CAP 1. Diosa del Hilo Rojo

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Me despierto de mi hermoso sueño gracias a los ruidosos gritos de mi hermana.

一¡Despierta ya! ¡Que hay que ir a trabajar! 一se acerca e intenta levantarme de la cama.

ーUnos minutos más ーcontinuo durmiendoー. Nadie va a separarse por solo unos minutos.

Aunque tengo los ojos cerrados puedo imaginarme a Mélie rodando los ojos mientras suspira.

De repente escucho otro golpe en mi habitación, y ya me supongo quién es.

ー¡Adel! ¡A despertaaaaaaaar! ーnoto un peso aplastándome y abro los ojos de golpe.

Este encima mío es mi hermano mayor, sí, hermano mayor aunque no lo parezca. Tiene 2 años más que yo mientras que Mélie tiene 11 años menos.

ーApártate Luke ーle empujo con toda mi fuerza hasta que cede y se baja de la camaー. Mélie vayámonos a desayunar, ya vendrá cuando quiera y tenga hambre.

Se marcharon mientras que yo me dirijo al baño para asearme.

Unos minutos después me reúno con mis hermanos que están hablando tranquilamente en el comedor. Desayunamos como siempre y nos dirigimos al lugar destinado.

Es un bosque lleno de hilos rojos, azules y rosas. Cada árbol tiene hilos de un color que representan las relaciones del destino, es decir, ese hilo une a dos personas que están destinadas a estar juntos.

Yo me encargo de los hilos rojos, por lo que los humanos a veces me llaman Diosa de los Hilos Rojos. Mi trabajo es asegurar que todo funcione bien, que ningún hilo se enrede o se rompa (excepto en casos especiales que es necesario) y a veces me gusta ayudar a las personas a que estén juntas, como Cupido. Creo que así es como le llaman.

Así es como me paso todos los días viendo las aventuras amorosas de más de millones de personas, que no lo niego, es como ver una telenovela con mucho drama y final feliz.

Me separo de mis hermanos y voy hacia los árboles que tienen mis hilos. Los hilos se mueven libremente al compás del viento que es mi aliado, se cruzan, se entrelazan y acaban convirtiéndose en un único hilo que reside al final en la rama del árbol.

Cada hilo que toco me muestra el pasado, el presente y el futuro de ambas personas, es como si en un segundo me convirtiera en esas personas, experimentando lo que viven, sintiendo sus profundos sentimientos o temores y llegando al final de todo.

Sigo mi camino viendo que las cosas funcionan de maravilla y me paro frente al árbol más viejo que se sitúa en el centro del bosque, este árbol mide unos 15 metros y es uno de los portales hacia la Tierra.

Me acerco y toco el tronco del árbol.

ーAdel, Diosa del Hilo Rojo ーen ese momento una luz brillante me rodeaー. A Madrid ーcierro los ojos y me envuelve aquella luz.

Abro los ojos después de unos segundos y aparezco en el lugar habitual, es un hotel dedicado a los Dioses donde puedes encontrar todo tipo de Dios que va a la Tierra para realizar su trabajo o divertirse haciendo turismo.

Nosotros podemos camuflarnos muy bien en el entorno humano ya que nuestra apariencia es igual, solo que nosotros no envejecemos tan rápido como las personas; podríamos tener 100 años y todavía aparentar de 16. Por lo tanto sirve mucho para que nadie descubriera nuestras identidades.

Hay varios hoteles repartidos por todas las partes de la Tierra, por eso básicamente podemos acceder a todo el Planeta. Estos hoteles los controla el Dios de la Riqueza, por algo es de la riqueza ya que le genera muchos ingresos, y se puede decir que es mi tío.

Diosa del Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora