Cap 3

68 7 59
                                    


Babys!! Déjenme aclarar una cosita y ya no os jodo y los dejo leer tranquilos. 
En este preciso momento estoy escribiendo mis historias por computadora porque tuve un problema con mi celular. Y no estoy tan familiarizado con la compu para escribir. Así que sepan perdonar si hay errores o algo no es como siempre. Agradeceria que me digais en los comentarios los errores que encontraron. Seguramente ni él continuará este bien ya que ni emojis puedo poner qwp. Bye bye Bbys! Espero os guste y me sepan disculpar!
(Segunda aclaración:  Nose describir situaciones sexuales o subiditas d tono pero lo intente.)

~

23:45 pm. Una noche despejada y fría. Las llamas del fuego de la chimenea iluminaban calidamente la habitacion. Mangel se encontraba sentado en su escritorio mirando una rosa de plástico entre sus dedos. En un momento, sacó con sus nudillos el cigarrillo de su boca para luego dejar salir el humo que guardaba adentro.

-Ts...- Indicó molestia el castaño. -¡Estupido Rubius! ¡Maldito Lolo!- Insulto en voz alta realmente frustrado.

Todo este tiempo pensé que al menos Lolito sentía algo de atracción por mí... Confesó decepcionado. Y los sentimientos de Rubius no ayudan. No quiero lastimarlo pero no siento lo mismo. En este mismo momento nose que hacer... Ni siquiera se porque Rubius y Lolo se distanciaron tanto. 

Todo daba vueltas en la cabeza de Mangel. El amor de Rubén hacia él, la decepción de los sentimientos de Manuel y el distanciamiento de esos dos no le hacían bien a su cabeza. Las tres cosas eran desventajosas y problemáticas para el. O eso pensaba hasta que se le vino algo a la mente. Algo beneficioso sólo para el. 

Pensó "¿Y si uso a Rubius para darle celos a Lolito?". Claramente se percataba de que el peliblanco podía salir gravemente herido pero en ese entonces no le importaba. Aún estaba dolido por cómo el pelirrojo había ignorado sus actos con Rubén. Se aseguraría de que eso no volviese a pasar.

~

De nuevo con los mismos actores: Lolo, Mangel y Rubius. Pero esta vez distinto escenario. Los tres se encontraban sentados y pescando a orillas del lago. El ojiazul y el furro se encontraban hablando sobre lo hartos que estaban de pescar peces cuando ellos solo buscaban monturas o libros. Mientras que el pelirrojo miraba su reflejo en el agua deseando que pararan de hablar. Pero, obvio, no demostraría sus celos. Su orgullo era primero, incluso aunque se hablara del amor de su vida. 

-Deberíamos juntarnos mas seguido. Hace tiempo no me divertía tanto como ayer- Invito Mangel a Rubén con intenciones de llamar la atención de Lolito. Pero para su sorpresa, Lolo no volteo ni por un instante.

Maldición, esto costara. Tengo que hacerlo mejor. Lolo, ¿Por que tienes que ser tan orgulloso?  Se quejo nuestro menor.

-¿En serio te divertiste? ¡Me alegra mucho!- Exclamo feliz el peliblanco. -No crei que te gustaria...-

-Pero lo ha hecho- Le dedico una tierna sonrisa.

-Chicos, me voy a mi casa- Informó el pelirrojo mientras se levantaba del suelo con su mochila marron en su espalda.

Mangel creyó que había despertado celos o envidia en Lolito. Cosa que lo alegro. Pero, lastimosamente para él, no era así. Por supuesto que Lolo quería salir de ese ambiente el cual no le agradaba para nada. Pero, igualmente, no era por eso que se iba. 

-¿Por? ¿No te gusta que hablemos de nuestra cita de ayer?- Cita. Esa palabra la cual hizo que Rubius casi salte de la alegría. -No hay problema. Podemos iniciar otro tema de conversac-...- Fue bruscamente interrumpido.

-¿Acaso estas tan desesperado porque no me vaya que cambiaras el tema de conversación pensando que soy tan tóxico como para irme por eso?- Replicó el mayor de todos allí haciendo que Mangel se avergonzara de sus palabras. -Me voy porque acabo de pescar la última montura que necesitaba. Pero debe a tu desesperacion, me quedaré un rato mas solo para verte feliz- Dicho esto se volvió a sentar, esta vez, al lado del menor para luego apoyar su mano en su muslo. 

Y así pasaron lo que quedaba de la tarde. Rubius tratando de llamar la atención de Mangel, el cual solo se la pasaba mirando y enamorándose cada vez más de la actitud tan firme que Lolo tenía con él, y por último, Lolito, se sentía orgulloso de haber logrado lo que quería. Llamar la atención del castaño sin siquiera intentarlo. 

Rubén se la pasaba todo el dia dando atención y halagando el menor. En cambio, el pelirrojo solo lo trataba como alguien inferior. Cosa que volvía loco a Angel. 

~

Ya en el anochecer. Los tres tomaron la decisión de irse a casa. Lolito y Mangel se fueron juntos. Rubius no quiso acompañarlos. Su excusa dada fue su cansancio por haber pescado tanto. Era increíble pero igualmente ambos le creyeron sin darle mínimo de importancia. 

Al llegar a su casa, Ruben, se tiro a su sillón luego de alimentar a sus mascotas y se dispuso a mirar la pared situada enfrente de él. Y pensó. Pensó mientra mientras miraba la pared frente a él. "¿Que tiene el que no tenga yo?" Pensó. "Acaso... ¿Soy yo el del problema? ¿Por que el siempre tiene que ser el chico que gana?". "¿Por que Lolo tiene que ganar?". "Yo no quiero que Mangel sea de Lolo". Su mente comenzaba a dar vueltas y a provocar sentimientos demasiado intensos para la cordura del furro. 

"El solo puede ser mío". Dijo mentalmente mientras enloquecía pensando en su amado y en su rival. 

~

Mientras el peliblanco se llenaba y alimentaba de unos celos e ira incontrolables que lo llevarian a pecar, en la casa de Lolito se estaba cometiendo otro tipo de pecado. Un pecado sexual.

Mangel posado sobre las suaves y, ahora, manchadas sábanas blancas mientras Manuel se subía encima de él tirando su cadera para adelante y para atrás penetrando a Miguel y dándole un placer que lo hacia tiritar y gemir como gata en celo. Un momento único y especial para los dos donde ambos podían dejar salir a las bestias que realmente eran en la cama. Cada uno ocupando su rol correspondiente y favorito. El menor un masoquista y, el mayor, un sádico. Al masoquista le gustaba provocar al sádico, mientras que al sádico le gustaba que el masoquista lo provoque. Una excelente combinación ¿No lo creen? Los sonido acuosos del miembro de Lolo saliendo y entrando en la mojada y cálida entrada de Mangel. Los gritos del castaño al recibir azotes o sentir como sus pezones eran pellizcados. Y las palabras provocativas que salían de la boca del pelirrojo hasta los oídos de su uke, el cual gritaba de excitación y lujuria, hacían del ambiente uno caliente y voluptuoso. 

Ambos deseaban que la noche no terminará jamás mientras que el sobrante deseaba lo contrario.

✨🥀Continuara🥀✨



Peleare por él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora