Obsesión (Catradora)

Azul Mágico

Tuve la suerte que la enfermera no dejó pasar a Scorpia conmigo a enfermería. En el poco tiempo que estuvimos juntas llegó a exasperarme como nadie en mi vida entera.

Desde ése momento no quise verla más.

Adora, hay algo que me intriga de ti.

No puedo determinar bien aún qué es. Viéndote tan extrovertida, sociable, riéndote con tus amigo... hay algo allí, detrás de ése brillo en tus ojos azul claro, hay algo, algo oscuro, de lo que quiero apoderarme. Quiero que hacer ésa oscuridad mía, quiero hacerte mía, entenderte como nadie.

Porque somos iguales. Aunque no lo parezca. Nadie nos comprende.

Pase el día añorando los recuerdos de la sonrisa de una pequeña niña, con la que prometimos estar juntas el resto de nuestras vidas. Éramos tan pequeñas cuando la vida ya nos había enseñado que debíamos cuidarnos solas.

Seré tu protectora. Yo soy quien te hará feliz, Adora. Me necesitas. Como la princesa que tanto quieres ser, yo seré tu caballero, y alejaré de tu perfecta vida todo lo que te causa dolor. Empezando con ésa directora de mierda de la escuela. No sé porqué la estimas tanto, pero es alguien que te limita.

En día después del "accidente en el baño" elegiste salir con tu hermana y amigo, no te culpo, realmente no te preocupo lo suficiente como para que me llames y está bien, a penas nos "reencontramos" el otro día. Soy realista Adora, sé que no vendrás corriendo a mis brazos.

Tu mala costumbre de publicar tus salidas en las redes me tentó a seguirte, a una distancia prudencial. El parque para una animosa charla y una parada a comer.

Pues bien, aquí estamos en una cadena de comida rápida, creo saber el porqué. Claro, el juguete, de seguro tienes muchas de ésas porquerías en tu habitación. Una niña en un cuerpo de mujer, eso eres.

Cosas que amo de Adora: todavía eres la niña que me abandonó en el orfanato. Lo que me preocupa un poco. Aunque para ser justas. No es tu culpa que a ti te adoptara una pareja de profesores. ¿Quién diría que me cambiaran al mismo colegio? ¿Crees en el destino, Adora? Porque yo sí.

- ¡Catra! Qué coincidencia.