Capitulo 1: ¿Quién eres?

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—Harlan kovacs por favor dime que esto es una broma—hablaba el ruso desesperado apoyándose contra el escritorio del comisario.

—Te puedo jurar por lo que quieras que esto no es una broma Volkov— le dijo el Comisario tratando de calmar al alterado Ruso— Nos recortaron el presupuesto para la LSDP, así que tuvimos que despedir a todos los agentes de vacaciones. No fueron para nada mis ordenes, lo dijo el alcalde Betra.

Viktor se rindió de estar parado, así que tomo una de las sillas del escritorio del ahora comisario de Los Santos.

  No podía culparlo, era en principal su culpa por ser un ludópata y derrochar sus ahorros como si fueran eternos. Pero ¡Hey! ¡Vivir la vida! ¡Que es una sola! Puras tonterías en este momento.

  Con lo ultimo que le quedaba en la cuenta compro un pasaje devuelta a Los Santos, con la esperanza de recuperar su empleo, pero bella la sorpresa: ¡Ya no tenia empleo!

  —Tú sabes lo mucho que te respecto Volkov— Kovacs trata de darle palabras de animo para  su antiguo superior— Pero esto no lo decido yo.

—Lo se, y lo comprendo Comisario— sin querer aquellas palabras sonaron muy frías.

Harlan solo soltó un suspiro ¿Cuándo aprendería Vokov que esa no era la forma de tratar a las personas?

—Lo siento, Usted no tiene la culpa de mi situación— él solo suspiro — ¿Ahora que hare? Ser policía es mi vida.

  Para no decir que literalmente no conocía otra cosa que ser policía.

—Puedes trabajar en un 24/7

—Harlan hablo enserio— levanto su cabeza del escritorio.

Este se hecho a reír, mientras que Volkov no podía dejar de verle furiosos, para él esto no era ninguna gracia, acaba de perder el empleo que era su vida.

Si lo iba a estrangular en la salida, decidido.

—Mira creo que puedo hacer algo por ti— Kovacs saco un par de papeles de su escritorio — Un buen amigo mío es el director del FBI de la rama encargada de Los Santo, mira que necesita ayuda y que mejor que un agente de tu talla. Lee, me paso esto hace unos meses con los requisitos que necesitaban.

   Volkov tomo la hoja y pudo ver esta una lista, que si bien no era muy larga, era bastante especifica:

-Haber servido a las fuerza policiales o militares del pais.

-Tener por lo mínimo 5 años de experiencia en las mismas.

-Saber el total de manejo de distintas armas de fuego.

-Tener los principios de infiltración y búsqueda de información (eso significa que seas buen actor)

-No tener contacto afectivo, romántico o amistoso con ningún criminal.  

  Este tipo de cosas tan especificas solo podía pertenecer a una persona: Jack Conway. Sin duda debía estar haciendo un excelente trabajo como director del FBI. Y como cumplía con todos los objetivos de la misma, así como ser amigo del director, no dudaría en hacer las oposiciones; al fin y al cabo el fue entrenado por en él, en la época del CNI en su momento.

—Esto realmente me interesa, cumplo con todos los requisitos.

“Y sin contar que Conway es mi compañero desde hace mucho tiempo” Pensó el ruso.

—Si me hablo de ti una vez, estaba preguntando por ti cuando estabas de vacaciones — tomo las hojas de la manos de Volkov y las volvió a guardar en el escritorio— Pero es fue hace mucho tiempo.

  No estaba muy seguro si la carta que le escribió a Conway sobre sus vacaciones le habría llegado, pero como no siguió preguntando se imagina que si.

  Vio como el Comisario saca su teléfono del bolsillo y prosiguiendo le comento.

  —Le estoy escribiendo para avisar de tu llegada, mientras te envié la dirección de su sede a tu teléfono.

  Volkov se levanto de aquella silla y se dirigió a la puerta. No tenia tiempo que perder, pues cada minuto que se pase mas probabilidades había de dormir en la acera; y si literalmente en la acera, solo único que le quedo al llegar aquí fue su vehículo, nada mas. No tenia idea de donde dormiría esta noche, y para un hombre que gran parte de su vida vivo entre lujos, eso es algo de peso.

Pero, antes de que pudiera dar un solo paso mas, la voz de Kovacs lo interrumpió otra vez:

  —Una ultima cosa Volkov.

  —¿Si dígame?

  —Se delicado con el director— su vista se poso directo en su ojos — Tú no eres un persona que brille por su empatía, pero no seas duro con él.

  Y eso al ruso le despertó bastante curiosidad.

  —¿Por qué lo dice? ¿Le paso algo?

  —La semana pasada murió un agente de su malla — su vista paso al suelo, algo incomodo— Y no ha estado del todo bien, le toco muy profundo.

   Volkov ya no solo de hallaba curioso, sino también profundamente asustado. Solo conocía 4 agentes de aquella malla y eran: Michelly, Gustabo, Horacio y por supuesto Conway. Aun que siendo sincero, la muerte de Gustabo le importaría muy poco, se preocupó por los otros dos.

  —¿Quién era el agente? — trato de sonar despreocupado, pero su voz sonó con miedo.

—Un tal agente P, E, Z o algo así— contesto haciendo memoria — no lo conocía mucho, pero como murió durante una infiltración y posteriormente se hizo una redada a esa mafia eso lo dejo muy afectado.

  Volkov soltó un pequeño suspiro de alivio, por suerte esa letra no le sonaba de nada. Bien podían cambiar sus nombres para estar en la agencia, pero su cerebro le descarto esa probabilidad. Su mente no lo quiso hacer tal maldad de recordarle que existía esa posibilidad.

—Gracias Kovacs.

Otra cosa que aprendió en su vacaciones, ser un poco mas empático y abierto con las persona.

—No hay de que, eres un amigo para mi Volkov— lo dijo con su amable.

  Viktor se dio una ultima mirada al actual comisario antes de irse del lugar. Y así recorrió todo el edificio para llegar al estacionamiento de la LSDP, donde se encontraba su vehículo. En cuanto entro coloco la dirección en el GPS y se fue hasta allí, no sin antes colocar una emisora de radio al azar para conducir mas tranquilo.

  A pesar de que aquellas vacaciones le hicieron muy bien tanto física como mentalmente, extraña de cierta manera la adrenalina corriendo por su venas como lo era el trabajo de policía. Si tenia 48 años y haber estado 2 años en coma, un puto milagro que siguiera con vida. Simplemente no podía dejarlo, trabajo en ese desde que cumplió 25 y no para ni un solo día.

  Se podía decir que era uno de los puntos que lo mantenía en la policía, junto a su amor a esta y fidelidad al cuerpo.

   Y por otro lado tenia ganas de volver a ver Conway, Michelly y Horacio. De Gustabo no quería saber nada. Con ellos no llevaba un mala relación, aunque hace 10 años que no veía al pequeño de Horacio, el cual en este punto no debía ser tan pequeño. 

  Esperaba que después de 2 años de vacaciones las cosa no hubieran empeorado, pues la ultima noticia que tuvo Volkov sobre la relación de los tres, se notaban que estaban arreglado las cosas. Y bueno ¿Para que mentir? Los extrañaba, al igual que ciertos días que recordaba con nostalgia sus aventuras con Greco patrullando.

   Sabia que habían pasado cosas malas en el pasado entre ellos (Como explotar una iglesia, por ejemplo), pero allí es donde entraba Horacio, pues sabia que ese chico con su propia alegría podía hacer que ese par se llevara bien. Esa felicidad y brillo que de cierta manera envidio del menor.

  Sabia que la gente podía cambiar con los años, siendo él mismo un ejemplo de esto. Si bien mantenía su seriedad y aun era algo cerrado. Logro en sus vacaciones (y con ayuda de terapia) ser mas empático y considerado con otras personas, sacar el temor de con las relaciones que poseía y ayudándole a supera ciertos miedos que le cargaban desde que abandono Rusia. Era algo en que continuamente trabajaba, pero dio grandes pasos. Y siendo él una persona que creció bajo el tabú de que a terapia solo va la gente loca, que bien que se quito ese pensamiento de la cabeza.

The Light Behind Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora