Capítulo 1
Varios días después de la muerte de mi tía, no quería asistir a la preparatoria, quería estar sola y meditar por unos días todo aquello que había pasado.
Mis padres murieron de una manera muy extraña, luego mi tía, una señora enferma e incapaz de usar sus pies y caminar, desaparece, y sentía una culpa que me invadía a lo muy profundo, pero no me sentía triste por ello, no sentía deseo ni siquiera de llorar.
Eso era aún más extraño, recuerdo que cuando murió papá y mamá yo no fui capaz de derramar una gota de lágrima, ni de sentirme mal porque no lo volvería a ver jamás.
Yo era una chica fuerte, siempre lo había sido pero eso no implicaba que no me doliera la muerte de mis propios padres.
A partir de ese momento tenía que ser mucho más fuerte porque ya las cosas cambiaban y tenía que mantenerme sola, y aún peor, lidiar con todas las personas que me culpaban por la muerte de mi familia.
Pero eso no era una enorme carga para mí.
Ignorar era mi fuerte.
Entonces fue ahí donde recordé las cosas que había pensado antes de la muerte de mi familia.
«Ojalá se murieran».
«Quisiera que desaparezca y deje de estorbar».
Y fue exactamente lo que pasó con ellos, pero... ¿cómo? ¡Era imposible! Yo no podría hacer tal cosa, ¿cómo diablos? Las cosas sucedieron de tal forma porque así debieron suceder.
Dejé por un momento de pensar en esas barbaridades y decidí salir a tomar algo afuera, para despejarme y dejar de pensar en esas cosas que no podían ser posibles.
Pero no podía dejar de pensar en ello, todo eso me abrumaba muchísimo porque tenía todo el peso de la culpa, aunque tenía claro que obviamente no tenía nada que ver con ello, dentro de mí la había.
Así que me permití quitarme las dudas y poner aprueba todo aquello.
Entré a un Cibercafé y me senté cerca de un ventanal.
—Hola—, una voz dulce resonó en mis oídos —¿En qué le podemos ayudar?
Era una chica muy bella y me pareció a verla visto antes. Su rostro se me familiarizó mucho.
—Amh, una malteada por favor—, pedí con amabilidad.
Verdaderamente tenía la sensación de a ver visto a esta chica antes, y por lo visto ella sintió lo mismo que yo porque su mirada fue chispeante...
Recordé poner aprueba lo de los pensamientos raros, podía comprobarlo con cualquier persona acá, ya que no me importaba porque no conocía a nadie.
«Ojalá muera en este mismo instante aquel señor de la esquina»
Pensé.
No obstante, sucedió; el hombre cayó al suelo, de golpe.
Muerto.
Por mi culpa.
¡Yo lo había hecho con tan solo pensarlo! ¡Era cierto! Yo tenía esa habilidad de poder matar a alguien con tan solo desearlo.
Me quedé estupefacta, asustada, con los ojos como platos. Salí de allí disparada, corriendo como loca, ¡no me lo podía creer!
Me di cuenta de que al momento que salí corriendo, la chica ya volvía con mi malteada en manos, hacia la mesa donde yo estaba ubicada. La chica se paralizó fuertemente, asombrada por mi acción y por supuesto, por el incidente que había ocurrido con aquel señor muerto en aquella esquina.
ESTÁS LEYENDO
SUBORDINATE ©
عشوائي¿Qué harías si con tan solo pensarlo podrías matar a cualquier persona? ¿Que harías si tienes que dejar toda tu vida atrás por pertenecer a algo que no quieres? La muerte de los padres de Eden y la desaparición de su tía (que cuenta como una muert...