–Hola, mi nombre es Snow y soy un chico de primero de secundaria al que le gusta leer.
*Va caminando*
Odio tanto a mis compañeros....Esto es un infierno. Pero solo me quedo porque en la biblioteca hay muy buenos libros...
*Choca*
–Oh. Lo siento.
–No hay problema. *Sigue caminando*.
–Este chico....¿Será de primaria? *Se queda mirándolo*
–*Se va a la biblioteca*
Este es el único lugar dónde puedo estar en paz. La biblioteca es como mi segundo hogar.
–*Agarra un libro*
Este se ve bien. *Se sienta y comienza a leerlo*.
Aveces las maestras me dicen que soy muy reservado porque estoy siempre aquí. Incluso vengo en los recreos. Rara vez bajo al patio o subo a la azotea a comer...
–*Entra alguien*
–Ay...es esa chica tan molesta otra vez. Siempre se la pasa buscando atención, seguro se pondrá a llorar ahora... *Se va caminando*
–*Va detrás de él*¡Oye, tú! ¿¡Qué te pasa!? ¿¡Eh!?
¡¡¡Qué tóxico eres!!!–Cállate, maldita castrosa. *Le cierra la puerta en la cara*.
–¡¡¡Oye!!!
–*Se va caminando* La odio como todos los que van conmigo. Son tan estúpidos e insoportables...
–*Camina hacia él* ¿Vienes de la biblioteca?
–Sí.
–¿Hay alguien?
–Sí.
–¿Quién es?
–Una chica de mi grupo.
–*Entre abre la puerta*
Ah, es ella. *La cierra* Entonces no.
Me cae mal. Es muy castrosa.
–Lo es.
–Me siento mal por ti.
–¿Por?
–Porque siempre tienes que aguantarla.
–Siempre la ignoro.
–Eres listo, chico.
–Gracias.
–¿Eh? ¿Gracias?
–Sí. Me estás alagando.
–No. Lo digo porque creo que es verdad.
–Eres alguien que dice lo que cree aunque no lo sea.
–Quizá. Pero lo percibo.
–Ya veo.
–¿Es verdad que no lo eres?
–Solo tengo buenas calificaciones.
–Eso es algo que lo puede decir.
–Supongo.
–Oh. Por cierto, me llamo Leon. Soy de segundo. Todos me llaman "hemorroide" porque soy emo. Pero me gustaría que me llamaran Angel of darkness.
–Angel of darkness....Mucho gusto, Angel. Me llamo Snow. Voy en primero.
–Un gusto.
–Oye...
–¿Qué sucede?
–Dices que te gustaría que te llamaran Angel of darkness porque nadie lo hace. ¿Cierto?
–Sí, me suele pasar mucho eso. Supongo que es porque no siempre pasa lo que uno quiere.
–Es verdad...
–Tú quieres algo, pero los demás toman las decisiones y dicen: nanay. Pero a pesar de eso yo hago lo que quiero.
–Yo también.
–¿Vienes mucho a la biblioteca?
–Sí. Todos los días.
–Oh, qué genial. Ojalá yo tuviera todo ese tiempo para venir. De hecho lo hacía todos los días cuando estaba en primero como tú.
–¿Casi no tienes tiempo libre?
–No, tengo mucho trabajo y tareas.
–Ya veo.
–Oye...
–¿Umm?
–Tú y yo somos parecidos, ¿no lo crees?
–Probablemente. No lo digo solo porque sí.
–¿Lo ves?
–*Se queda mirándolo*
–Ah...Perdón. Sé que soy miedo. Lo siento.
–No, no me das miedo.
–Me alegro.