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La junta parecía no acabar, yo miré el reloj en quince minutos, la una.

—Bueno, creemos que eso es todo su alteza

—Bien, las dos propuestas están bien, pero me gustaría pensar un poco, de qué decisión voy a tomar, necesito un informe del otro tema, para revisar, y le haré llegar un correo para definir

—Sí, está bien

—Debo irme

Me puse de pie saliendo, llegaría tarde.

—Envíales un mensaje que llegaré cinco minutos tarde

—Claro —Dijo Maritza

Salimos por el estacionamiento, incorporándonos en el tráfico, al llegar había un montón de prensa que nos había seguido, desde la empresa, los guardaespaldas fueron los primeros en bajar, luego yo; entrando a empujones al restaurante, camine hasta la mesa con la mirada de algunos encima.

—Lamento la demora, parecía que nunca acabaría con la junta ¿Ya ordenaron? —Pregunte sentándome, junto al resto, seguida de Esteban y Maritza

—Estábamos esperándote —El camarero me trajo la carta

—Cuando estén listos para ordenar llámenme

—Podemos hablar después del almuerzo o hacerlo mientras comemos —revise la carta

—Cualquiera de las dos está bien

—Pensé que vendría más gente —Inquirí

—No ellas se fueron de spa —Respondió Paulina

—O Spa

—¿Están listos para ordenar?

—Si por favor

El mesero empezó a tomar la orden mientras yo revise algunos mensajes, guarde el teléfono cuando pedí, y este se fue.

—Bien, ¿A quién vamos a fastidiarle la fiesta y porque?

—Cobraremos algunas deudas

—¿Seremos los de cobranzas ahora? —Tomás asintió —Bien, yo necesito saber como es que vamos a hacerlo, tengo muchas cosas que resolver, y no quiero que se toque con mi horario —Saque mi teléfono

—¿Mucho trabajo?

—Demasiado —Conteste a la pregunta de Nicolás —Acabo de mandarles mi horario, para planificar como cuando y donde, cabe decir que tenemos que terminar antes de navidades porque le prometí a mi hijo ir así que

—No te preocupes, será rápido

—Supongo

—Su majestad —El camarero regreso —El señor de la barra le envía esto, y espera que disfrute de su almuerzo

—Gracias —Deje la copa a un lado

—Quería saber si gustan algo de tomar —Comenzaron a dejar los platos —Tenemos vinos tintos y blancos, hay una nueva cosecha, que es dedicada a la princesa, por unos de sus admiradores, tiene muy buenas críticas

—No escuchado de él

—Sí, vendemos solo la botella

—Traiga dos, por favor

—El lugar es muy lindo

—Sí, la comida es deliciosa

—Definitivamente

—¿Qué tal la empresa?

—Está bien, no quejo, aún se siente muy pesado

Conversamos muy poco, se sintió algo incómodo, no sabía qué decir, cuando el camarero dejo el vino en la mesa, había un logo, la botella de silueta de una princesa. Probé él vino con todas de la ley, el camarero me miro expectante.

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora