"La bestia que me amó".

Capítulo 11: "En la oscuridad"

El me tomó del hombro, yo solo me recargué en el suyo con lágrimas en los ojos, volviendo a la fría crueldad del mundo y su oscuridad, esa que nos va pudriendo de adentro hacia afuera hasta hacernos estallar en nuestros propios sistemas y en los mismos demonios.

-Ahora que el no está, no se que haré, no podré proteger a Josh yo sola.

David me miró, justo como siempre, como una chica, una que necesitaba de el.

-Cuando el nació todos fueron felices, recuerdo que siempre querías cargarlo. Sonrió David tomando de mi mano, sus dedos eras suaves.

Lo miré con los ojos cristalinos, sentí que debía sonreír pero sólo logré quebrarme un poco mas. Lloré en sus hombros y me aferraba a su pecho casi enterrando mis uñas.

-¿Q-que quiere de mi?. Golpeé mi cabeza.

-Te quiere a ti, Patt.

-¿porque?. Sentí como mi mirada penetro en la suya, bajándola tímidamente.

-No es el momento de saberlo. Me aparte un poco molesta, después de tanto ¿como no sería el momento?

Iba justo a protestar, pero Josh interrumpió con un gesto que jamas olvidaré, así como el modo en que sus palabras calaron mi cerebro y congelaron los latidos del corazón.

-El me matará.

David se acercó a el precipitadamente.

-¿Puedes verlo Josh?, mi hermano no respondió, quedó mudo y fijo.

Comenzó a golpear su cabeza con el retrato de cristal del abuelo que tomó de una mesita de estar.

-¡Detenlo!. Supliqué a David al ver como su cabeza se desangraba por el filo del cristal haciendo sus mejillas mojar por las lágrimas.

-Es fuerte para ser un joven de 14 años. Comentó, aunque Josh no puso ningún esfuerzo después de que le quito el portarretrato.

-Josh, ¿Quien va a matarte?.

-El.

Su mirada se fijó en la ventana señalándola, fue la sensación mas horrible, pudo observarlo fijo y sin ser un sueño, estaba ahí parado, observándonos inmóvil y lleno de humedad, la noche se volvió mas fría, llenando de agonía la casa y tensión hasta la mas pequeña mota de polvo, un rayo luminoso cayó sobre el patio iluminando su rostro.

La bestia.

-Tomen mi mano. David juntó la izquierda conmigo y la derecha con Josh.

Desaparecimos.

¿A donde llegamos?, no lo sé era de noche, la luna se dejaba caer sobre un enorme río callado, los arboles nos dejaban en la oscuridad, David cargaba a Josh entre sus hombros, estaban dormidos sobre un roble, quizá la que se quedó dormida al llegar fui yo.

Me acerqué y vi como mi hermano tenia sangre en su frente y lágrimas secas en sus mejillas. No pude evitar sentirme culpable de sus pesares, este fin de año ha sido una tortura para nosotros.

Después dirigí mi vista a David, el hechicero de mi infancia y prácticamente quien me ha protegido de la bestia... Toda la vida.

Los dos hombres de mi vida se encontraban sufriendo por mi culpa, no había mas que yo lo solucionase.

Me senté a observar en las sombras, necesitaba tanto valor, mas que nunca si quería que esto acabase para siempre, hacia tiempo en mi vida había luz, ahora solo podía andar en la oscuridad.

-Es en la oscuridad, donde la luz más profunda de nuestro ser buscará salir.

David interrumpió mis pensamientos. Yo lo observé mientras el lo hacía con ternura.