ventitre-

2.2K 246 40
                                    


''Su recuerdos se escapan como el agua entre sus dedos. Gotas caen al suelo, y si intenta atraparlas, las demás se escapan.''


Habían pasado algunas semanas; Stiles seguía en su cama, siendo atendido por Deaton y Melissa constantemente, el chico tenía pulso, pero aún así no despertaba. Parecía estar en una especie de coma. 

—Bueno, sigue estable...— Melissa suspiró saliendo de la habitación del castaño. El señor Stilinski bajó la cabeza e hizo una mueca; al menos tenía el consuelo de que su hijo seguía vivo. Sin embargo, no era tan reconfortante, puesto que aunque estuviese vivo, aún así no parecía querer despertar pronto.

—Gracias, Melissa... por todo lo que has hecho.— Noah le dedico una pequeña sonrisa cansada.

—No tienes que agradecer, Noah. Haría de todo por este pequeño, es como mi segundo hijo.— La mujer también le regaló una sonrisa igual de cansada.

Melissa volvió a suspirar y apoyó una de sus manos en el hombro de Noah.

 —Noah... sé que lo que hizo Scott no estuvo bien, ¡Por Dios!, cuando me confesó lo que le habían dicho y hecho a Stiles yo... yo solo pude sentirme triste, enojada y realmente decepcionada de mi propio hijo... Y quiero pedirte perdón, aunque no me corresponda a mi hacerlo...— La voz de Melissa se rompió un poco.— Pero también puedo notar lo arrepentido que se encuentra Scott... puedo escucharlo llorar por las noches, pidiendo perdón hacia la nada. Sé que realmente lo siente y también sé que no cambia las cosas que le hizo a Stiles, pero...— La latina cerró los ojos con fuerza.— Solo espero que puedan perdonarlo. 

El sheriff no dijo nada, solo asintió lentamente.

Dejaría a Stiles decidir si quería perdonar a Scott o no, pero por su parte... El ser padre le había enseñado dos cosas: la primera, como cambiar un pañal sin ensuciarse las manos (aunque para eso habían habido muchos intentos fallidos y desagradables). La segunda, a ser un sobreprotector con su pequeño. Y, con su parte sobreprotectora hablando, no estaba dispuesto a perdonar al que solía ser el mejor amigo de su hijo, no hasta ver que en realidad se lo merecía. 

Le habían hecho tanto daño... demasiado, y eso no iba a ser solucionado con un simple perdón o con algunas palabras bonitas. Requería de hechos y de ver que realmente se arrepentía; cuando el viera esas cosas en Scott, quizás lo pensaría.

Y no solo en Scott, sino que en toda la manada, nadie quedaba libre de culpa.

Al ver a su hijo postrado en la cama, pálido, pero recuperando su color natural lentamente, se prometió que nunca más dejaría que alguien le hiciera daño de esa manera.

—Tienes que despertar, niño. Solo, por favor, abre tus ojos. 


[]


Entro por la ventana, con cuidado de no ser visto. Si alguien lograba verlo, quizás pensaría que era un ladrón y algo y llamarían a la policía... Y ¡sorpresa! el estaba en la casa del sheriff.

Cerró la ventana detrás de él y caminó a paso lento hacia la cama. Hizo una mueca al ver su rostro demacrado y algo golpeado, pero, por suerte, estaba mejorando. Lento, insufriblemente lento, pero al menos era algo.

—Hola, Stiles...

Derek Hale nunca pensó que admitiría eso alguna vez, pero extrañaba al mocoso hiperactivo que era antes. Ese que siempre le llevaba la contraria por cualquier cosa que dijese, el que era extremadamente inteligente... el que estaba enamorado de él.

No podía corresponderle, y lo sentía. Aún estaba un poco dolido por lo de Braeden, aunque no podía culparlo, el no era Scott, no iba a condenarlo por algo que él no había hecho. Todo había sido por obra del nogitsune. 

—Tienes que despertar, idiota. Todos te extrañan.

Se sentó en la cama, al lado del cuerpo del chico.

Hubo unos minutitos de silencio.

—Yo te extraño...

Hace un momento había estado en la mansión Hale, justo en donde había enterrado a su hermana; le había conversado de las cosas que estaban pasando, confesando que realmente la extrañaba y que deseaba que estuviera ahí, con él.

Ahora miraba a Stiles y no quería pasar por eso con él. No quería ir a un cementerio de nuevo, no quería observar una lápida con su nombre... no quería perder a otra persona, no podía perder a otra persona.

Acarició el rostro del chico y sonrió.—Por favor, despierta.— Y luego besó su frente.


Nota de la autora:

Primero: acá en este libro no se perdona a Scott, pq todxs lo odiamos aquí 😾

Segundo: Después de esto Der no puede decir que no le gusta Stiles, o aunque sea que no siente la más mínima cosita por el, ok¿ ok. 

Tercero: Me gusta opinar como lectora en mis propias historias jaksjakda.

Cuarto: No hay un cuarto, pero quería poner cuarto. 






©Ade


Void, void, void |Sterek| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora