La Princesa Del Demonio [JENSOO]

[𝟯] 𝗧𝗵𝗲 𝗱𝗲𝗮𝗹

—¿U-un trato?— su boca temblaba— ¿Cómo alguien como tú quiere algo de mí? Tú lo dijiste, soy patética.

—Te he observado desde que tu vida comenzó—Jennie se tambaleó y la miró asustada ¿había sido observada?

—N-nunca te vi.

—Nunca dije que me tenías que ver— la chica sonrió, mostrando todos sus dientes blancos y alineados.

Era muy linda para ser aterradora, Jennie pensó.

—Lo sé humana, cualquiera quedaría embelesado ante mí— Jen parpadeó rápidamente un poco asustada por lo que dijo su acompañante.

—¿Q-qué?

—Yo digo, que cualquier humano piensa en lo muy linda que soy para ser aterradora.

—¿Leíste mi mente? ¿Cómo?— La chica volvió a reír con fuerza.

—Dulzura, ser mala no significa que no tenga poder. El mal a veces reina más que el bien.

—Creo que eso es i-imposible.

—¿Imposible?— se acercó a Jennie— Acércate, ayúdame a contar cuantas personas hay en el averno— De sus ojos negros empezó haber una imagen en movimiento de lo que eran las profundidades del infierno, Jennie vio las personas siendo totalmente quemadas, gritando, agonizando eternamente, eran millones de ellas— ¿Crees que hay más en el reino de los cielos?— Jennie negó cabizbaja— Perfecto.

—De todos modos las personas buenas siempre se van y q-quedan los malos— dijo desanimada.

—¡Hay tanta verdad en lo que acabas de decir que me dan náuseas!—respondió a la vez que mordía su uña y sus ojos volvían al profundo negro.

—Sigo sin saber quien eres.

—Oh, cielito, ¿quieres saber quién soy?— Jennie asintió ansiosa por su respuesta.

—Te diré— ella dio unos pasos hacia atrás y alzó sus brazos— Soy Kim Jisoo, reino en las profundidades del infierno y castigo al ser maligno.

Así que ese era su nombre, pensó, muchas preguntas fueron contestadas solo con eso, ya entendía todo sobre su apariencia, ella era una demonio, tembló al verlo de esa manera, se sentía aliviada, pero no del todo, respiró rápidamente al darse cuenta que el aire le faltaba en grandes cantidades, ahora su cabeza seguía en un mar de preguntas, pero trataría de ir lento, aunque estuviera nerviosa. 

—¿Y L-lucifer?—Dijo temblando, tenía entendido que Lucifer era quien reinaba, no sabía que existía una tal Jisoo.

—¿Lucifer? Está ardiendo como todos los demás— respondió con sencillez.

Jennie bajó su cabeza mientras se sentaba en su dura cama, soltó un quejido al recordar las miles de veces que no pudo dormir en ese colchón que era más parecido a una roca. Por otro lado, Jen sentía que su vida daba un vuelta entera iniciando de nuevo ante la presencia de Jisoo, se sentía diferente, tenía una chica que provocaba que todas las personas cayeran en pecado para luego castigarlas mientras ella reina en el averno, según entendió, ya que "demonio" es una palabra poderosa, y en el infierno podían reinar miles de ellos, pero al parecer ella era la que poseía el poder de todo.

—La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza— ella dijo como una melodía, pero por dentro lo decía con un tono burlesco que la castaña notó, ya que le dejó muy en claro, que aquellos pecados, Jisoo podía provocarlos fácilmente— Los siete pecados capitales~ Es una lástima que todas las personas los lleven por dentro de su podrida alma.