STEPFATHER • Wonho +18

•56

La mañana siguiente...
07:50

Estaba... Exhausta. No entendía por qué estaba así, pero me sentía agotada, como si no hubiera dormido en una semana. El cuerpo me pesaba, que hasta me costaba caminar. No sabía ni cómo me había levantado de la cama. Bueno sí, con ayuda de Wonho, que práctica-mente tuvo que tirar de mí para levantarme.

Estaba sentada en una silla de la cocina, sola en esta sala. Había terminado de beberme el Cola Cao, que un poco más y lo vomitaba. Ahora intentaba calmarme un poco, a ver si podía encontrarme mejor. Apoyaba mi cabeza en mis manos y mantenía los ojos cerrados, intentando dejar pasar mi malestar.

-Wonho: Cielo... ¿Estás bien?

Levanté la cabeza al momento e hice como si nada, porque aquí la genia creía que Wonho era tonto o algo.

-____: Sí, sí...

-Wonho: Quédate en casa... —puso las manos en mis hombros —Vas a estar mejor aquí.

-____: Que no... Tengo que presentar un trabajo, Wonho.

-Wonho: Podrás llevar un justificante médico cuando te encuentres mejor, y entonces podrás presentar el trabajo o lo que sea.

-____: Pero puedo ir a clase sin mucho problema. No puedo ir faltando.

-Wonho: ____, no faltarías por gusto. Pon un poco de prioridad a tu salud... —negué con la cabeza.

-____: No hace falta. Venga, vámonos, anda.

-Wonho: Lo que tú digas...

***

-____: Te iré hablando por WhatsApp, ¿vale?

-Wonho: Venga... Si te encuentras peor, llámame al momento.

-____: Vale...

-Wonho: Que te vaya bien la exposición.

-____: Gracias.

Acaricié su carita antes de salir del coche. Me puse mi mochila a la espalda y, antes de irme, me despedí de él.

-____: Chao...

-Wonho: Hasta luego, cielo. Te quiero.

-____: Y yo...

Cerré la puerta del coche y me di media vuelta, camino a clase. Estaba nerviosa, la verdad. Sentía apuro. Me sentía como... Si fuese la rara de allí, la malita. Por suerte iba un poco tarde y no había tanta gente por los pasillos, pues todos estaban en clase. Subí las escaleras hasta el tercer piso, que casi se me salía un pulmón del agotamiento que me suponía. Literalmente me ahogaba. Paré un momento, apoyándome en la pared, para coger un poco de aire. Me sentía bastante ridícula, así que no me demoré mucho y seguí por el pasillo hasta llegar a clase. El profesor aún no estaba, por ello todos los alumnos estaban dispersos, hablando entre sí. Me sentí realmente tonta al no haberme acordado de Jooheon, quien estaba ahí, en su sitio, viendo mi cara de imbécil. Me acerqué nerviosa a mi silla, al lado del chico. Intentaba disimular, pero era bastante ridículo cuando se veía claramente que las manos me temblaban.