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— y, ¿Que te dijo liss?.

— Ari, liss me dijo que me amaba.

No pude aguantar y estalle en carcajadas.

—¿Estás hablando en serio, angel?

— que si, mujer ¿Tan inalcanzable me veo?.

— no es eso, súper modelo. Solo me parece raro que te dijera eso luego que te engañó con Andrés, jajaja.

Me gustaba ver la cara de mi mejor amigo, aún no logro saber porqué, bueno no sé el porqué de la mitad de lo que hago pero no me hagan caso.

Su cabello negro le cae hacia un lado de su cara, sus ojos marrones... Tan fáciles de leer.

— eh, angel...

—¿Hum?.

— n-no, nada, nada.

— Ari, ¿Que paso?

— nah, nada importante, solo quiero un helado.

— ¿Helado?, ¿A las 10:30 pm?

— si, genio, ¿Vamos?

—vamos.

Si hay algo que me encanta, son las luces y el helado.

¿Por qué?

Ni idea.

¿Lo mejor?.

Angel me había llevado a una heladería nueva que estaba abierta 24/7 y tenía luces LED por todas partes.

Genial,¿No?

Él pidió de chocolate con oreo.

El mío era de torta Suiza y  una bolita de galleta.

Estoy comiendo mi helado muy feliz de la vida cuando un chico pasa a mi lado, no le preste mucha atención, nunca me atrajo eso de ver a los chicos y ya estar babeando y eso de "alagarlos" menos, ya bien alto tenían su ego y no pensaba contribuir a qué crezca un poco más.

  Intenté ignorarlo, de verdad que lo intenté, pero es que era muy lindo y eso no ayudaba.

Era alto, (más que yo, para eso debía medir 1,83 o algo así) usaba gafas, ojos color miel, nariz derecha, no estaba muy musculoso pero era perfecto así, su color de piel era pálido, muy pálido.

Si hay algo difícil de hacer, es deslumbrar e impresionar a Ariagna Danshec, más fácil es casarte con una de las Kardashian, pero lo hizo.

Angel me miró perplejo, nunca me había visto sonrojada porque un chico me mirara. Puedo apostar a que esperaba que yo le gritara algo tipo "HEY TU, ¿QUE ME VES?, TENGO CARA DE VITRINA ¿O QUE?". Si, esa solía ser mi reacción.

—ari, ¿Te sientes bien?— hizo un ademán de tomarme la temperatura.

—si, estoy bien, ¿Por qué?.

— ¡Y todavía lo preguntas!— susurró — ¡Te le has quedado mirando! ¡Te sonrojaste!.

— ve y grítaselo, anda.— dije irritada.

— ¡Hey, tu!—le gritó al chico que me miraba—  ¡HAS HECHO UN MILAGRO! ¡mi mejor amiga no se había quedado mirando a ningún chico NUNCA!, ¡Se ha sonrojado porque la mirabas!, ¡Y NO HAS ACABADO SIN NARIZ!.

Venga ya.

Quería que me tragara la tierra.

Dios, ¿Que te parece si me llevas así súper dramático?.

— angel, ¡¿PODRÍAS CERRAR LA BOCA?!.— dije pateandolo bajo la mesa— ¡ERA SARCASMO!.

"Nada puede salir peor"

Jaaaaaaa, creeme que si se puede empeorar.

Y esto empeoró cuando el chico se acercó a la mesa.

Venga ya, en estos momentos es donde quisiera que mi cáncer me matara de una vez.

— ¿Es eso cierto?— el chico lo dijo directamente para mí, mirándome la cara— ¿De verdad logré hacer lo que quería?.

—desgraciadamente, si.—dije ya roja como un tomate.

Nuestro último atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora