Cereza Y Pistacho

Mi Esperanza

Aquello que busca y anhela es la esperanza y aquella luz que no puede encontrar. 

A penas era un pequeño niño el cual tubo que sufrir abusos hacia su persona.

¿Que error había cometido?

Claro, solo ser un pequeño niño inocente.

El peli-verde vio a su mama tomada y a su padre pegándole, no quería ver, no quería escuchar hací que salio de su casa escapándose.

Se encontró con un parqué y decidió sentarse en una banca, ya no aguantaba su mundo, nada de el.

Sintió una presencia, no quería levantar la cabeza sabiendo con quien se encontraría, sus tres agresores, Hiroto Tatsuya, Hiroto Kira y Suzuno Fuusuke.

—Levantate estupido—dijo aquel peli-blanco

No quería hacerlo, por nada del mundo quería hacerlo, no quería que esos chicos le volvieran a pegar y se burlaran de el.

Tatsuya le jalo el pelo a Midorikawa haciendo que los vieran, Midorikawa temblaba y lloraba de miedo y eso le gustaba a los agresores.

El miedo.

—Tatsuya, Hiroto, Suzuno ¿que están haciendo —pregunto la adulta claramente enojada

—hermana/Hiromiko—dijeron asustados

—uno claramente se daría cuenta que están abusando de un niño—dijo otro niño peli-rojo con cabeza de tulipán recargándose en la pared

—estan castigados —dijo Hitomiko seria

Los abusones se fueron corriendo mientras el niño y la señora sentaban su atención a aquel niño peli-verde, el cual todavía tenia miedo.

Hitomiko le dio un dulce al chico y aquel peli-rojo sonrió contento.

—¿como te llamas?—pregunto la señora

—yo me llamo Nagumo Haruya ¿y tu?—pregunto emocionado

El celular de Hitomiko comenzó a sonar, ella contesto y puso una cara cansada.

—te vas—afirmo Nagumo—no te preocupes yo le cuido—dijo Nagumo sonriendo

—¿y si te pasa algo?—pregunto Hitomiko preocupada

—no me importa, hoy me voy ¿verdad?, are tiempo—dijo Nagumo sonriendo 

—te veo en casa—dijo Hitomiko sonriendo

Hitomiko se fue y Nagumo sonrió mas contento.

—¿y bien?—pregunto Nagumo

—.....—Midorikawa se mantenía callado y Nagumo lo jalo

—¿Quieres helado? —pregunto 

Midorikawa no daba respuesta, nunca en su vida a comido helado por obvias razones.

—uno de cereza y otro de pistache—pidio Nagumo

—claro Nagumo—dijo la heladera muy contenta—¿quien es tu amigo?—pregunto curiosa

—no se como se llama—dijo Nagumo pagándole

—¿bueno?, que tengas un bonito dia—dijo dándole los helados

Nagumo le ofreció el helado a Midorikawa el cual se preguntaba que era esa cosa con cono y hielo de color encima, ¿ese era el famoso helado?.

—¿cual quieres? —pregunto Nagumo