In Solitary // Kageyama Tobio [HIATUS]

V e i n t i c i n c o

Pantalones negros, camisa a cuadros verde, chaqueta color café y los mismo malditos botines cafés. También estaba el echo de que ambos habíamos decidido que era buena idea utilizar lentes y una gorra negra para cubrirnos del aire fresco de la tarde. Si, creo que esto a sido la coincidencia más grande de mi vida, jamás pensé que algo así ocurriría en mi diario vivir, osea, la otra vez con Tobio fue conexión de pareja, claramente, pero con Tooru ya era otro cuento demasiado extraño, pero muy divertido de contar como anécdota.

— Sin duda alguna...— comenzó a hablar el castaño después del shock— Tu me copiaste a mi.

Y hay estaba, el idiota egocéntrico que tanto me disgustaba pero que aún así me hacía reír por las ocurrencias bastante estúpidas que salían de su boca.

— Si claro Tooru— le di la razón sarcásticamente— Tienes toda la razón— finalice mientras rodaba los ojos.

— Siempre tengo razón...— comento con una sonrisita maliciosa—En fin...— me miro nuevamente— ¿Nos vamos?— sugirió mientras me daba un fuerte codazo.

— ¡Auch!— me quejé mientras me sobaba mi brazo— Te recuerdo que soy Nezuko no Iwaizumi— recalque entre dientes— Bruto.

— Perdón — dijo con una mueca que supondría inocencia.

Le saque la lengua y ahora yo fui la que le dio un empujón, pero me lo devolvió, haciendo una pequeña guerra de empujones en medio de la vereda, con unas ancianas mirándonos raro, quizás a punto de llamar a la policía debido a la brutalidad de aquel tonto juego de empujones.

— ¡YA BASTA!— chille desesperada— ¡Jesús Cristo!— murmure entre dientes mientras me arreglaba nuevamente mi ropa.

— Eres muy bruta— sentenció otra vez Tooru, lo mire mal, pero decidí calmar mi ansia de violencia que crecía lentamente en mi.

— ¡Ya! ¡Ya!— dije enojada— ¡Vámonos! ¡Vámonos!— tome a Oikawa por los hombros y empecé a empujarlo hacia el subterráneo para tomar el tren.

Vaya hombre, ahora comprendo porque Hajime siempre anda enojado. Oikawa en serio es un grano en el culo, y uno que duele mucho, demasiado diría yo. Aún así, es divertido tratar con su personalidad arrogante, pero a la vez asustadiza que porta el castaño siempre en todas partes.

Sonreí enormemente (para no llorar), cuando el muy idiota se tropezó al entrar al tren por andar molestandome durante todo el camino hasta aquí.

...

— ¿Cómo meveo?— ppreguntó nuevamente el castaño cuando salió del probador.

Suspire exhausta y quite la viste de mi celular, para ver nuevamente la milésima opción de outfit de Oikawa para una cita. Realmente, el muy estúpido se veía bien con absolutamente todo lo que se ponía, así que cada vez que me preguntaba cómo se veía, tenía que debatir mentalmente conmigo misma para escoger la mejor opción que pueda acentuar en todo su esplendor la belleza natural y juvenil que traía este idiota.

— Mmmm...— mire fijamente unos segundos y con mi dedo índice hice una seña de que se diera una vuelta, me obedeció— Me gusta más la que tiene la chaqueta de mezclilla negra— dije con la mayor sinceridad.

Oikawa se miro unos segundos más en el espejo enorme de cuerpo completo, y luego volteo nuevamente en mi dirección.

— Tienes razón...— murmuró por lo bajo— El rojo no es mi color— dijo mientras miraba los pantalones que se había puesto ahora.

Asentí ante sus palabras.

— Te vienen mejor los colores más azulados y oscuros— sonreí dulcemente — Por eso opinó que la mejor combinación fue la de la chaqueta de mezclilla negra— finalice mi explicación del por qué debería escoger esa opción.