Quítate de mi camino niño lindo

Llegando al infierno en Tierra

No quería llegar a la casa de mi tía, no estaba preparada para estar con personas todavía, extrañaba a mis padres y como hija única el duelo es peor aún, pero sé que ellos siempre estarán conmigo, pero ¡Diablos!, los necesito bastante.
Bueno creo que no he dicho quién soy, soy Celeste Millar, una chica de 18 años, que acaba de terminar la preparatoria y va en estudiar medicina en una semana, nacida en Nueva Orleans, el lugar más misterioso que conozco, amo toda su historia, extraño estar ahí, después de la muerte de mis padres tengo que venirme a Hell Town, si literalmente iré al infierno en Tierra, es según mi tía, un lugar en Virginia, pero que nombre tan raro para un pueblo, que según también mi tía, es hermoso, pero yo preferiría estar en casa, aunque eso signifique estar sola en casa en la cual ahora no están mis padres, mierda no quiero llorar, ahora estoy en un autobús camino al infierno, me sigue dando curiosidad el nombre, pero bueno, según el chofer falta diez minutos para llegar.
Al llegar a la estación vi a una mujer de mediana estatura, cabello rubio cenizo, ojos azules (mi madre igual era de ojos azules y mi padre de ojos cafés, yo heredé solo eso de mi padre, de resto soy la copia de mi madre) hermosa sonrisa, su tez era blanca, pero no llegando como a un Snow White pero era tersa, a pesar de sus 35 años, ella era menos que mi mamá por cuatro años, se veía bastante bien, sigo si entender cómo siendo tan hermosa nunca se casó.

-¡Hola!- dijo mi tía entusiasmada- ¿Qué tal el viaje?¿Lograste dormir algo?
-Hola tía Nancy- trate de sonar lo mejor posible, pero claramente un mes de la muerte de mis padres todavía es muy poco para mí- largo, pero si logre dormir algo gracias, oye tía- trate de cambiar el tema de conversación para que no notará mi tristeza y nostalgia de casa- ¿por qué el pueblo se llama así?
-Muy buena pregunta, ni yo sé, he estado aquí desde hace años, de hecho tú madre y yo siempre tratábamos de investigar porque se llamaba así, de hecho para que no la extrañes tanto tu cuarto era su anterior cuarto.- dijo mientras me daba una gran sonrisa, la verdad eso me hizo sentir mucho mejor.

La casa por fuera era de color blanco, con un porche que tenía un asiento que tenía la idea de ser un columpio, bastante grande, me gusta porque casi así era mi casa, entrando de frente estaban las escaleras para poder subir al segundo piso, del lado izquierdo estaba la sala que tenía un sofá enorme y dos sofas chiquitos a sus lados y en frente una mesa y al frente de todo eso un televisor enorme, al fondo estaba la cocina y bajo las escaleras un pequeño baño para las visitas.
Subí las escaleras para ir al cuarto y dejar mis maletas y poder ir desempacando un poco, al cabo de una hora de por fin sacar todo, baje y mi tía me tenía preparado cereal con leche.
-Espero esto te ayude- volteo a verme de manera de emoción y no entendía porque.
-Gracias, realmente tenía hambre- dije mientras tomaba la cuchara y empezaba a comer, vi el reloj y vi que eran las 21:30- Wow, el tiempo se fue volando.
-¿Cómo te sientes conforme al hecho de que ya entras a la universidad la siguiente semana?- preguntó interesada.
-No lo sé, creo que entre asustada y emocionada, pero en estos momentos solo pienso en poder dormir- me termino la leche con el cereal- gracias tía, te quiero, nos vemos, descansa.
Ella solo sonrió y yo subí las escaleras cansada y me puse mi Pijamas de Batman, oh yeah Batman rules, me acosté y vi el techo pensando que todo saldría bien y con ese pensamiento me dormí.

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Hola chicos, si una nueva historia, espero que les guste, en la foto ella es Celeste.