Libro 1: Nepenthe
Libro 2: Halcyon
Para los que sobrevivieron a la guerra y siguieron adelante, la felicidad les esperaba a la vuelta de la esquina, simplemente tenían que encontrarla. Para James Potter, un giro equivocado lo llevó al lugar correcto...
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Renata, aunque todavía bastante confundida con la situación, hizo lo que las instrucciones le ordenaban, dirigiéndose al parque donde había conocido a James y Harry, junto con Sirius. Recordando aquel día en que había llevado a Enzo al parque con la esperanza de aclarar su mente, fue después de ser despedida de otro trabajo. Ella creía que estaba totalmente maldita en ese momento, creyendo que era imposible que mantuviera un trabajo. Entonces toda la situación cayó en su regazo, con Enzo persiguiendo a Sirius en su forma de animago. Sólo pensar en toda la experiencia la hizo revivir al darse cuenta de lo disfuncional que había sido todo.
Recordó que se disculpó con James porque él se preocupó de que Enzo intentara atacar a Harry en ese momento y ella había tratado de establecer que Enzo era en realidad extremadamente amigable, sólo para ser mordida directamente en la cara. La visión de su propia sangre la había hecho desmayarse, haciendo que la escena fuera mucho peor. Y sin embargo, a pesar de toda la locura que había tenido lugar en tan poco tiempo, había conducido a algo sorprendente. No sólo conoció a Harry, James y Sirius, tres personas que iban a convertirse en partes intrincadas de su vida, sino que la llevó a un viaje de curación que ni siquiera sabía que necesitaba.
Al tener la oportunidad de jugar con Harry todo el día, nunca hubiera imaginado que eso la llevaría a convertirse en la niñera del niño, y mucho menos en su madre después de un tiempo. Y pasar tiempo con James, no pensó que iba a convertirse en su empleador y luego en mucho más.
-Es curioso cómo resulta la vida a veces, ¿verdad, Harry?- dijo mientras cargaba a Harry sobre sus hombros cuando llegaron al parque -Aquí es donde te conocí.
Harry soltó un pequeño grito ahogado, aunque Renata estaba convencida de que no entendía realmente lo que le estaba diciendo en ese momento. Pero procedió a jadear y luego se puso la mano en el pecho antes de mirar hacia abajo.
-¿A mí?
Renata sacudió la cabeza, riéndose internamente de la influencia dramática que Sirius ejercía sobre la gente sin darse cuenta. Entre Harry y Adelmo, que se dieron cuenta de la naturaleza dramática del hombre, Renata creía que pronto iba a tener que lidiar con tres Sirius.
Al llegar al parque, Renata dejó a Harry en el suelo, haciéndolo caminar a su lado mientras empezaban a explorar la zona. Sabía que la siguiente pista tenía que estar en algún lugar, pero el parque era bastante grande, ¿dónde debía buscar primero? Técnicamente, el primer lugar en el que se había encontrado con James fue durante la refriega entre Enzo y Sirius, que estaba justo en el campo. ¿De verdad James había dejado la siguiente pista en medio del campo? Había un sinfín de posibilidades de que le ocurriera algo si lo dejaba al aire libre.
Confundida mientras caminaba por la hierba muerta que no había soportado bien las temperaturas más frías de la temporada, Renata no vio nada. Probablemente Harry ni siquiera sabía lo que estaban buscando y Renata no podía darle ninguna instrucción para que pudiera ayudar. Al cabo de un rato, Renata sintió que la respuesta estaba frente a sus ojos, pero no lograba descifrarla.
