This Is Me

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A veces sólo necesitamos un poco más de tiempo...

Tiempo para arreglarnos y poder salir.

Tempo para disfrutar una tarde lluviosa con un buen café.

Tiempo para leer ese libro que compraste meses atrás.

Tiempo para aceptar esa cena pendiente.

Tiempo para conversar con ese amigo.

Tiempo para vivir o sobrevivir.

Toda mi vida he sido sobreviviente de mis propios decisiones, la verdad es que tengo esa nada agradable habilidad de poner en riesgo toda mi existencia por impulsivas acciones, desde saltar en paracaídas teniéndolo fobia a las alturas hasta comer sin parar. Quizá inconscientemente lo que realmente quiero es morir. ¿Quién no ha pensado en eso? La vida no es justa y todos los sabemos.

Llevaba 3 meses "Sobria" "rehabilitada" y antes de estos 3 meses, llevaba un año y antes de ese año... Bueno, las famosas "recaídas" eran una tremenda mierda.

Desde que tengo memoria, siempre he tenido una lucha imparable conmigo misma, tenía un autoestima de porqueria y una carencia de amor propio. Quizá porque mi padre abandonó a mi madre a tan sólo un año de graduarse de la universidad ¿Por qué? Por mí, ella tuvo que dejar la escuela y trabajar al sentir el rechazo de toda su familia y realmente luchó mucho para salir adelante, trabajó tan duro y sin descanso que pudo poner una pequeña cafetera que nos daba una vida digna para el hogar y mantener la cafetera, lamentablemente no tan digna como para pagarme una escuela de diseño en París.

Si tuviera que dar una presentación de mí, diría algo como:

Hola, soy Lydia Watson, tengo 27 años, no tengo una carrera universitaria y trabajo prácticamente para mi madre, sólo he tenido un novio formal en mi vida y ese novio me engañó, me llevó a límite de mis emociones y de ahí caí en el abismo de los transtornos.

Y es que me aterra el abandono, no soy la clase de persona que le gusta amar y ser amada, no planeo mi vida junto a un hombre, no tengo pareja ideal, no tengo nada de amor que dar y no es para menos, la primera vez que me arriesgué a dar todo por alguien, bueno, ese alguien me hizo mierda.

A los 17 años empecé con mis transtornos alimenticios y a los 21 con el alcoholismo, me sometia a ayunos extremadamente largos y bebía vodka en un termo de café que decía “Good Morning” cada vez que comía con mi madre evitaba los carbohidratos y contaba las calorías, pero muchas veces (principalmente cuando estaba sola en casa) tenía un "inconsciente” apetito voraz que me hacía comer hasta vomitar, en infinitas ocasiones comía en el piso de el baño porque al terminarse la comida, lo siguiente era vomitar, tomar laxantes y beber alcohol. ¿Soy a la única que el alcohol le quita el hambre? Porque era lo único que me impedía caer en las garras de la comida. Tiempo después y con un merecido ayuno, mi cuerpo me pedía vomitar sin necesidad de usar los dedos, un premio doble como lo llamaba yo, esa “dieta”  alcohol - atracón - vomitar/ laxar- alcohol me había llevado a mi pese ideal de 45kg y debo de admitir que aún así me veía muy gorda.

Pero la vida me dio una segunda oportunidad... De la peor manera, claro.

La noche de un domingo cualquiera de cualquier mes, me encontraba en el piso de el baño (exactame al lado de el retrete) comiendo una cubeta de 16 pz de pollo frito y ensalada, una botella de vino y un pastel de chocolate para 6 personas, al parecer ayunar 5 días, alcohol y tragar como un puerco no habían sido una excelente idea, mi cuerpo entró en una especie de shock que casi me lleva a la muerte. Mi madre llegó pasando la medianoche y lo primero que hizo fue a ver si dormía, al no encontrarme en mi cama y ver la luz de el baño encendida y escuchar la música a todo volumen, supo que algo no andaba bien, su hija de 22 años y 45kg se encontraba tirada en el piso con toda la ropa y rostro vomitado, comida regada por todas partes, alcohol derramado en la tina de baño y vómito esparcido en el retre, el lavamanos, el piso, las cortinas, vaya! Una verdadera asquerosidad.

De milagro sobrevivi, no estaba conforme pero estaba agradecida, después vinieron las rehabilitaciones, terapias y con ayuda y esfuerzo pude tener un peso saludable y beber café en mi termo.

Claro que todo ese avance se jodio cuando él llegó a mi vida y claro que no lo culpo, pero dos mentes inestables no pueden enamorarse.

Aunque él me dio algo que no sabía que necesitaba y fue una tercera oportunidad de vivir.

Don't Die Before I Do (No Mueras Antes que Yo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora