Yoru ni Kakeru

La Tentación de Thanatos (Historia 1)

Fué el 15 de Agosto. El sol ya se había puesto, pero un aire húmedo y caliente rondaba en el área.

Mientras subía las escaleras del apartamento, un sudor interminable emanaba de mi cuerpo.

'Adios' [さよなら]

Fue un mensaje de LINE de 4 caracteres de ella.

Inmediatamente sabía lo que significaba.

Yo, quien estaba trabajando a pesar de las vacaciones de Obon, me dirigía a mi apartamento. Y, en el techo, fuera de la cerca, la encontré a ella con los ojos hundidos.

Ésta sería la 4ta vez que la veo intentar suicidarse.

Se dice que hay 2 tipos de seres humanos en este mundo.

Aquellos con un instinto para vivir - personas dominadas por 'Eros'. Y, aquellos con instinto para morir - personas dominadas por 'Thanatos'.

La mayoría de las personas en este mundo son de las primeras, pero, no hay duda de que ella formaba parte de la siguiente.

Sabía que ella era controlada por 'Thanatos' desde antes que empezáramos a salir.

Y por tanto, eso no debería de sorprenderme. La conocí por primera vez cuando le ayudé mientras ella intentaba suicidarse en el techo, como ahora.

Esta era la misma chica que se movió a este mismo condominio. Ella, con sus inocentes ojos redondos, labios carnosos y lindas características faciales; quien tenía una efímera y soñadora expresión, tocó mi corazón instantáneamente. Pienso que fue algo así como amor a primera vista.

Desde entonces comenzamos a hablar sobre varias cosas, y nos volvimos amigos muy pronto. Para mí, quien vivía solo y por mi cuenta, mientras trabajaba en una empresa negrera (una compañía explotadora), la chica era como un ángel que había descendido del cielo para mí.

Yo me preguntaba una cosa.

Siempre que ella planeaba suicidarse, siempre me contactaba. Y entonces esperaba mi llegada.

Yo pienso que morir solo, sin dejárselo saber a nadie, es mejor. Pero, podría ser que, como cuando nos conocimos. Que en algún lugar de su corazón ¿quería que la detuviera y que la ayudara? eso es lo que yo interpreté por mi cuenta.

Esa es la razón por la que subiré las escaleras y haré lo mismo esta vez también.

―¡hah...! ¡hah...!

Llegué al techo del apartamento.

Estando al otro lado de la cerca, encontré la espalda de ella.

―¡Espera...!

Pasando la valla, tomé su mano. Su mano estaba fría, lo contrario al aire húmedo.

―¡Déjame ir! ―era una voz adorable y efímera, similar a una campana. Me gustó su voz.

―¡¿Por qué estás haciendo esto? tú vas...!

―Porque quiero morir pronto.

―¡¿Por qué...?!

―Porque el segador está llamando.

La chica, ella puede ver al segador. Se dice que es una sintomatología rara de las personas dominadas por Thanatos. Y también que, solo puede ser visto por ellas.

―No hay tal cosa como un segador. Lo sabes.

―¿Por qué no me entiendes...?

Siempre que niego la existencia del segador, ella siempre llora.

El segador aparentemente toma la forma más atractiva para quienes lo ven. Es decir, toma la forma de la persona ideal.

Siempre que ella mira fijamente al segador ( aunque para mí solo me parece estar mirando al vacío) hace una expresión como una chica que se ha enamorado. Como si estuviese enamorada de él.

Odio esa expresión.

―No lo veas a él. Mírame a mí.

―No quiero.

Ella intenta sacudir mi mano, así que inconscientemente la agarro con fuerza.

―¡Eso duele...!

―¡Lo siento!

Pero bueno, no es tu culpa. Porque trata de sacudir mi mano. Porque no volteas a verme.

―¡El segador no hace tal cosa, sabes...!

Algo oscuro surge en mi corazón.

―¿Por qué...?

Por qué, a pesar de que te amo tanto, no me miras.

En algún lugar de mi corazón pensé que era ridículo estar celoso del dios de la muerte, pero eso ya no me importaba.

―Ya no quiero lidiar con esto.

Yo también.

―Ya estoy cansada de esto, lo sabes.

Estoy cansado de esto también.

―Quiero morir pronto.

―¡Quiero morir también, sabes!

En ese momento la chica levantó su cabeza.

Ella sonrió.

Tan pronto miré su sonrisa, de inmediato sentí que la oscuridad surgida en mi corazón había desaparecido.

Huh. Podría ser.

―¿Finalmente te diste cuenta?

―Ahh... finalmente lo entendí.

―¿En serio...? Me alegro...

Ah, ya veo.

La razón por la que me llamabas cada vez que intentabas suicidarte, no era porque querías mi ayuda.

Tú me querías llevar contigo.

El 'Segador' para mí, era Ella.

Una brisa fresca sopla. De inmediato no sentía el calor ni la humedad.

―Ok. ¿Podemos irnos?

―Ahh, vámonos.

Tú y yo. Tomados de la mano.

Con el fin de escapar de la irritación que nos trae este mundo.

Corrimos hacia el cielo nocturno.

FIN