E Y E S .

C U A T R O

 

Este día simplemente no se olvida. Es como si supieras miles de cosas pero todas ellas se remitieron a una persona.

 

 

A la mañana siguiente me encontraba enfermo, según reporte al laboratorio. Corrí desde el momento en que abrí los ojos para estar en un horario recomendable en aquella cafetería que posiblemente resguardaba a ojos verdes.

Llevaba posiblemente tres horas en el local. Nadie había entrado por esa puerta con una estatura como la de él. Nadie. Y mientras lo esperaba intentaba leer un libro de física cuántica y a momentos observaba cada parte del local. Un al parecer “reconocimiento” llamo mi atención pues el artículo se titulaba “El tercer ojo” y era de una revista de alta gama, hablando respecto a sus investigaciones científicas. Que bajo habían caído, pensé.

 

Me rendí después de mediodía. Después de seis tazas de café.  Era el único ahí y por tanto preferí marcharme al consuelo de mi laboratorio.

¡Necesitamos una especie de origen! Estaba escrito en el vidrio donde Niall al parecer trabajo toda una mañana con el objetivo de llenarlo. Cientos de nombres estaban escritos. Fui al criadero donde diferentes animales con PAX6 dormitaban y esperaban tal cual conejillo de Indias. Tome un conejo normal y lo lleve en brazos por todo un recorrido en el laboratorio, observaba las imágenes que tengo desde que comencé el proyecto de crear un ojo al animal que no lo tenga. Todo esto demostraría que cualquier persona con un IQ avanzado a límites exquisitos tendría la calidad de diseñar a un ser humano (posiblemente) perfecto y no un dios invisible.

Coloque al animalito en una jaula. Y me lleve una verdadera sorpresa al ver a Niall Horan salir del baño.

-¿Qué haces aquí?- pregunte.

-Emm ¿gano calificación para mi primer grado?- me dijo sínicamente y comenzó a caminar hacia su pizarra donde continuo escribiendo sin importarle mi mirada que de un momento a otro se topó con las impresiones de aquellos ojos esmeraldas.

- ¿Qué tal si buscas y no encuentras nada?- le dije a mi rubio amigo. No me refería a su búsqueda científica, si no a la mía, en busca de Harry.

-Buscar y no encontrar también es progreso.- dijo mientras colocaba líquido aceitoso en varias pruebas.

Yo solo lo mire pues su respuesta me fue inesperada. El volvió la vista a mí y su ceño se arrugo para después continuar con su búsqueda.

**

Después de un rato me retire del laboratorio más temprano que de costumbre. Algo me decía que no me tenía que rendir al primer instante.

Iba en tren, la luz a veces era disuelta por los túneles que se crearon, los cuales se conectan cada vez que comienza una estación. Estos te indicaban unos momentos de la luz natural y la llegada de (posiblemente) tu estación.

No dejaría a Niall solo en el experimento. Así que en mi lista llevaba por lo menos ciento cincuenta cadenas, cada una inservible. Cansado de intentar hacer algo que a estas alturas parecía una total locura, mire hacia la puerta que estaba a un lado mío, un vidrio en medio de esa puerta metálica tan rayado como quisiese. Y entonces uno de esos rayones llamo mi atención completamente. Lo que parecía ser un símbolo del cual no recordaba su nombre sufrió una total reflexión. Ahora que lo puedo analizar ¿cómo fue posible?