Capítulo 32. Campamento (parte 1)

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Narrado por Nicolás.

Los días han sido simples y fáciles, como un parpadeo. Fueron días que pasaron en un abrir y cerrar de ojos. No ha pasado nada que merezca la pena contar, no tuve más problemas después de todo ese asunto con Mariana y sigo sin tener el conocimiento sobre todo ese tema pero ya he perdido demasiado el interés.

Cualquier cosa que Mariana le haya dicho a Edgar no consiguió ningún efecto en él, así que estoy muy convencido de que no es de importancia. A ella no la he vuelto a ver después de aquel día. Desapareció y eso es lo mejor que me puede pasar. No quiero volver tocar el estúpido tema de Mariana. No vale la pena.

Quiero madurar, necesito madurar. No quiero sufrir un maldito ataque cada vez que Edgar este con alguien más. Necesito dejar de sufrir por estupideces. Me urge dejar de ser tan paranoico. No quiero ser como mi exnovia.

Definitivamente no quiero ser como Brenda; no quiero tener unos asquerosos celos enfermizos, no quiero ser un manipulador, no quiero controlar a la persona que amo, no quiero hacer que me tenga miedo, no quiero ponerle reglas, no quiero ser un histérico. No quiero llegar a esos extremos. Lo último que quiero es convertirme en alguien como ella.

Quiero que Edgar nunca pierda la confianza en mí, que pueda contarme cualquier cosa. Quiero nunca se le olvide que a pesar de todo sigo siendo su mejor amigo. Siempre voy a estar a su lado, sin importar que pase. Edgar es un hombre libre.  

Yo también soy libre, hoy más que nunca soy libre. Ayer terminé la universidad. Ayer finalmente obtuve mi título y no hay mejor sensación en la vida que recibir ese estúpido pedazo de papel que certifica que sabes algo.

Aunque la ceremonia de graduación fue la cosa más horrible del mundo, duró más que la película del Titanic y fue un millón de veces más aburrida. Nunca me han gustado las graduaciones, ni siquiera la mía. Dieron un discurso que parecía eterno y ni siquiera me tomé la gran molestia de escucharlo. Simplemente me dediqué a ver a Edgar, se miraba tan tierno jugando a escondidas en su celular mientras la ceremonia transcurría.

Creo que la fiesta de graduación fue más divertida. No recuerdo nada así que supongo que me divertí. Me emborraché mucho anoche en honor a todas las horas que invertí en la universidad, todas las clases, todos los trabajos, todos los exámenes, los apuntes, los libros, los maestros, todo eso ahora sólo merecía mil tragos.  

Terminé en la casa de Arturo, en el suelo de la sala de Arturo para ser más específicos. Esta mañana desperté con Edgar recargando su cabeza sobre mi hombro y con una horrible resaca que me hizo prometerme no volver a tomar tanto.

Pero en fin, hoy es el día en el que nos iremos de campamento. Así que después de despertar con esa terrible resaca me fui a mi casa para recuperarme un poco y estar listo para el campamento. Todos han estado esperando este día con ansias y yo realmente no sé qué esperar. Seremos cinco hombres solos en el bosque. ¿Qué puede salir mal?

Definitivamente un millón de cosas pueden salir mal, nunca he sido muy amigo de la naturaleza, le tengo fobia a los insectos. No me gusta la tierra porque en ella hay insectos, no me gustan los arboles porque en ellos hay insectos, así que el bosque no es algo que me encante. Pero va a estar Edgar y Edgar me encanta.

Edgar me encanta y por eso ahora estoy en mi habitación, metiendo todo lo que voy a llevar en una gran mochila. Sólo he ido a acampar un par de veces cuando era un niño y los recuerdos de aquellas veces no son nada lindos. Por eso ahora me tomo un largo tiempo asegurándome de meter en la mochila todo lo que necesite. Verificando una y otra vez que llevo el repelente de mosquitos.

Arturo pasará por cada uno de nosotros en la minivan de sus padres y me imagino que no debe tardar en llegar por mí. Son las tres de la tarde, me siento ansioso, odio el bosque pero amo a Edgar. Espero poder pasar tiempo a solas con él no quiero estar todo el tiempo fingiendo que sólo soy su amigo, espero poder besarlo, robarle un par de besos sin que nadie se dé cuenta. Eso sería entretenido.

Vaso rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora