Capítulo 43: Seguir Normas No Es Muy Hofferson De Mi Parte

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=Astrid=

Después de los tribunales los recuerdos son borrosos, todo lo que habíamos vivido lo habíamos resumido en unos pocos minutos, pero era más, mucho más. Aunque dudo que al juez le hubiera importado esos detalles que tuvieron tanto impacto en mi vida.

Para cuando me di cuenta observaba un cristal junto a Hipo y los detectives, uno avergonzado por nosotros. Al otro lado del cristal con una sonrisa que no llegaba a sus ojos se encontraba el que le apago la vida a mi madre. Y tenia el descaro de sonreír.

De manera legal no podíamos hacer mucho, el muy desgraciado había pedido un abogado. Yo sabia que solo podía ver su reflejo, aun así quise romperle la sonrisita cuando ladeo la cabeza mirando exactamente donde me encontraba de pie.

—¿No podemos hacer nada?—pregunté impaciente

—Pidió un abogado, por muy cruel que suene esta en su derecho—me contestó Cruz

Movía mi pierna ansiosa, no podía quedarme de pie ahí sin hacer nada, no había llegado hasta ahí para cruzarme de brazos y mirar un cristal mientras él se burla de mí.

Hipo me tomó de la mano mirándome de reojo, adivinando lo que sea que se me pasara por la cabeza. Siendo sincera ni yo misma sabia que pensaba, solo quería acabar con esto, y con preferencia quería terminarlo yo misma.

Así que eso hice...

Salí de la sala y me adentre con rapidez a la sala de interrogatorios. Apoyé mi espalda en la puerta con el corazón golpeándome contra las costillas y al verlo tan tranquilo, sin peso de conciencia la garganta me ardió de la rabia.

Escuché el forcejeo de la manilla al otro lado de la puerta, pero mi mano se deslizó poniendo el pestillo.

Canaán me observó con una sonrisa ladina para nada sorprendido.

Sabía que mis padres no eran del todo inocentes, había creado de alguna forma una bomba. Pero yo quería saber el porque detonó, tambien conocer su origen, no una suposición de ella.

Para eso habia que sacarle la verdad y tenia el incomodo presentimiento que solo hablaría conmigo.

Esa era otra pregunta a mi listado.

—De nuevo caes por un Hofferson—lo provoqué con una tranquilidad que me sorprendió—. Parece hereditario

—Y mi condena eterna, en mi opinión

Vacilé un momento antes de dar un paso, con la mirada clavada en su rostro perfectamente operado.

—Destruiste familias, vidas, a mí, quiero saber él por qué

—Tus padres son monstruos—dijo simplemente recostandose en la silla

Por una extraña razón sabia que no me haría daño, con eso en cuenta arrastré la silla frente a la mesa y me senté imitandolo.

—Eso no quire decir que querían serlo, en cambio tú, te transformaste en uno ¿qué es peor?

Él se recargó en la mesa.

—Ambos sabemos el porqué, ellos me hicieron caer y yo me transforme, ¿cómo decirlo? ¿En su karma?—y la forma burlesca en que lo dijo, como si nada le importara, me daban ganas de hacer acciones no muy moralmente aceptadas

—Cavando tu propia tumba en el proceso, es un precio muy alto ¿no crees?—dije pensando en su familia

Dando en la fibra correcta, su mirada se endureció y su quijada se tensó drásticamente. Ahora esas arrugas en los ojos por tanto sonreír ya no le servían para dar un aura amigable.

Un Misterio en BerkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora