La charla con Jimin se extendió muchos minutos, fue en este periodo en el que le fui contando varias cosas, la primera vez que lo vi, partes de la historia que no conocía, parecía como si algo que siempre estuvo frente a él podía esclarecerse, su rostro con aquellos ojos más grande de lo común, aun así, veía la clara duda, por qué estábamos allí, solos.
— Quiero que quites la tela de los cuadros que hay en esta habitación.
— ¿No es ilegal? Digo... estamos en una zona restringida... — podía ver la clara duda de hacer aquello a lo que reí, negando suavemente con mi cabeza. — En ese caso...permiso...
Espere impaciente para este momento, notando como la tela se deslizaba suavemente por el cuadro que estaba frente a nosotros, escuchando aquel sonido que denotaba la sorpresa ajena, sin meditar y extasiado por poder liberarme de este peso me acerque a él.
— Llevan años guardando polvo en el loof que compré para guardarlos, este es uno de los primeros...nunca fui capaz de entregártelo.
— Tae...dios, es hermoso ¿de cuándo fue esto?
— Sinceramente no recuerdo mucho ya, pero sé que es de la universidad, estabas en ese taller de danza contemporánea e hice el boceto, poco después lo pinté.
El cuadro frente a nosotros mostraba un Jimin bailando, algo que no veía hace unos años ya, llevaba la malla que solía ser entallada pero elástica para permitirle hacer los movimientos libremente, era de color negro pero en el cuadro estaba de un aterciopelado con destellos entre verdes y morados, dándole la sensación de ser holográfico, el cabello rubio parecía como si fueran rayos de sol, se notaba de inmediato que era la pieza central de la pintura, el detalle era mayor que los de su alrededor que solo parecían sombras o manchas con forma de algo.
La emoción en Jimin era palpable, tocaba con cuidado el papel de esta, mirando contantemente la firma que había en una esquina de la pintura, seguramente aun procesando todo de una manera.
— Sigue, aún hay más, este cuarto está lleno de sorpresas, al menos esta parte. —los ojos de mi compañero brillaron y empezó a ir de un lado a otro sacando las telas, me hacía feliz, de una manera muy emotiva, me hacía feliz el poder verle con aquel brillo que había perdido semanas atrás, no deseaba quitársela, pero en algún momento demostraría su curiosidad de porque le había traído a un lugar tan apartado— Espera, quiero sacar la tela de ese contigo.
— ¿Tiene algo especial?
No sabes lo especial que estaba siendo todo esto, incluso sin las pinturas de por medio.
— Por supuesto, ¿no recuerdas lo que decían las noticias y mi discurso al inicio?
— Perdón, la emoción podía más que mi razonamiento en ese momento.
Rei y asentí, lo entendía, estuvo transmitiendo de eso apenas tuvo ánimos. Fui junto a él y tome al mismo tiempo que Jimin la tela bajándola cuando escuche el tres de aquella cuenta que hizo, y supe que había elegido la correcta, cuando vi su reacción, como se tapó la boca y sus ojos soltaron lagrimas que parecían estar contenidas durante más de un rato.
Frente a nosotros se erguía un retrato de ambos, en donde mi yo de la pintura tenía apretadas las mejillas de un Jimin con el cabello castaño, una de las pocas veces que lo tuvo de aquel color, la mera mirada de esta desbordaba muchas emociones, muchas de las cuales yo conocía.
— ¿Qu-qué está pasando? ¿por qué estoy llorando Tae?
Lo abrace y no le dije nada, simplemente lo mantuve firme mientras dejaba que llorara, como si se hubiera dado cuenta de algo que aún no le decía y quizás así era, quizás en verdad pudo darse cuenta de lo que siempre intente gritar en los vientos de nuestro cuarto, nuestro departamento, en lo que había fallado miserablemente por miedo a perderle dando como resultado que lo perdiera incluso antes de siquiera tenerle.
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La Voz del Melifluo [Vmin]
FanfictionLa vida de un artista no es fácil, la vida de un artista enamorado...tampoco lo es, ¿desde cuándo el amor es un sentimiento fácil? Taehyung lo sabía muy bien, sabía lo que tocaba fondo cada que escuchaba la risa de su musa llenar el departamento en...