Presentandose

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Salió cuidadosamente del cuarto de Bakugo con la playera en sus manos, aunque mostrando su confianza se dio la oportunidad de oler el aroma de la prenda.

—¡Así que tú eres el bastardo ladrón!

Para cuando se dio cuenta me habían arrebatado la tela negra, ignoró por completo el gruñido que emitió para ver molesto a su pareja.

—¿Gruñiste? —preguntó perdido Denki.

No le tomó importancia a las miradas de los rubios ni a la asombrada de Kirishima.

—Damela —exigió estirando su mano.

—Es mía —dijo Katsuki—. Ahora entiendo quién tomaba mis cosas, me devolverás cada una de las que tomaste de mi cuarto, bastardo.

Tomó la mano de Shoto para empezar a llevarlo al quinto piso y recuperar sus cosas.

Estaba muy enojado, hace dos días que varias de sus pertenencias no estaban, y lo hubiera pasado al ser cosas pequeñas como su bufanda y guantes; pero luego ya no estaban playeras, chaqueta incluso camisas.

Acusó al momento a su grupo de amigos, solo ellos serian tan idiotas para robar sus cosas. Pero luego de cerciorarse que no habían sido lo dejó.

Pensó que al amenazar indirectamente al culpable en frente de la clase todo eso dejaría de suceder. Y ya estaba cansandose que no fuera así.

Sintió como le era arrancada la playera, para después el bicolor soltarse de su agarre.

—¡¿Por qué me quitas mis cosas?! —gritó intentando acercarse.

—Las quiero —habló frunciendo el ceño.

—¡Ah, no, esa ni siquiera es una excusa!

El heterocromatico sintió como era jalado, pero no por Bakugo, era Kirishima quien lo llevaba de regreso a la habitación del ojirubí.

—¡Ven aquí, debiste decirlo antes, hombre! — comentó abriendo la puerta— Toma todo lo que quieras.

—¿Eh?

—¿¡Ah!?

—¿Vamos a desfalcar la cosas de Blasty? —cuestionó emocionado el eléctrico dirigiéndose hacia el cuarto, siendo detenido por el pelirrojo.

—No, no, solo lo hará Todoroki.

—¡Estás pero si bien perdido si crees eso! —reclamó.

—Hermano, Todoroki está anidando contigo.

Mientras que Shoto estaba en su mundo tratando de entender eso, los otros dos tenían la sorpresa marcada en el rostro.

Bakugo sintió la lógica de todo eso, tenía todo el jodido sentido que el otro tomara sus cosas, porque estaba construyendo su lugar seguro.

Pero la pregunta era qué tenía que hacer. Claro, había estudiado a fondo sobre los géneros secundarios. Sabía de todo con respecto a los betas y los omegas. Obviamente sabe a detalle sobre los alfas, porque le interesaba mucho ver las debilidades y fortalezas que tenía al ser uno.

Pero en ningún momento pasó por su mente tener que pasar por la anidación de su pareja.

Es decir, sabia todo, cómo se suponía debía comportarse al ser el alfa; pero ponerlo en práctica era algo diferente.

—¿Qué es anidar?

¡Y le tocaba el omega que no sabía nada sobre propio género!

—¿De qué hablas? —habló Denki— ¿Que nunca lo has hecho?

Se quedó pensado un momento, porque para empezar no sabia en qué consistía eso. ¿No era eso que hacían las aves? No tenía sentido que él hiciera.

—No recuerdo —dijo simplemente.

—Seguro es porque eras joven, todos los omegas anidan con su familia cuando se presentan como uno —explicó de manera paciente el teñido.

Eso era una de las cosas básicas que debería saber, si no fuera porque Endeavor lo privó de eso.

Porque al momento que su genero salió a luz el hombre intensificó los entrenamientos, no dejó que se le enseñara o buscara información más que la que le era proporciona en la escuela.

Que solo era una vista superficial sobre lo que pasaría, a los cinco años solo hablaban de los lazos. No fue hasta quinto año cuando se les enseñó algo de los llamados celos, unión y demás.

Esta de más decir que eso no bastaba, y la escuela no se molestaba en enseñas más allá porque era responsabilidad de los padres y de ellos mismo indagar sobre eso.

Y para el héroe en llamas no había cupo para que pensara en todas esas estupideces, menos que pensara en conseguir un alfa que le quitaría tiempo.

—¿Qué se hace? —indagó curioso.

Los amigos de Katsuki sonrieron para entrar de lleno al cuarto, siendo seguidos por el dueño; para explicar todo lo que sabían.

—Veras —empezó el pelirrojo—, básicamente los omegas hacen un nido con varias pertenencias de una persona a la que son muy cercanas. Esto es por el olor, los hace sentir seguros.

Asintió muy atento, al menos en ese momento estaba viendo como profesores a los chicos.

—Por eso empiezan por la familia —tomó la palabra Denki—. Pueden de miembro en miembro o juntar todas las prendas.

—¿Cuánto dura?

—Lo normal es una semana, a veces puede extenderse —continuó—. Luego llega la etapa donde anidan con su pareja, ¡que es lo que estás haciendo!

El rubio cenizo desvió la mirada a pesar de que no lo veían, y es que era jodidamente vergonzoso saber que era importante para Shoto hasta el grado de hacer algo así.

—Es lo mismo que con la familia —le dijo Kaminari—, harás un nido con cosas que tengan en olor de Blasty.

—Ni lo creas, ya tienes bastantes de mis cosas —regañó.

Kirishima fue hasta él para poner su brazo en el hombro ajeno, tenía una misión; convencerlo de que ceda sus cosas.

—No seas así, es muy malo que le niegues eso. Es su instinto que le dice que lo haga, en pocos días se detendrá.

—¡Sí, Kat-Chan! Además debes sentirte halagado, es una forma indirecta de decirte que eres importante para Todoroki.

El bicolor asintió dándole la razón a Denki. Pues no era mentira, a decir verdad se sentía muy bien estando entre las ropas de Katsuki.

—Tampoco te ha quitado mucho —alegó el eléctrico—, solo un par de guantes, una bufanda y dos playeras. Tienes mucha en tu armario.

—Solo quiero esta —habló finalmente Todoroki alzando esa tela negra—, por favor.

Que se joda, odiaba y le gustaba tanto como se veía con un tono rosa y sus pupilas dilatadas.

Accedería, solo porque también le preocupaba que no lo haya hecho con los integrsntes de su familia. Sí, sabía poco, pero era algo que los de su género tenían que hacer para un desarrollo adecuado.

En su mente ya había maldecido a Endeavor demasiadas veces.

—Ya qué —cedió.

Su rostro se prendió en rojo cuando su novio, además de darle un beso en la mejilla, lo abrazó por el cuello.

Las miradas de los idiotas ya le decían que lo molestarían con eso.

Shoto salió directo a su propia habitación sin despedirse de nadie. No le tomaron importancia, los omegas suelen ser distraídos con ciertas cosas a la hora de su nido.

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