Sarah y Ed: Horriblemente Diferentes

0 0 0
                                    


PRÓLOGO

Por fin había despertado, a mi alrededor todo era un caos, nada se veía bien y tampoco lograba ver nada con claridad.

¿Qué era lo que había ocurrido? ¿Cómo fue que terminamos así?

Todas mis interrogativas cobraron sentido al ver a mi amigo Ed en el piso, sangrando al igual que yo, lo que habíamos hecho y lo que habíamos logrado era emocionante y la vez terriblemente aterrador.

De repente, mis oídos zumbaban, se agudizaron demasiado, mi cabeza iba a estallar, elevé mis manos para cubrir mis oídos, pero no di con ellos, no estaban ahí, mis oídos no estaban en su lugar.

"¡¿Pero qué?!", pensé.

¿Dónde estaban mis jodidos oídos? Sentía el dolor, lo sentía cada que percibía cualquier sonido tan débil como el de una mosca, y esta claro que mi cuerpo no estaba acostumbrado a eso...

Quería llamar a Ed, quería ayudarlo a levantarse, pero no podía siquiera despegar mis manos de mi cabeza, hasta que las subí un poco más, note una deformación extraña encima de mi cráneo y separe mis manos de golpe.

Aterrada de lo que estaba pasando por mi cabeza y por lo que sucedía en ella tomé un vidrio roto del suelo, lo volteé hacia mi y lo que vi en ese reflejo me dejo con la una cara de espanto...

Lo habíamos logrado, habíamos conseguido nuestra fantasía que solamente en ciencia ficción podrías escuchar, mis oídos se conservaron en mi cuerpo, más mis orejas ya no eran las mismas, eran largas y mis cabellos eran cenizos, tal vez por algo de polvo, por el desastre que causo todo esto, pero no fue polvo lo que cambió mi apariencia, mis ojos ya no eran iguales, mis pupilas parecían contraídas, pero era el detalle menos importante, ya que los colores que mis ojos tenían no eran los mismos que ahora podía ver, a pesar de eso mi vista se acostumbró al caos y por fin pude ver todo con claridad y precisión.

Mire a mi amigo increíblemente sorprendida, él también había cambiado y era casi idéntico a mí.

- Ed! – le grité, con una voz algo temblorosa, pero me escucho claramente, ya que ni un segundo después sus ojos se abrieron por completo como relámpagos.

- Agh! – gritó.

- ¿E-estas bien? – Le pregunté, pero no me respondió, simplemente se mantuvo viendo hacia abajo, emitiendo leves gemidos, probablemente el también sentía ese zumbido en la cabeza, ese agudo dolor que no acaba hasta que su cuerpo lo acepte, entonces: esperé un poco más...

Él dijo - ¿Cómo me veo? – mientras empezaba a recorrer sus manos con sus ojos.

- Nos vemos como deseábamos vernos. ­- dije recordando lo que habíamos pasado.

- No me siento como si deseara esto... – soltó, volteo su rostro para mirarme y no tuve idea de que decir. 

Capitulo 1: Amigos por siempre.

Apenas amanecía y el sol daba a la ventana de mi cuarto, iluminando mi rostro por completo, era completamente incomodo, por lo que me di la vuelta con la intención de acobijarme y así poder dormir un poco más.

Al pensarlo de nuevo vino a mi mente: "¿Por qué hace tanto sol si todavía son las 6 AM? No tiene sentido".

Mis ojos se abrieron de repente y velozmente me levante de mi cama, resultaba que no eran las 6 sino que eran las 7:45, a 15 minutos de que el colegio cerrara para no permitirme pasar por llegar tarde.

Me vestí rápidamente mientras solté un grito al cuarto de mi padre.

- ¡Papá!, ¡Se me hizo tarde!, ¿Puedes llevarme de inmediato al colegio? -

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 11, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sarah y Ed:  Horriblemente DiferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora