Capítulo XX

275 16 2
                                    


Con el transcurso de los días el clima empezó a hacerse más y más frio, las nubes empezaban a apoderarse del cielo y el castillo empezaba a decorarse para Halloween, pero Dante ignoraba todo eso y se limitaba a prepararse para su batalla contra el espíritu del agua, la noche antes del día señalado, el chico se encontraba con sus amigos en la sala de menesteres alrededor de una mesa en la que habían dispuesto un mapa del lago del castillo hecho a mano.

-Muy bien, repasemos lo que cada uno tiene que hacer una vez comencemos –dijo Dante colocando un anillo común y corriente en el centro del lago –usando con la thunderwild iré al fondo del lago y comenzare con el ritual.

-Mientras tanto yo estaré en la sala común de Slytherin –Howard coloco una pequeña estatuilla de un mago sobre una escoba, en el lugar donde la sala común de su casa daba al lago –correré las cortinas del ventanal y me asegurare de que nadie observe lo que está sucediendo en el fondo del lago.

-Usando mi escoba yo me mantendré sobre el lago vigilando de que no pase nada fuera de lo común –Scarlett coloco la pieza de la reina de un ajedrez sobre una parte del lago –si veo que alguna de las criaturas que viven en el fondo se alteran yo tengo que asegurarme de que no haga nada que pueda exponernos.

-Y yo estaré en la orilla –Ivy coloco una estatuilla de una doncella con vestido en la orilla del lago más cercana al castillo –patrullare alrededor de esta asegurándome de que ningún estudiante o profesor o alguien más se acercó más de lo necesario.

-Una vez la batalla comience no puedo predecir donde terminara –Dante recorrió con el anillo todo el lago.

-Si durante la batalla el ventanal de la sala común es dañado tendré que repararlo inmediatamente –dijo Howard.

-Si quiero darle el golpe final al espíritu, necesitare sacarlo si o si del agua.

-Una vez lo atraigas fuera del agua Ivy o yo tendremos que retenerlo con un hechizo para inmovilizarlo –dijo Scarlett.

-Un hechizo común no funcionara –dijo Dante –¿recuerdan el que les enseñe?

-Si –dijeron las dos chicas al unísono.

-Bien, una vez todo acabe habrá de actuar rápido –dijo Dante –perderé el conocimiento por un momento después del golpe final, no me muevan hasta que me despierte a no ser que me hunda y me pueda ahogar, pero apenas vuelva en mí, tienen que darme de beber una de estas –Dante coloco tres frascos con una posición azulada en el interior –me ayudara a recuperarme de las heridas y el cansancio.

-Pero si vemos que hay una herida mortal te llevaremos a la enfermería inmediatamente –dijo Ivy.

-Howard, cuando la batalla termine saldrás de la sala y correrás hasta el lago para darle apoyo a las chicas, ya sea para ayudarlas a cargarme o para encontrar la thunderwild y traerla aquí lo más discretamente que puedas.

-Entendido.

-Bien... ¿alguna duda?

-Yo tengo una –dijo Ivy –¿Cómo haremos para alejar a las personas si ya hay un grupo numeroso?

-Por suerte llevaremos a cabo el ritual justo después del toque de queda, con la suerte de nuestro lado solo tendremos que preocuparnos por el guardabosque, algún profesor y uno que otro estudiante o muy valiente o muy tonto para estar fuera de la cama a esa hora.

- ¿En qué categoría caemos nosotros? –pregunto Howard.

-Mmm... ¿les parece un punto medio?

-Me basta.

-Si no hay más dudas entonces estamos listos...

Al día siguiente el clima auguraba una noche tormentosa, desde que salió el sol hasta que se ocultó, nubes de tormenta se habían adueñado del cielo, dejando una oscura y fría noche, para cuando se dio el toque de queda, los cuatro amigos ya estaba preparados, Howard, Dante y Scarlett se separaron en la sala común de su casa donde el primero de ellos le deseo suerte al otro chico mientras colocaban las cortinas en los ventanales que daban al fondo del lago.

El mago anilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora