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—Jo...joder~

—Extrañé tanto esto —el mayor apenas logró decir, empujando sobre el cuerpo del omega que ahora se encontraba sudado, mojado y muy excitado. —Tan bonito, eres tan bonito, Seokjin —acarició su rostro con delicadeza sin dejar de golpear sus caderas contra los muslos pálidos del contrario.

—Mgh Jae–ah —se sostuvo de sus hombros, con el labio inferior entre sus dientes, apretando sus ojos al volver a sentir ese conjunto emociones dentro de él. —Más, más por favor~

—Como lo desees —apretó la cintura del omega y lo penetró con dureza, admirando como el cuerpo bajo el suyo tembló, sacándole una sonrisa. —Omega.

Algo extraño se removió en el estómago de Seokjin cuando escuchó ser llamado de esa manera, fue como si su lobo estuviera sentado en una esquina dándole la espalda sintiéndose traicionado, molesto.

Jin decidió ignorarlo porque sinceramente, era lo que menos le importaba en ese momento.










—Apestas a ese alfa —las palabras de Yoongi sonaron como un regaño. —No puedo creerlo, es que, ¿Cómo terminaron teniendo sexo?.

—Ni si quiera yo lo sé —dijo con un puchero, evitando la mirada de su amigo. —No me arrepiento pero...creo que Jinnie está molesto conmigo. Pensé que le agradaba pero ayer lo sentí enojado —el omega tenía su puño en pecho acariciando, sintiendo un hueco.

—Bueno, se le pasará. Entenderá que era algo que necesitabas ya.

—No lo necesitaba, simplemente pasó —recalcó por milésima vez.

Unas risas se escucharon a lo lejos, haciendo que los mayores miraran hacia afuera y pudieran notar como Jungkook venía acompañado del adorable alfa de mejillas abultadas. Ellos reían y al parecer el menor hizo una broma pesada al abrir la puerta porque el pelinegro volteó los ojos.

—¡Hola hyungs! —gritó al ver a Seokjin y Yoongi conversando en el escritorio del primero.

—Buenas tardes —saludó el alfa, sonriéndoles a ambos, colorándose del rostro solo un poco al presenciar por segunda vez al omega de lindos ojos felinos y brillante cabello blanco.

—Hola chicos, ¿Qué te trae por aquí, Jimin-ssi? —preguntó Jin, entrelazando sus manos sobre la mesa.

—Jungkook me sugirió venir con él desde temprano, me tatuará. Espero que no sea una molestia para ustedes —terminó con una sonrisa, pero desapareció al escuchar un bufido por parte del perforador, que mantenía su mejilla apoyada en su mano, jugando con algún papel sobre el escritorio, no prestándole realmente atención.

—Claro que no, eres bienvenido.

El alfa interior de Jimin lloriqueaba por la falta de interés, sintiéndose abandonado.

—Ven conmigo Jiminnie, me harás compañía hasta que sunbae llegue —agarró al alfa del brazo y lo arrastró hacia atrás, el azabache apenas pudiendo seguirle el paso.

—Si sigues con esa actitud lo único que vas a hacer es ahuyentarlo —habló el mayor del lugar, viendo de reojo como el peliblanco se sobresaltaba y lo miraba con el ceño fruncido.

—¿De qué hablas?

—A ese alfa se le pinta la cara de rosa al verte y casi puedo ver la cola de su lobo agitarse en emoción. Se que tú también lo notas —se recargó en su lugar con los brazos cruzados. —Y se que te gusta, pero eres demasiado arisco.

Vio al omega voltear los ojos como comúnmente lo hacia, su aura se sintió más apagada, alarmándolo. Acarició su cabello, sus dedos se perdieron en la blanca melena, rascando su cuero cabelludo con delicadeza.

Seoulmates Ink | 𝑁𝑎𝑚𝐽𝑖𝑛 / 𝑇𝑎𝑒𝐾𝑜𝑜𝑘 / 𝐽𝑖𝑚𝑆𝑢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora