Quiero Amarte[En Físico]

¡Extra!

🌟Nicol🌟

Es nuestro primer aniversario de bodas, y estoy muy ansiosa por contarle las buenas nuevas a Darren. Mientras cargo a mi pequeño de diez meses de nacido en mis brazos, pienso en la hermosa y maravillosa vida que hemos construido hasta el día de hoy. Sé que aún falta mucho por vivir y, aunque aveces tengamos nuestras pequeñas discusiones debido a los aljetreados días en el consultorio, o por qué suele olvidarse de tomar sus medicamentos, al final de la noche todo queda olvidado, además que nuestro amor es mucho más fuerte que esas pequeñas diferencias que tenemos.

Damián es una replica exacta de mi suegro, según dice mi madre, que le odié lo suficiente como para qué mi bebé saliera igual a él. No es que lo odie, solo que durante el embarazo no soportaba ni escuchar su voz. Ante eso no pude hacer absolutamente nada, de hecho, en el ahora, nuestra relación es muy buena. Han resultado ser unos abuelos muy amorosos y algo consentidores para con el pequeño tesoro de todos. Marissa, mi pequeña cuñada; compró el restaurante de la falsa rubia de Lucy, la cuál vive en Francia. Nunca más supimos que sucedió con ella después de la venta del restaurante. Supongo que se dió por vencida, al darse cuenta que mi osito ya tiene quién lo ame. Mari, ha luchado arduamente para sacar sus sueños adelante; y lo ha logrado en muy poco tiempo, aunque un restaurante la consume demasiado, ha empezado a ver cada fruto de sus esfuerzos.

Aranza y Sammy se encuentran en una disputa para acceder a la custodia total de un pequeño niño que mi hermana salvo de morir. Las leyes han sido algo duras con ellas debido a su matrimonio del mismo sexo, pero cada día luchan por obtener el derecho a ser madres, asimismo, Aranza se practicó una inseminación artificial, y milagrosamente a quedado embarazada mediante dicho tratamiento; sin embargo, no van a descansar hasta obtener los derechos legales del pequeño Matthew.  Mis padres nos suelen visitar cada cierto tiempo, algunas veces duran semanas acá; disfrutando de sus hijas y de su nieto. Mi familia lo es todo, somos un gran mundo que gira a un mismo y propio ritmo.

— Papá estará muy feliz, así como tú lo estás, mi amor — hago cosquillas a Damián y suelta un risotada contagiosa.

La puerta principal resonó y Damián agitó sus brazos y piernas mientras gangusea haciendo unas muecas muy tiernas, cada uno de sus gestos me derrite el corazón de amor. Mi pequeño se pone muy feliz cuando el papá llega del trabajo cada tarde.

— Hola, mi amor — Darren besó mi cabeza y dejó otro en la de Damián —. ¿Qué tal estuvo el día de mis amores bellos?.

— Estuvo bien, mi amor. ¿Y el tuyo? Te ves algo cansado — se acostó junto a Damián y lo alzó en sus piernas —. Deberíamos dejar la cena para el sábado, osito.

— No, mi amor. Es nuestro aniversario.  Descanso un rato y luego vamos a cenar. También quiero estar a solas contigo, solecito.

— Mi amor, igual yo. Pero recuerda que no debes hacer mucho esfuerzo, ya sabes, mi amor. No quiero sonar cómo una grabadora a todo momento. Podemos cenar acá en casa con Dami, ver películas y pasar un un rato agradable los tres, ¿qué dices? Además, podemos dejar la cena para el sábado o el domingo que estés libre y descansado del trabajo.

Se me quedó viendo con una tierna sonrisa en sus labios.

— Tienes razón, mi amor. Me he sacado la lotería con una mujer tan dulce y comprensiva como tú, solecito — se quedó varios minutos hablándole y jugando con Damián, y más feliz no puedo ser.

Es un padre amoroso, tierno y excelente. A pesar de estar agotado por el trabajo, siempre saca pocos minutos para jugar con nuestro hijo. La felicidad que veo en su rostro no tiene precio alguno. Entre los dos hicimos la cena mientras Damián dormía plácidamente en su cuna. Aprendí a cocinar gracias a mi osito, él me ha enseñado muchas cosas, de las cuales cada una agradezco enormemente, por su dedicación y paciencia, pero sobre todo por ese amor único que solo él me brinda.

— ¿Te gusta cómo sabe, mi amor? — colocó una cuchara en mis labios y probé de la salsa.

— Humm, está deliciosa — gemí, y sonrió ladeado sin dejar de mirar mis labios.

— No más que tú — sonreí, a lo que embarró más salsa en mis labios y la probó directamente de mi boca. Me vuelve loca cada que hace eso —. Se me ha antojado la salsa en tu rica carne, mi amor.

Tomó mi cintura y me apegó contra su pecho, haciéndome sentir su erección, sin dejar de besarme. El llanto de Damián me hizo reír, pues ya me tenía acorralada contra la isla de la cocina. En la noche, cuándo estemos a solas en nuestra habitación; me hará padecer y explotar como siempre lo sabe hacer. En la mesa Darren le dió de comer a Dami de su crema de verduras, mientras cenamos y hablamos de cosas sin importancia. Reímos ante los bellos pucheros que hace nuestro hijo al comer, y como cada tarde nos sentamos en el sofá a mirar una película después de la cena.

— ¿Osito? — dije sin apartar mis ojos de la pantalla.

— Sí, mi amor — respondió.

— Tengo una sorpresa para ti, mi amor. Ya vuelvo — me levanté y fui corriendo al baño para sacar la caja dorada del interior de un cajón —. Mira mi amor.

— No debiste, solecito — tomó la caja y sonreí.

— No digas nada y ábrela — sonrió deslizando la cinta roja que la envolvía.

— Espero te guste, osito — sacó el test de embarazo y una nota que leyó en voz alta.

— Osito, cómo te has dado de cuenta, al parecer estoy embarazada. ¿No te hace feliz, mi amor? Esta vez tendremos un pequeño sol. Serás el mejor de los padres como hasta ahora. Te amo, mi amor, sabes que sin ti no soy nada. Eres el amor de mi vida, el hombre más maravilloso que existe sobre la tierra; y tengo la fortuna de que seas completamente mío... te amo, osito.

Se levantó de un salto del sofá y me abrazó fuertemente. De nuevo su corazón late intranquilamente mientras sus lágrimas mojan mi cuello y parte de mi hombro.

— Mi solecito, como no ser feliz junto a la mujer más bella y maravillosa del mundo entero. Cómo no serlo si me has dado la enorme dicha de ser padre, no solo una, si no dos veces. Mi amor, no sabes lo mucho que te amo. Cada día el despertar a tu lado es una enorme felicidad. Gracias, mi vida— acarició mi vientre y besó mis lágrimas hasta que nuestros labios se unieron...

Tenemos una vida entera para ser felices uno en manos del otro. Nuestros hijos nos empujan a cada día ser mejores personas, y salir adelante con ellos. Cada paso que hemos construido juntos, es el sendero de la felicidad y la alegría para nuestros hijos. El sol por más alto y lejano que se encuentre siempre iluminará cada rincón con sus rayos de luz. La luna brilla cada fría noche, y nos arropa en su manto en búsqueda de calor; es ahí, donde dos almas como las nuestras se entregan en cuerpo y alma al amor. Nuestro destino estaba escrito desde un comienzo, tarde que temprano nuestro amor iba a florecer de la más hermosa manera, y que mejor, que traer un bebé al mundo; para complementar la felicidad de un hogar bendecido por las manos de Dios. Nuestra vida juntos hasta ahora empieza, y mi corazón me grita que he tomado la mejor decisión al haberme enamorado de mi falso cuñado, y que ahora es mi esposo y mi compañero, hasta que Dios nos diga basta.