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El joven de 23 años, se despertó por un ruido el la sala de su departamento, con pereza el pálido se levantó de su comodidad soltando quejidos, este de verdad no quería levantarse.

Camino hasta el baño para revisar su rostro antes de salir, a ver quien molestaba su existencia. El pálido miró por última vez su rostro aún adormilado, se dio una fuerte cachetada pasa ver si despertaba de una vez, lo cual pareció funcionar, en todos su pequeño departamento se escucho un "mierda, joder, mierda".

La persona tras la puerta solo rodó los ojos y volvió a tocar esta con más insistencia, no pasaron ni dos segundos, el dueño abrió.

–¡JODIDA MIERDA MIN YOONGI EN QUE MUNDO VIVES, QUE CREES QUE HORAS SON, TENEMOS UNIVERDAD EN MENOS DE 10 MINUTOS! – gritó aquel desconocido.

–A ver jeongguk, calmate un poco queda media hora para ir a la universidad... – dijo este mirando hacía el reloj mientras a sentía y miraba a su amigo.

Siguió asintiendo por unos segundos más hasta que cayó en cuenta de que faltaban menos de 10 minutos para las clases.

–¡MIERDA!

Jeongguk simplemente se limitó a rodar los ojos y suspirar entrado al departamento de su amigo, era la misma rutina todos los lunes, Yoongi si pre fue muy desorganizado, casi nunca estaba a  tiempo, y eso podría costarle su trabajo un día de estos, si no fuera por qué nadie más quiere cuidar perros cuando no hay clientes, ya lo hubieran despedido.

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Después de aquel inició de mañana, muy caótico por cierto, el pálido y su amigo caminaban por los pasillos de aquella gran universidad, Yoongi que simpre intentaba no llamar la atención se encontraba expuesto, resulta que esta mañana cuando se daba una ducha se había quedado dormido, su amigo jeongguk al notar que se estaba demorando, ingresó al baño donde encontró al pálido con su cabeza pegada a los azulejos del baño, sí, estaba dormido.

Este optó por pegarle una cachetada para hacerlo despertar, dejándole la mejilla roja, parecía un payaso, lo era todos los días pero hoy tenía hasta el maquillaje.

–Joder jeongguk, esa mierda me arde me duele, me esta quemando.

–lo siento hyung, sabe que odio esperar y pierdo muy rápido la paciencia.

–Por eso no tiene novia, o novio.

El menor simplemente se encogió de hombros y asintió, el pelo negro rodó los ojos, ambos al llegar al su salón, tomaron sus asientos para así esperar al profesor de la primera clase.

Yoongi había entrado tarde a la universidad así que estaba en el mismo semestre que jungkook.

A veces solían sentaré juntos, pero jungkook prefería sentarse junto a kim seokjin, para poder "convivir" más con el.

Yoongi solo rodaba los ojos, su amigo era un bipolar.
Y un completo idiota.

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El pequeño duende acabado de despertar caminó hasta la cocina y saludar a sus padres, y preparar el desayuno. El cual consistía de una ensalada de frutas y vallas silvestres.

Luego de eso se alistó para buscar una nueva aventura, sus padres siempre le dicen que tenga cuidado con los humanos, porque son personas malas que me pueden hacer daño.  El duende solo asintió moviendo sus puntiagudas orejas.

El pequeño taehyung se preguntaba en el porqué no viven con los humanos, los duendes tienen varios trucos; como el poder cambiar de forma más específicamente "forma humana", era la más común, los duendes tienes la habilidad de camufalarse y adaptarse en cualquier entorno, sin embargo los cambia formas eran pocos, se reconocían por la marca roja en sus mejillas.

Un pequeño detalle, es que todos los duendes tiene un pequeño tatuaje en sus cuellos, así se diferencian entre las demás especies.

Según la leyenda, esta marca era como el lazo rojo de los humanos, esta debería brillar cuando encontrarás a tu alma gemela.

El pequeño suspiro cansado, tenía 19 años humanos y aún no encontraba a sus alma gemela. el pequeño estaba en un gran lago, sentado en un pequeña piedra que estaba al lado, mirando el paisaje mientras pensaba.

–Hola Tete. – saludó el hada.

–¡Oh, mimi!, ¡hola, pero que haces aquí?!– tomó aire–¡Mimidijistequetufamiliaytuseibanairdecorea!

–¡TAE!, habla más lento cariño, no te entendí nada. –frunció el seño mierando al peli negro.

–Que me mentiste, me dijiste que tu familia y tu se iban a ir de Corea, ayer. – dijo el funde cruzando los brazos enojadado con sus orejistas abajo.

Jimin su amigo, sonrió con ternura, el menor era simplemente tierno, caminó hasta donde el duende, lo tomó de las muñecas y los jaló hasta abrazarlo.

–Lo sé, pero no quería dejarte solo bebé, te extrañaría demasiado, así que decidí quedarme, le prometí a mi familia que nos cuidariamos bebé, te amo y nunca te dejaría– dijo acariciando los cabellos de él duende.

Taehyung abrazó más fuerte al mayor, dejándose acariciar por este, están contento de que su amigo estuviera aquí, el de verdad lo extrañaría mucho, era el único que tenía.

Ambos pasaron corriendo por el bosque jugando, y haciendo desorden por todos este, al igual que taehyung jimin se podía hacer más grande hasta llegar al la altura promedio humana, pero ambos no habían podido dominarlo, sus padres dicen que es con la práctica pero no lo lograban, el hada ni volar podía, sus alas aún eran pequeñas, nada más hacían flotar unos cuantos sentimetros del suelo.

Pero no le daban mucha importancia, ya lo lograrían.

–Mimi, quiero ir a conocer la aldea de los humanos, ¿Quieres ir?.

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Hola, mm soy yo este volví con esta nueva historia, ya casi terminó son mis fresas kim y en cuanto lo haga subiré esta, así que la iré adelantado lo mas que pueda, espero me apoyen y le den mucho amor, o lloro

Gracias por leer 🐾

𝑷𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒐 𝒅𝒖𝒆𝒏𝒅𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora