Desde que trajo a Langris a casa las cosas habían ido bien, le gustaba ver al chico deambular por la casa con su bonita sonrisa, no estaba muy seguro que le atraía de él, pero se divertiría teniéndolo cerca mientras buscaba descubrirlo. Se encontraba de bastante buen humor en esos días por lo que aceptó una colaboración con un universitario que también era violinista, pensó que sería una buena experiencia, pero pronto se encontró arrepintiéndose de haber aceptado.
En primer lugar el chico, Ugetsu, a pesar de ser talentoso tenía un estilo bastante diferente al suyo, lo cual haría que tuvieran que trabajar mucho para poder componer juntos, ello conllevó a que empezara a llevarlo a casa para aumentar sus horas de práctica diaria, dejándolo más cansado que de costumbre. Esa fue la menor de sus preocupaciones cuando notó cierta irritación en su compañero de casa al conocer a Ugetsu, el joven violinista no era mal chico, pero tenía cierto aire de superioridad que podía hacerlo un tanto difícil de tratar, pero Chowon sabía que había algo más; Langris no era el tipo de chico que se molestaría por tratar con alguien pedante, de ser así no vivirían juntos, si el pelicastaño estaba enojado o incómodo con Ugetsu tenía que haber una razón diferente.
Decidió dejar que las cosas fueran fluyendo y por varios días se podría decir que funcionaron, pero no estaba satisfecho, Langris era frío, no le hablaba de sus cosas como solía hacer antes y siempre tenía una expresión seria en el rostro; Chowon se había acostumbrado tanto a la sonrisa de ese muchacho que el no verla le estaba matando por dentro. Quería hablar con él, pero este estaba constantemente evitándolo, sin mencionar que debía pasar gran parte de su día con el violinista cuya presencia comenzaba a aborrecer.
Ese día explotaron todas sus inseguridades cuando Langris salió de casa diciendo que iría a verse con su hermano. No es que no le agradara que se viera con su familia, pero el primero en oponerse a que viviesen juntos había sido su hermano y el que fuera a verlo despertó muchas dudas en Chowon ¿y si quiere irse de aquí? ¿Me va a dejar? ¿No significo nada para él? Cuando Ugetsu lo encontró, Chowon estaba hecho un manojo de nervios y prácticamente a patadas sacó al joven de su casa, después empezó a beber todo lo que encontró en la casa, desesperado buscando alguna respuesta a sus preguntas.
Langris regresó cuando recién anochecía, entró contento y su sonrisa poco a poco se borró cuando vio la casa hecha un desastre, habían latas y botellas tiradas por doquier y en general muchas cosas arrojadas y algunas rotas. Rápidamente se apresuró a buscar a Chowon por toda la casa y lo encontró en una esquina de su habitación, acurrucado con los ojos encharcados.
—¿Estás bien? — Dijo Langris acercándose a él bastante preocupado, nunca había visto al mayor en ese estado y no sabía muy bien qué hacer.
— ¿Tú vas a dejarme? — Respondió Chowon en voz baja y sin mirar al chico.
— No voy a dejarte, no tienes porqué preocuparte. — Langris levantó al mayor y lo llevó lentamente hacia la cama más cercana que era la suya — Tienes que descansar, ya mañana hablaremos ¿te parece?
— Yo te necesit... — Chowon tomó fuertemente a Langris de su ropa y mientras hablaba se quedó dormido, por un momento Langris pensó que se había desmayado, pero supo que estaba bien al oirlo respirar. Ahora tenía el problema de que estaba atrapado, incluso dormido el agarre del mayor no se había aflojado y él no quería despertarlo, pero también consideraba un poco extraño el acostarse a su lado. Se quedó un par de horas allí sentado en una posición incómoda viendo vídeos en su celular hasta que poco a poco le fue ganando el sueño, se rindió y se acomodó como pudo al lado de Chowon, no tardó en quedarse dormido y aunque no se cobijaron, esa fue una de las noches más cálidas de su vida.
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Pero Él Estaba Más Lastimado
FanfictionRealmente no pensó que ese momento que tanto había estado postergando cambiaría su vida, y no fue la terapia, fue algo más que encontró en aquel lugar. Ahora tiene una nueva vida y tal vez; solo tal vez, la esperanza de ser feliz.