MÍA, SÓLO MÍA (+18)

CAPITULO FINAL✓

Dos meses después...

Mi relación con Héctor iba de maravilla, mi estómago cada vez se veía mas abultado.

Aunque con Héctor los celos todavía lo transformaban, ahora podía controlarlos más.

Supe que Andrés se caso con Alejandra, me sentí la mujer más feliz del mundo cuando me entere.

Andrés y Héctor por fin habían dejado el odio aún lado, volvieron a ser los mismos amigos de siempre.

Que por mi culpa destruí, sonreí con tristeza recordando todo lo que había hecho por mi codicia, ahora soy una mujer humilde.

Que ya no piensa en el dinero sino en ayudar a los demás, Jennifer se fue a otra empresa al ser despedida por Héctor.

A Nicolás le iba de maravilla con su ropa, en estos momentos él estaba de viaje promocionando su linea de ropa.

Me mecía en una hamaca, los rayos del sol calentaban cada parte de mi cuerpo, cerré los ojos disfrutando de el momento, acaricie mi vientre abultado.

Hoy íbamos a saber cual era el sexo de él bebe, Héctor moría por tener una niña, y la verdad es que yo también quería a una niña.

Abrí los ojos de golpe al sentir los besos de Héctor en mi cuello, me levante y le sonreí, estaba igual de guapo que siempre.

— Es hora de irnos con el ginecólogo, mi amor —. Asentí con la cabeza

Me baje de la hamaca y tome la mano de Héctor, caminamos a la limusina y él me abrió la puerta, entre, y él hizo lo mismo.

Ramón encendió el auto y fuimos en marcha al hospital, baje la ventanilla y deje que el aire frío chocara con mi rostro, suspire con cansancio.

La mano de Héctor no se apartaba de la mía, podía sentir como esa corriente eléctrica se apoderaba de mi.

Sonreí y él me hizo lo mismo, Ramón se estacionó y bajamos para entrar al hospital, entramos y las miradas recayeron sobre mi.

Héctor se aferro a mi cintura con posesividad, entramos al elevador, y él me acorralo contra la pared, subió mis manos arriba de mi cabeza.

— Eres mía, y no tolero que nadie ni si quiera vea lo mio —. Atacó a mi boca

Su beso era posesivo y salvaje, lo seguí con dificultad, nuestros labios se acoplaron y una de sus manos acariciaba mis piernas desnudas.

Las puertas del ascensor se abrieron y él y yo nos separamos de golpe, unas personas nos veían con desaprobación y otras con vergüenza.

Él tomo cordura y yo solo sonreí con vergüenza, entramos al consultorio del doctor, nos sonrió.

— Toma asiento Lucia —. Me senté sobre la camilla y alce mi blusa él volvió a poner ese gel frío sobre mi estómago

— Hoy sabremos que sexo es —. Comenzó a revisarme con el transductor

— Es... —. Me aferre a la mano de Héctor

— ¡Una niña! —. Mis ojos de llenaron de lágrimas

Me acerque a Héctor y me aferre a él mientras sollozaba con alegría, por fin tenía lo que más quería en este mundo, una familia...

                            FIN...