Changbin solo pensaba que Seungmin era un genio. Una semana había pasado desde que tuvo su encuentro a solas con Felix en el lago.
Siguió al pie de la letra todo lo que Seungmin le dijo y de verdad que Felix había escuchado sus palabras. Era como... ¿magia?
Los planes de su boda habían sido retomados y cada vez estaba más cerca de su meta. Seungmin definitivamente era como una especie de dios o algo así.
— ¡Ay! — Se quejó el omega luego de separarse de aquel beso con su prometido. — No me muerdas Binnie, sabes que no me gusta —
— Lo siento bebé — No debía olvidarlo, ser sutil constantemente. No debía dejar que se notara demasiado que estaba usando su voz de mando y sus feromonas para manipular a Felix todo el tiempo.
— S-solo.. No lo hagas de nuevo — Musitó el menor desviando su mirada con las mejillas ligeramente sonrojadas.
— Dime bebé, ¿Cuándo es tú próximo celo? — Preguntó en un susurro, aún sin separarse demasiado de aquel bonito omega el cual mantenía aprisionado en sus brazos.
— Mmmm, no lo sé — Respondió colocándose de pie, había estado mucho rato perdiendo el tiempo con Changbin. Y nuevamente comenzaba a dolerle el pecho sin razón alguna. Era un dolor tan desgarrador que el aire era arrebatado de su pecho sin él poder hacer nada. Frunció su ceño, para luego soltar un quejido mientras se alejaba del abrazo que le proporcionaba el pelinegro.
Estaba dejando de lado algunas de sus responsabilidades y sus labios ya estaban bastante hinchados.
— ¿Otro dolor? — Inquirió el pelinegro ligeramente frustrado a lo que Felix solo asintió.
— C-creo que debería irme ya. Me estoy tardando bastante, no quiero hacer enojar a Hyunjin —
—Ven anda, solo un último beso —
Y el omega sencillamente cedió, nada más porque el alfa se lo pedía. Las cosas estaban volviendo a tener su orden, o eso creía.
Las migrañas eran cada día más recurrentes, pero nada podía compararse al exasperante dolor que se instalaba en su pecho cada noche. Le costaba respirar algunas veces pero trataba de seguir adelante sin darle mucha importancia. Aún no se lo había comentado a su mejor amigo, solo le pedía algunas infusiones calmantes de vez en cuando.
¿Estaría enfermo? No lo sabía, y no quería darle tanta importancia tampoco. Asumía a que tal vez se debía al estrés que estaba sintiendo por haber retomado los planes de su boda o algún desorden hormonal... Era normal, ¿No?
Estaba comiendo bien, aunque a veces tenía lagunas mentales y una ola de tristeza azotaba completamente su cuerpo. Había noches en las que lloraba sin razón y su pecho dolía más que otros días, quería arrancarse el corazón para intentar calmar ese dolor. Pero al despertar todo parecía estar bien... Su omega interno se mantenía por alguna razón manso. Como si estuviese dormido y su lado racional era el único que operaba.
No quería admitirlo pero a veces se sentía muy extraño. Como si algo le estuviese pasando sin darse cuenta. ¿De verdad estaba enfermo?...Tal vez debería contarle a Hyunjin sobre eso, o a su padre. Aunque insistía en que no quería hacerlos preocupar de ninguna manera.
Caminó tranquilo, ignorando la presión que sentía en su pecho hasta llegar al inicio de la laguna. Por donde debían subir un pequeño camino de tierra y sencillamente comenzar a subir y a subir hasta la cima de aquella montaña. Habían caminado juntos por varias mucho más altas pero eso no quitaba que sería un largo viaje.
Hyunjin estaba arrodillado frente al arroyo que bajaba de la montaña, ese que daba pie a la cascada de la laguna observando el agua correr entre las piedras mientras un trozo de tela apretaba su antebrazo. Suspiró, era extraño tener que sanarse a si mismo de heridas puesto a que siempre se estaba cuidado. Pero ahora debía cuidar que ninguno de los rasguños de sus brazos se infectara.
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el extranjero ✦ chanlix omegaverse!
Fanfictionㅤㅤ ㅤㅤ ── ⋅ ⋅ ⋅ ─── ꒰ 🍃 ꒱ ─── ⋅ ⋅ ⋅ ── ❝El destino me tiene atado a ti❞ ㅤʚ En una tribu australiana, el omega más codiciado estaba preparándose para su boda. Sin embargo, días antes de la ceremonia ━junto a su prometido━ resca...