora, creo que el sirviente Hwan deberá volver a su sitio de trabajo, ¿no?
-Cierto. Una disculpa.-Mencionó riendo, mientras se ponía de pie y salía de aquella habitación.
Sus pasos habían dejado de escucharse, señalando que iba demasiado lejos de donde ellos se encontraban. La chica simplemente mantuvo su sonrisa sin hablarle en ningún momento al "empleado" y esto se debía a que ella tenía la regla de no hablar con ningún trabajador del castillo real, al menos que fuera su ayudante y está tenía que ser mujer.
-Es agradable tu empleado.
-¿Eh?, ¡ah! Sí, sí, mi empleado, no da mucha molestia. Es agradable.
La chica soltó una risita y después se levantó.
-Si me disculpas, iré a donde está la familia.-Dicho aquello, se dio media vuelta y comenzó a caminar. Deteniendo su paso en el momento en que su futuro compañero de vida hablara deteniendola.
-Conocí a alguien.
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El Príncipe Y El Anhterio (RAVNWOONG)
FanfictionUn príncipe que conoce a una especie diferente a la suya, logra desafiar a su padre y al reino entero. Enfrentando batallas y líos amorosos.