~Amalia~
—Adiós mamá, adiós papá—digo dándoles un beso a cada uno en la mejilla, antes de entrar al taxi.
Hoy es mi primer día en la universidad, y se que será el más duro. En especial porque no soy buena haciendo amigos. Y es que, como podría si desde los 16 años todos los que conozco me hacen las mismas preguntas. ¿acaso quieres arruinar tu vida?¿No quieres encontrar la felicidad?¿Necesita que te presté dinero para que así te pongas la inyección? Esas eran algunas de las preguntas más frecuentes que me hacían las personas cuando me conocían.
Y si se lo preguntaban, no, yo si tengo el dinero suficiente para pagarme la inyección, solo que creo que ese dinero podrá ser mucho más útil que para conseguirme un novio.El taxi se estacionó frente a la entrada de la universidad, le pagó y bajo con mi pequeña mochila.
A diferencia de la mayoría de estudiantes que viven en la residencia o sus alrededores, yo vivo en casa de mis padres, esta queda a media hora en carro y cuarenta minutos en bus, así que no necesito quedarme a vivir aquí.Comienzo a caminar por el campus observando a la gente a mi alrededor, todos se encuentran con la cabeza baja y la vista fija en su muñeca. Ese lugar era en donde se podía ver que cuán compatible eras con otra persona ya que tenía algo parecido a un termómetro en tu muñeca, y para saber cuán compatibles eran debían juntar sus brazos para que allí apareciera el porcentaje de probabilidad que tenías con esa persona.
Y hablando de eso, poco antes de llegar a la puerta de entrada una chica se para frente a mi estirando su brazo.
—Lo siento, yo no tengo la inyección— es lo que le digo a la rubia antes de seguir por mi camino.
— Bueno, nos vemos por allí— dice la chica antes de retirase rápidamente. Lastima, tal vez si se hubiera quedado más tiempo para conversar nos hubiéramos llevado bien.
Cuando era pequeña, hacer amigos era mucho más fácil, solo debía ser amable e iniciar una conversación para lograrlo. Pero cuando cumplí 16 todas aquellas a las que creía mis amigas desaparecieron en el momento que se pusieron la inyección, ya que estaban mucho más ocupadas en encontrar su verdadero amor.
Hace casi tres años que ya no pasaba la tarde en casa de otra persona que no fuera parte de mi familia.Llegue a mi salón, y me senté en uno de los mucho asientos libres. La mayoría de estudiantes que se encontraban allí estaban de caminando de un lado al otro para ver si por allí se encontraba su pareja perfecta.
—Tu muñeca— dice un chico sin ni siquiera regresar a verme. El esta completamente concentrado en ver su muñeca, no le importa conocerme, solo quiere saber si podrá ser feliz conmigo.
—No tengo inyección— es lo que digo, e inmediatamente el chico se retira. No pasan ni 3 segundos cuando ya tengo a otra persona parada frente a mi.
Este será un día largo, muy largo
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La pareja perfecta
Teen FictionPor medio de una inyección puedes encontrar a tu pareja perfecta, esa con la que tendrás una vida llena de felicidad. ¿Pero esto es lo que realmente necesitas para encontrar el amor ? Amalia no quiere ponerse la inyección, porque cree fielmente que...