Capítulo I: Sueños

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Años 149X, febrero. Se cuenta la historia de un Pokémon que salvo a todos en el nombre de la justicia y la paz. En una choza que hay en los límites de Meredas, pequeñas criaturas juntas, escuchando los relatos de una Cinccino, sobre cómo se pudo llegar de lo más bajo de la civilización a lo que lograron construir hoy. Estos chiquillos, maravillados y atónitos al escuchar el nombre que en su enseñanza tenían que recordar cada día, nada más ni nada menos que "Truther". La historia ha señalado sus acciones como la mayor muestra de perseverancia, esperanza, y ansias de libertad, que llenaba a todos esos pequeños corazones de un fuego que no se podía apagar. Como es tradición en Meredas, enseñar a los niños la historia para que sepan con que es que hay que luchar.

En fuego estaban todos de nacimiento. Aunque uno de ellos quedaba alejado de todos, siendo los rumores el repelente de su propia existencia en el reino. Era el Kabutops que se hacía llamar "Athen", cuyo origen para todos era un enigma, no poseía alguna clase de familia, ni vestigios de linaje. Lo único que sabían todos de él, es que había sido desterrado y arrojado lejos del reino de Fanfalián bajo fuertes acusaciones.

Vivía en una choza cerca del Rio Zalar, un rio que pasa alrededor del reino y evitaba que los humanos dieran fácilmente con el pueblo. No muchos Pokémon rondaban por allí, debido a lo solo y peligroso que era el rio, con sus apariciones de Sharpedos y otros Pokémon que provenían de los terrenos de Eurutan. Esas condiciones poco favorables lo hace el lugar ideal para ocultarse de la sociedad, y era lo que Athen hacía, vivir alejado de la sociedad y de los demás, porque nadie quería nada que ver con él.

Para su fortuna, si había alguien que estaba con él, y era quien lo ayudaba a subsistir en un pueblo tan pobre y con problemas hacia su ser. Era Crimson Saurián, un Abra que al igual que Athen, cargaba consigo una mala fama por ser un ladrón, que aun teniendo corazón infringía la ley para subsistir, siendo que tampoco tenía una familia o algún hogar donde residir. Ambos unidos vivian bajo el ala de la serenidad en aquel rio, el cual por obras misteriosas, traía algunas posesiones para ellos. Siendo la pertenencia más preciada de Athen, una espada, y unos restos de capa que hace mucho tiempo pasaron por aquel rio. La cual lleva a todos lados consigo.

Puede que ambos no sintieran que tienen algún propósito en esta tierra, pero la verdad es que cada vida que yacía en este mundo, tenía un papel destinado a cumplir. Y Crimson y Athen tenían fe de que así seria. Y querían demostrarlo, entrenando y preparándose para ser héroes algún día de sus vidas. Por ello asistían con la Cinccino quien era la maestra de todos los chiquillos y otros Pokémon que querían empezar como aventureros.

Primera semana de febrero. Athen y Crimson se presentan a lo que sería la clase de Cinccino como hacían habitualmente, pero observaban que todos los Pokémon que estaban sentados en el suelo mirando a donde estaba la Cinccino, estaban callados, no se escuchaba ni un alma, ni un hilo de viento rozar ante ellos. Caminando entre aquellos Pokémon para saber que ocurría, empezaban los susurros.

-Esta de vuelva, y no nos dimos cuenta -decía uno que estaba cerca de Athen-

-¿Cómo puede ser posible? Se supone que con esto ya deberíamos habernos librado de él, no tiene sentido -agregaba otro crio-

-Silencio -en firme postura, la Cinccino se levantaba de su silla para mantener el orden en su morada- Si, los rumores son ciertos mis pequeños, ha regresado. Esperábamos que con lo de hace unos días, desapareciera, o dejara este lugar por las buenas, pero parece que todos nos hemos equivocado. Sigue volviendo cada día a nosotros sin detenerse.

Desconcertado, sin saber que ocurría, la vista de Athen y Crimson se aclaró cuando todos empezaron a mirarlos a ellos dos. Se referían desde un principio, y siempre, a ellos dos.

Pokemon Conquest: Una historia de guerra y pazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora