El amor llega sin buscarlo y sin esperarlo, tomándote por sorpresa y derribando todas tus barreras. Es la única cosa que puede lastimarnos hasta sentir que morimos, pero solo así sabemos que estamos vivos.
Carla y Samuel se enamoraron sin darse cuen...
Antes de iniciar capítulo les dejaré este Playlist con el que yo lo escribí para poder entrar mejor a narrar lo que ocurría.
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POV SAMUEL
El coche de la marquesa se detuvo en la puerta del edificio en el que vivo. Sin perder un instante, bajé a toda velocidad del auto y subí los escalones de dos en dos para llegar más rápido al departamento. Sentía el pecho apretado por el parte que nos había entregado el médico respecto a Carla, pero algo dentro de mí tenía la fe intacta en que ella saldría de esta, porque es fuerte y valiente.
Rebusqué todas las pruebas que tenía escondidas y las apilé en la misma caja que me había entregado aquella noche el investigador de la madre de Carla, la guardé en mi mochila junto con mi ordenador y un poco de ropa. Como sé que Valerio tiene sus propias llaves, no me molesté en preocuparme por él en este momento. De seguro más tarde llegaría junto con Lu, que luego de lo sucedido con Carla y de lo que el imbécil de Yeray develó de su relación, debe sentirse peor que nunca.
Cerré la puerta y bajé con la misma velocidad. En menos de diez minutos ya estaba de vuelta en el auto y completamente listo para dar la última batalla por Carla, por la memoria de Marina, mi sobrino, mi hermano y los demás afectados.
-¿Preparado? –Pregunta Beatriz mirándome directamente a los ojos y asiento sin ningún atisbo de duda. Sin embargo, de su parte percibo un poco de cansancio y temor, pero logra ocultarlos bien, justo como Carla.
-Ella se parece mucho a ti –le digo sacándola de sus pensamientos.
-¿Cómo has dicho? –se gira un poco para verme.
-Carla y tú hacéis los mismos gestos cuando queréis disimular u ocultar algo –la marquesa sonríe levemente y me mira con cariño– por más difícil que esté la situación, siempre os mantenéis serenas y altivas, es impresionante cómo podéis conteneros y guardar las apariencias.
-Años de experiencia –agrega y con la mano hace un gesto para restarle importancia.
-También fruncen el entrecejo igual, se les forma una pequeña arruga en la nariz y las manos, las movéis igual –aunque el momento no es propicio para hacer este tipo de apreciaciones, sí es necesario despejarnos, para poder tener la mente fría respecto a las desiciones que debemos tomar.
-No había caído en cuenta que tenemos tantas similitudes –confiesa bastante sorprendida y luego suspira– te prometo que vamos a lograrlo –dice de repente y asiento con convicción, pues también lo creo.
-Con Lu y Valerio hemos estado analizando algunas cosas, ellos han sido muy importantes –la marquesa asiente y se queda pensando unos instantes.
-Necesito hacerle una llamada a Montesinos antes de que nos sentemos, así que Mireya te preparará algo de cenar –me silencia con la mano cuando estaba a punto de negarme, porque lo que menos tengo en este momento es apetito– no acepto un no por respuesta. Tienes que comer para poder ocupar todas las energías en esta misión que tenemos –ordena y acepto a regañadientes, generando que ella sonría de medio lado.
