renacer entre las cenizas(sesshomaru Y Kagome)

Un Trato De Muerte

Capitulo 4

La luz iluminó a "alguien", el cual detuvo el ataque de Naraku, manteniendo una pose firme con ayuda de su katana.

Con un ligero viento los cabellos plateados de aquel ser se movieron de forma elegante, mostrando asi su presencia era Sesshomaru.

Simplemente apareció enfrente de ella, con su afilada katana, el enfrento a naraku, aunque Kagome esta sorprendida simplemente mostró una cara seria y con una actitud indiferente, manteniendo una mirada fría.

Pero aquel breve momento de sorpresa fue reemplazado por la voz de Naraku.

—Hace mucho que nos veíamos señor sesshomaru, pensé que no estaba por aquí—,hablo con un tono de burla mientras aumentaba su fuerza contra el ataque del albino.

Antes las palabras del hombre azabache, solo mantuvo aquella postura fría, contrarrestando el ataque del azabache, cruzando sus poderes entre si.

—Te crees demasiado listo—, comento con un tono frío, empezando a debilitar el ataque del hombre azabache.

Decidió a atacarlo, el albino rompió aquella pose que mantuvieron, en el cual chocaron sus poderes, para luego lanzarlo lejos de la humana detrás suyo. Una vez completamente alejados, alistó su espada para darle el golpe final.

Sin embargo la azabache, se movió con gran agilidad burlando la defensa del albino, dándole una estocada en el pecho a el azabache , con una daga llena de su energía espiritual.

Enseguida la voz burlona del Azabache cambio a una de furia, maldiciendo a la joven mujer.

—Maldita seas—, rio después de una manera maléfica,—pero da igual,algún día yo te mataré—, exclamó, mientras huia.

Por unos momentos el silencio invadió el lugar, ambos seres se analizan sin ninguna disimulación, hasta que la voz del albino habló.

—Humana,¿Donde está el estúpido de Inuyasha?,lo dijo con una expresión muy fría.

La azabache solo se encogió de hombros, confirmando su desinterés por el paradero del susodicho.

—No se y no me importa—,dió media vuelta para salir del lugar en el que estaba,ignorando a el albino.

Entre los árboles, apareció una silueta familiar para ambos personajes, una silueta infantil, junto a la de un enano, custodiados por un dragón de dos cabezas.

—¡Señor Sesshomaru!—,gritó la pequeña niña corriendo junto a sus acompañantes.

Pero en cuando vio a la azabache una gran sonrisa surco sus labios, deteniéndose justo en frente de ella.

—Señorita Kagome, ¿como ha estado? ¿Que hace sola en el bosque?—, pregunto con curiosidad la pequeña niña.

La azabache se arrodilló para poder estar a la altura de la pequeña niña, acaricio su cabeza con ternura, respondiendo sus dudas.

—Rin, me alegra mucho verte,no te preocupes,yo estoy bien—, aseguró con una sonrisa tranquilizadora.

La niña sonrió y volvió a preguntar al ver que estaba en el camino de regreso.

—Señoría kagome,¿ya se va?, quédese con nosotros—,propuso la niña con una tierna mirada llena de suplica.

La azabache solo pudo suspirar y hablar con una dulce voz, para que entendiera la situación en la que se encontraban.

—Lo siento mucho, pero tengo cosas que hacer,tengo que reunirme con mis compañeros,así que no podré quedarme—,se disculpo acariciando la cara de la pequeña niña.