2042
Como cada viernes, Ana y Miriam se sentaban con sus hijas en el sofá a cenar pizza y a ver una película. Para las cuatro era el momento perfecto para desconectar, Ana llegaba agotada de la clínica de fisioterapia y Miriam se pasaba varias horas de más trabajando en casa y preparando las clases que impartía en la universidad. Sus hijas ya no eran unas niñas, Mia acababa de empezar segundo de bachillerato y Clara estaba en cuarto de la ESO, por lo que la noche de los viernes las ayudaba a desconectar de los estudios.
Aquella noche, Miriam fue la última en ducharse, así que cuando salió de la habitación que compartía con la canaria, la cena ya había llegado, y mientras sus hijas llevaban vasos y agua al salón, Ana buscaba una película para ver cuando acabasen.
- ¡Mamá, venga, que se enfría la cena! - Dijo Mía desde el sofá.
- Ella, que tiene prisa- Miriam le sonrió a Ana, que miraba con ternura la escena.
- Venga, cada una a su sitio. - Dijo Ana agarrando después a Miriam por la cintura y dejando un beso en su hombro.
La morena se sentó en el suelo a uno de los lados de la mesa, poniéndose Miriam enfrente y sus hijas de cara a la tele. Comenzaron a cenar con la tele de fondo, aunque su hija mayor no les estaba prestando mucha atención, y miraba a sus madres intermitentemente.
- ¿Qué pasa, Mia? - Preguntó Ana.
- ¿Nos quieres contar algo? - Añadió Miriam. - ¿Va todo bien en clase?
- ¿Cómo os conocisteis mamá y tú? - Le soltó a bocajarro.
Miriam casi escupe el agua al ver la cara de Ana al no esperarse esa pregunta por parte de su hija y a su hija pequeña se le iluminaron los ojos al oír a su hermana.
- Cuéntanoslo, mami. - Clara apoyó a su hermana.
-¿Y por qué mami? - Preguntó Miriam fingiendo indignación.
- Bueno, las dos. - Rectificó la pequeña haciéndolas reír.
- Nos presentó la tía Mimi. - Comenzó Miriam, sacando del paso a su mujer, que suspiró aliviada. Se moría de vergüenza en estas situaciones.
- ¿De verdad? -Sus hijas se miraron sorprendidas.
- Pues entonces fue de fiesta fijo. - Dijo Mia haciéndolas reir.
- Con lo que le gusta... - Respondió Clara.
- No digas eso delante de ella si no quieres que te castigue sin ir a su casa una buena temporada. - Le respondió Ana.
- ¿Y qué pasó?
- ¿Por qué tenéis tanto interés de repente? -Inquirió Miriam.
- Porque nunca nos lo habéis contado. -Respondió Mia con obviedad encogiéndose de hombros. - Todas mis amigas saben como se han conocido sus padres.
- Además, no nos vamos a asustar de nada. - Añadió Clara.
- ¿Se lo contamos? - Dijo Miriam mirando a Ana.
- Venga, vale. - Accedió la canaria.
Ana se levantó de su sitio y se colocó entre las piernas de Miriam, que puso las manos en el vientre de su mujer, acariciándolo ante la tierna mirada de sus hijas al verlas.
2017
- Ana, no seas pesada. Revisaste tres veces el bolso. Llevas el tabaco, la cartera, el móvil y las llaves. ¿Qué coño necesitas que no sea eso pa'salir de fiesta?
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Esa
FanfictionLo que parecía una noche de pizza y cine acabó siendo una noche llena de recuerdos. One shot