My poisoned boy 《Tom Holland》

Heroína

-¿Esa sangre en tu rostro es tuya?- negué seria, aún estaba en shock

Scott iba atrás con nosotros, si no lo sacábamos lo iban a matar, me llegaba a la mente como había cuerpos tirados en la calle, estoy segura que más de uno murió por la fuerte golpisa

-Margo, ¿Estas bien?- dice Scott mientras se hace presión en una cortada que tenía en su brazo

-Si, pero, ¿Tu lo estás?

-Si, Holland es buen doctor- dice con una media sonrisa

Tom tomó mi mano, pero me lastimó, por como me había apretado la mano Kevin
Intente disimular el dolor, pero el se dio cuenta

-¿Que paso amor?, ¿Quien te lo- ni si quiera termino de hablar
-¡Hijo de perra!- le dio un golpe al volante

-Amor, está bien, solo quiero ir a casa y dormir, solo eso- digo mientras me trago el llanto

Tom Holland

Había dejado en la cama a Margot, pensé que hoy sería una noche para nosotros, pero ayer nos arruinó la noche Keyla, y ahora Kevin, mientras curaba la herida de Scott, solo pensaba en cómo le clavaria un cuchillo en la quijada a Kevin, o pensaba en quemarle la cara como lo hice com Becca, lástima que esa perra no murió, quería asesinarlo en ese momento, pero era imposible, tenía que cuidar a Margot y a Scott.

Después de dejar a Scott en su casa, llegue a la cama, solo podía observar como Margot dormía, se veía hermosa, quería besarla pero no quería despertarla, me acosté junto a ella, y sentí tanta tranquilidad, esas pesadillas que tenía de mi padre, desaparecieron esa noche en que Margot y yo unimos nuestros cuerpos, ella es más que mi todo, era un hombre nuevo, y todo gracias a ella.

(...)

Habían pasado tres días, después de toda la locura y la pelea callejera, Mich había venido a mi casa, vino a convencerme de asistir al baile escolar, pero claramente me negué, no tenía ganas de ir, y estaba preocupada por Tom, ya que tenía varios días en que llegaba tarde a casa

-¿Porque tan seria?- dice mientras toma una papa frita del bowl

-¿Yo?- digo confundida

-Heee, pues si, ¿Quien más boba?- tomo otra papa se la metió a la boca

-Tom no ha llegado temprano a dormir, y no tengo idea porque- baje mi mirada

Mich se me quedo viendo por unos segundos y después me esquivó la mirada

-Tal vez tiene trabajo, no seas tan paranoica- alzo y luego bajo sus hombros

-¿Crees que tenga algo que ver con Keyla?- digo incomoda, ya que no quería sonar como una perra celosa

-Mmmm, no- dice tranquila

Ambas nos quedamos calladas

-¿Quieres que- ni si quiera la debe terminar, subi al viejo auto de Mich, y emprendimos el camino para la Zapateria, mientras Mich conducía, yo solo me preguntaba en qué locura estaba haciendo.
Cuando llegue, me paré frente a la Zapateria, y cuando iba a dar un pasa para atrás, Mich me tomo de la mano, eso me impuso para entrar, y resolver mi duda

-Busquemos a esa perra- me susurro Mich mientras buscábamos con la mirada a Keyla

-¡Hola!, ¿Eres Margo?, ¿No?

Le di una media sonrisa, claramente era fingida

-Margot- corregí- ¿Como estas Keyla?

-Bien, ¿Que necesitan?- dice con altanería

Mich estaba a punto de golpear a Keyla, pero la detuve, Dios, ¿Porque me sigue gente que le encanta golpear a los demás?

-Nada, solo creí que Tom estaba ahí- digo cortante

-No, hoy no viene- se giró para irse, y yo estaba dudosa si enfrentarla  o no

-¿Dejaras que vaya?- me susurro Mich

Respire hondo y tome valor para ir tras de ella, la tome del hombro y la gire, me gane una mirada de confusión de su parte

-Quiero que me digas algo, ¿Tom y tu de han vuelto a ver últimamente?- al principio su cara era de confusión, pero después comenzó a sonreír como loca

-¿Porque lo dices?- dice con una enorme sonrisa, lo cual hizo que mi corazón se agrietara

-¡Solo contesta la puta pregunta!- digo bastante alterada, por lo que Mich se acerca

-Solo dormimos un par de veces, fue todo- después de decir eso, dio la media vuelta y se fue.

Pude escuchar como mi corazón se rompió, las lágrimas salieron automáticamente y Mich me llegó al auto.

-Tal vez solo estaba mintiendo

Negue con mi cabeza y mi mirada desorbitada

-Deje mi casa por ir tras el, tenía una familia, un trabajo, una cama tan cómoda, toda la comodidad del mundo, ¿Y todo para que?- deje caer mi cabeza en el asiento

Mis ojos se habían quedado secos, y Mich me tenía harta dándome palabras de aliento que simplemente, no quería  escuchar

-Debes hablar con Tom, resolver esto, está claro que Keyla te está mintiendo

Apreté mis ojos, traté de no herir a Mich, pero me tenía harta

-Mich, cierra la boca y solo llévame al apartamento

Ella asintió, encendió el auto, y permaneció callada todo el camino, al llegar intentó bajarce a acompañarme, pero la detuve, queria estar sola por un rato.

Cuando entre, no vi a Tom, lo cual fue bueno, me dejé caer en el sillón, me sentía tan idiota, sentía un inmenso vacío, Tom y Keyla se habían burlado de mi, solo eso pasaba por mi cabeza, y me hacia sentir un verdadero dolor.

Quería acabar con ese dolor, finalizar con todo, mire las jeringas de Tom, llenas de heroína, y de cierta manera, sentía que me.hablaban

No lo pensé dos veces y me inyecte toda una dosis, y no puedo explicar lo que me hizo, sentir, como una voz interior que me decía que todo estaría bien, me recoste en el sillón, más tranquila, nunca me había sentido tan bien, tan pacífica.
Hasta que la puerta se abrió

-Hola amor- dice Tom mientras deja la llave en el tazón

-Hola- digo con mis ojos cerrados y una gran sonrisa

Note que Tom me comenzó a mirar extraño, pero su cara de confusión cambió, cuando vio la jeringa en el sillón

-¡Mierda!, ¡Margot, Margot!, ¿Que carajo hiciste?- me quería levantar del sillón pero no podía, solo abrí los ojos y lo mire

-Algo que no te importa- me levante pero todo me daba vueltas, y escuchaba a Tom con mucha dificultad

-Amor, ¿Que tomaste?- sus ojos se cristalizaron

-No, no... nose

-Amor, ¿Porque?- dice más tranquilos- ¿Porque te drogaste amor?- note que un par de lagrimas rodaron por su mejilla

-¡Porque me engañaste!, ¡Te odio!- le di un empujón y eso me proboco un fuerte mareo

-¿Que?, amor, ¿Te sientes bien?

Deje de mirarlo y contestarle ya que estaba perdiendo el equilibrio

-¡Amor!, ¿estás bien?

Tom notó que iba a desmayarme, me tomo del brazo y poco a poco me fui desvaneciendo por completo, hasta que todo se tornó oscuro.