LENA el ángel de la muerte || Loki

21. Centro comercial

Unos rayos de sol habían interrumpido el sueño extraño sueño de Lena. Por lo regular solía tener pesadillas o simplemente todo era negro mientras dormía. También su padre se hacía presente en sus sueños. Pero en esta ocasión había tenido un sueño inusual

No tenía relación a nada conocido. De hecho parecía como si fuera un cuento, no quería despertar. La calidez con la que la trataba esa mujer mayor la hacía sentirse reconfortada y en casa. Sin embargo, algo que mencionó esa mujer le hizo dudar si era un sueño o algo más

Tienes que volver, te necesitamos.

Esa mujer de cabello rubio y algo mayor, con un vestido largo y blanco se le hacía conocida.

Ignorando por un momento su sueño, se enfocó en su al rededor y se dió cuenta que Bucky no estaba por ninguna parte. Seguramente se había marchado lejos. Flexionó sus rodillas y apoyó su cabeza en ellas, tenía tantas cosas en su cabeza.

Por un lado estaba su padre y si deber como heredera del infierno, por otro lado estaba el sueño que tuvo, que si bien no quería tomarle tanta importancia se conservaba en su mente dando vueltas a quienes la necesitaban. Otra cosa por supuesto era Bucky, aunque no eran cercanos, le preocupaba su estancia por el mundo ahora que ya no estaba bajo la manipulación de Hydra, sabía que tenía que encontrar el libro a como diera lugar.

También un pensamiento que ocupaba su cabeza era su pasado como asgardiana, Loki, Thor, Odin; sus poderes, como los aprendió y los obtuvo, porque había traicionado a alguien importante. Si las brujas tenían algo importante que decirle aún.

Y por último pero no menos importante, pensaba en sus amigos Los Vengadores. Sabía que les debia tanto pero aún así les ocultaba cosas, los quería, pero no quería lastimarlos.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por unos pasos y unos toques a la puerta.

–Adelante-. Lena levanta la cabeza y ve la cabellera larga de Bucky. Si que estaba sorprendida, entonces no contuvo sus músculos faciales y le mostró una sonrisa, que Bucky devolvió ligeramente

–Me preguntaba que si querías desayunar, las brujas han preparado un festín.

–Si claro-. Aún con su sonrisa en los labios, Lena de un salto se levantó del sueño. Tomando la manta que usó comenzó a doblanrla-. Te levantaste temprano, ¿Eh?

–En realidad no dormí. Pase la noche en vela. A primera hora salí a entrenar y me topé con algunos pueblerinos, les ayudé a traer leña-. Dice Bucky de forma simple viendo cómo Lena acomodaba la habitación.

De hecho lo que dijo fue cierto, solo que omitió un pequeño detalle (o tal vez gran detalle) el cual fue que la vió durante toda la noche dormir. Hubo un punto dónde Lena se volteó hacia Bucky en sueños, dejándole ver su rostro.

Bucky estaba muy asombrado con su belleza, también con la familiaridad con la que lo trataba, lo hacía sentirse apreciado. Pero lo que más le asombraba y admiraba era saber que ella pasó por lo mismo que el y seguía de pie, como si nada hubiera pasado. Y aunque ayer Lena se había abierto ante el, seguía viéndola como una mujer fuerte y feliz.

Ese pensamiento se había intensificado cuando la vio dormir pacíficamente por toda la noche, como veía sus expresiones faciales cambiar a menudo, su entre cejo fruncido, su sonrisa, su pequeño puchero y hasta su expresión serena.

–¿Que haces ahí parado, no vamos a desayunar?-. Lena se planta frente Bucky, sacándolo de sus pensamientos

–Ah si, vamos.

–¿Te agrada este lugar?

–Es tranquilo-. Cómo siempre Bucky contesta con pocas palabras

–Si decides quedarte puedes ser el protector del pueblo-. Ambos llegan al comedor de la casa