Capítulo 16

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El tiempo pasa corriendo y sino que se lo preguntan a Lali y a Peter, llevan casi dos meses viviendo juntos y si al principio su convivencia fue buena ahora iba mejor que nunca, Peter tenía todas sus cosas en la habitación de invitados pero cada noche se iba a dormir a la de Lali, no habían oficializado su relación, pero prácticamente todos los veían como novios, incluidos ellos.

Peter había mejorado con su lesión, como le avisó el doctor necesitó varios días hasta empezar a caminar pero con rehabilitación y yendo a nadar pudo volver a caminar como siempre, y en todo este proceso estaba la castaña de metro cincuenta, apoyándolo en todo. Él empezó a trabajar en el karaoke y aunque no era su sueño le venía muy bien despejar la mente y más teniendo música a su lado, vio muchos talentos escondidos en su ciudad natal y esperaba que algún día pudiese volver y darles una oportunidad, como él la tuvo.

Era viernes y como cada viernes Lali tenía sesión con Laura, aunque no le gustaba admitirlo tenía cierto favoritismo por esa chica, desde que la conoció, hace más de un año, siente debilidad por ella, tal vez porque de alguna manera se ve reflejada en ella misma hace 10 años. Laura tocó a la puerta y entró, muy sonriente para sorpresa de Lali.

- ¡Hola Lali!- Laura se sienta en su silla y mira hacia Lali sin poder parar de sonreír.

-Buenas tardes Laurita, que feliz estás ¿no? – La adolescente asintió. - ¿Y eso?

-Me animé Lali, me animé. - Lali no entendía y por su ceja levantada Laura fue capaz de comprender que su psicóloga no estaba entendiendo absolutamente nada. - Les conté todo a mis papás, como me aconsejaste.

- ¿Cómo? ¿Todo qué es Laura? - Lali estaba en shock, ¿realmente estaba ocurriendo?

-Mira que eres lenta, ¡pues todo Lali!.- Laura se ríe y Lali no puede creer la felicidad que desprende la chica.- Les he contado todo lo que me estaba pasando en la escuela, por qué necesito tanto tus sesiones y cómo no sé frenar la situación que estoy viviendo. -Emocionada Lali intenta aguantar las lágrimas que quieren descender desde sus ojos.

-Esto es maravilloso Lau, y ¿qué han dicho ellos?

-Pues fue un cúmulo de emociones, al principio se sintieron culpables por no ver lo que pasaba, no paraban de pedirme perdón, pero yo les dije que no era su culpa, ¡ni siquiera es la mía! - Lali asintió, lo que había madurado en este tiempo era increíble. - Pero luego se pusieron felices porque me había animado a contárselo. Están mirando otra escuela para cambiarme y quieren denunciar a la actual por no haber tomado cartas en el asunto.

-Uf Laura. No sabes lo orgullosa que estoy de ti chiquitita. Como has sabido afrontarte a esta situación y hacerlo tan bien. Ay joder, que emoción. - Lali no pudo aguantar hablando formalmente y se le empezaron a caer lágrimas y acto seguido Laura también se emocionó.

-Sabía que no quería pasar por esto más, he visto relatos de gente que pasó por lo mismo que yo y hoy en día no están en este mundo. Y yo – hace una pausa y sopla. - También lo pensé y no lo quiero pensar más, quiero ser feliz Lali. - Y volvió a sonreír, con lágrimas en los ojos pero sonreía, Lali le devolvió la sonrisa, se levantó y la abrazó.

Después de un día largo la chica de metro cincuenta llega a casa aún con todas las emociones a flor de piel, aún no se puede creer todo el progreso de Laura y lo bien que se lo han tomado sus padres y cómo han hecho lo mejor por su hija, aún quedaban esperanzas para esa generación. Pero al entrar a casa ve a Peter corriendo como un niño pequeño y gritando, su felicidad se la contagia a Lali que no entendía nada.

- ¿Y a ti qué te pasa? – Pregunta Lali riéndose, no puede creer lo niño chico que puede llegar a ser. Cuando la ve sale corriendo, la agarra y le empieza a dar vueltas en el aire. Al bajarla la besa, algo muy bueno ha debido ocurrir, piensa Lali.

Llegas tú (LALITER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora