El mago anillero

Capítulo XXI

- ¡DANTE!

El chico despertó sobresaltado en su espacio interior, todo seguía igual que la última vez, oscuro y vacío, pero ahora el dragón lo estaba observando muy de cerca, Dante tuvo que levantarse del suelo con la pequeña capa de agua y alejarse unos pasos para poder ver como la bestia ahora consistía en fuego, tierra y agua, bailando caóticamente en su cuerpo.

-Dragón... lo conseguí...

-Felicidades Dante, has superado otra prueba y en el proceso has obtenido unos valiosos aliados.

-Puedo...

-Te aseguro Dante que puedes confiar en ellos.

- ¿Cómo lo sabes?

-llámalo... presentimiento.

Dante bajo la mirada, aún tenía dudas, pero escuchar del propio dragón que podía confiar en los chicos alejo gran parte de ellas, así que miro a la bestia alada y dijo:

-Entonces confiare en ellos, ¿ahora qué sigue?

-Ahora siguen los espíritus más peligrosos de todos, los espíritus de aire.

-Entiendo, aún tengo tiempo para prepararme así que...

-No, Dante –interrumpió del dragón –los espíritus del aire obedecen otro tipo de reglas.

- ¿Qué reglas? –pregunto Dante temeroso.

-Por algo son el último de los elementos que se deben dominar, ellos solo van tras los magos que ya han pactado con los otros tres elementos, tú tienes que seguir invocándolos para luchar contra ellos, pero ellos te pueden atacar sin que los llames.

- ¿Cuándo atacaran?

-Cuando menos lo esperes, gracias a que has mejorado tus sentidos haciendo tres pactos, podrás sentir cuando estén cerca, una vez los sientas tienes que entrar en acción.

-Entiendo, no debo bajar la guardia.

-Ten cuidado Dante, son caóticos y muy peligrosos, también son los más rápidos de todos, tienes que prepararte bien.

- ¿Eso es todo?

-Por ahora Dante, tengo fe en ti, sé que superaras esto y una vez lo hagas...

-La prueba final.

-No, una vez superes a los espíritus del aire, tu verdadero recorrido como un mago anillero comenzara.

Y con esas palabras, el dragón se elevó hasta desaparecer de la vista...

Dante despertó flotando en medio del lago de Hogwarts, estaba adolorido por los golpes, entumecido por el frio del agua y el aire y cansado por toda la magia que uso, la tormenta seguía cayendo, pero entre el agua que le salpicaba la cara, pudo ver como un pequeño resplandor azul se acercaba a él y se detenía a pocos centímetros de su rostro, un anillo con una gema azul en forma de gota de agua flotaba frente a él.

Con dificultad, levanto su mano y agarro el anillo, mientras esbozaba una pequeña sonrisa vio como Scarlett que ya no tenía el hechizo de camuflaje se acercaba a él montando su escoba.

- ¿Dante? –pregunto preocupada.

-Scarlett... arg... lo logramos –dijo Dante apunto de desmayarse.

-Gracias al cielo –Scarlett suspiro de alivio –casi me das un susto de muerte cuando estabas en caída libre, el agua se elevó para amortiguar tu impacto ¿Qué fue eso?

-Una buena señal... Scarlett si no te molesta, siento que me voy a desmayar en cualquier momento.

-Claro.