Tenías los pedazos de mi alma en tus manos, te me quedaste viendo sin saber qué hacer con ellos.
Levantaste la mirada y al aire los echaste a volar, al hacerlo vi que varios cuervos se lanzaron al cielo como rayos negros.
Y hubo una explosión en el firmamento cuando apagaron la luz del sol.
Los humanos nos quedamos sordos, sin aliento, pálidos y descompuestos.
Una lluvia sepia nos mojó, rastros de mi cayeron y me sentí desnudo, con el cerebro discapacitado y mudo.
Se quedó a oscuras el mundo, con maremotos desbordados, huracanes arrasando mares, terremotos arrumbando las ciudades.
¿Qué hiciste? ¿Porque quemaste lo vivido? ¿Porque hundiste tú acero en el planeta tierra?
Mirabas con un odio que traspasaba y tu pupila heria al sólo contemplarla.
Desafíabas al universo demostrando aberración acumulada por dentro.
Con agilidad de un felino tomaste un rayo y lo doblaste formando una corona para hacerte reina y apacientar las sierpes qué agresivas se movían en tus sienes.
Al verte imponente te asemejabas a una diosa parida por el mal, enorme pero hermosa.
Respiraste profundo y no te importó, que se paró el mundo, la vida se congelaba y la humanidad en un momento se evaporaba.
Soberbia te paraste frente a mí, tus ojos al rojo vivo se incrustaron en los míos, aspiraste mis sentidos y te llevaste lo que tenía escondido.
Parecías loba saboreando mi boca, tratando de llevarte mi última gota.
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Y teniendo tus manos hundidas en mi pecho para sacar y comerte el que siempre te adoro y nunca te dejo.
El que abandonó su vida y te la dio sin pensar en su familia.
Te miré tristemente y me deje consumir de la cabeza a los pies.
Agitada con ojos desorbitados y la boca manchada de sangre, fue la imagen viva que grabe y al otro lado me lleve.
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Y así cómo brilla el fulgor del relámpago de un extremo a otro en el cielo, cuando estalla anunciando su poder así se fue nuestro amor.
Y lamentablemente nuestro mundo se acabó.
León
29 marzo 21. 10:18 PM
Al terminar de escribir esto y leerlo algo nace, como un fuego que quiere ser incontrolable.
