El sonido del reloj apenas la había dejado dormir, eso y sumando que los últimos días había sido un infierno dentro de su cuerpo.
Todos le habían comentado que lo más difícil eran las últimas semanas, el peso parecía volverse en su contra, sintiéndose una inútil que ya ni siquiera podía ponerse sus zapatillas.
El tiempo había pasado más rápido de lo que creyó, el dolor y la angustia del pasado habían quedado en una esquina, asume también que las personas se iban porque quería y con sus padres era un asunto que ellos jamás podrían entender, y tampoco Luke.
Aunque lo pensó muchas veces en llamarlo, en otra oportunidad, Sara le aconsejo que no valía, si para él sus decisiones eran un error, lo mejor era seguir luchando por sus ideales y todo lo que creía. Meses en donde sus horarios parecían divididos, donde sentía que apenas podía detenerse al anochecer.
Nada era fácil, y en todas esas más de una vez pensó en volver a casa, en pedir perdón, en pedirle misericordia por su hija, pues el miedo de un futuro incierto la dejaba helada.
Pequeños flaqueos nocturnos, le comentaba Sara en las charlas ocasionales. Aunque era de mucha ayuda, parte de Sophia creía que ella ya había hecho demasiado.
Los días estaban marcados y su hija llegaría al cabo de dos semanas, donde en su empleo le habían dado un permiso especial, quedaba alistar el bolso y esperar.
Por aparte miraba el otro lado de su habitación de alquiler, las cajas estaban esperando ser llenadas, todos con un nombre marcado. Había sido suficiente.
Al lado de las cajas conservaba el pasaje, se iría, iniciaría de nuevo, seria todo diferente contaría solo con ella y sabría que podría ser mejor. No le había comentado a nadie planeaba irse, desaparecer de un momento a otro. Era mejor que nadie supiera.
El no volvió una vez, sino que paseo hasta a escondidas de sus padres, buscándola. Aunque lo repaso miles de veces no tenía las palabras justas que pudiesen darle un perdón para todo lo que había hecho en el pasado. Y si conoce a Sophia mantenía firme a su decisión de tener al bebé, quién sabe, pensó durante el último regreso a su ciudad, quizás ya había nacido.
Y ella estaba sola con eso, que no podría manejar. Mierda, el debería estar ayudándola, quizás fue una sucesión de problemas y como decía su madre aquel embrión no había logrado nacer, él debería estar a su lado apoyándola. Y todo lo demás, él debería estar junto a ella porque él quería que fuese así.
Durante los últimos meses el diálogo con sus padres eran más escasos, la "desaparición" de Sophia quedo como si nada, igual que lo que ellos sabían de su relación. Todo era un nada. "¿Por qué no buscas compañía en tu universidad? Te ayudará en lo que sea que te este pasando" Le decía su madre la última vez que paso por su casa, lo consumía la culpa y la depresión, la incertidumbre de no saber nada y la cobardía de no poder enfrentarse a sus padres. Tanto que prefería pasar a escondidas para buscarla.
Sophia se levantó luego de luchar unas horas con su pereza y sus malestar apenas se puso de pie su cabeza empezó a dar vueltas tirándola de nuevo en la cama. Pronto sintió una contracción que la puso de rodillas en el suelo, empezó a ponerse nerviosa, apenas se podía mover, su teléfono estaba del otro lado y no podía alcanzarlo.
Espero unos minutos para volver a la calma, pero apenas intentó levantarse otra contracción le llegó de golpe sintiendo un líquido recorrer sus piernas
- No, no, no, no - Repetía
Se sentía tan lista con todo, pero Brina le demostró que no, paralizada en el suelo con el celular del otro lado y la puerta bajo llave, estaba sola.
Las contracciones se hicieron más fuertes y ella empezó a gritar en busca de auxilio, pero los primeros intentos de sus vecinos fue en vano, todo estaba bajo llave. Con suerte su casero tendría una copia de eso y podría salvarla, pero cada minuto se hacía eterno y el dolor no parecía darle descanso.
Un sudor helado la cubría enteramente, de un segundo a otro ya estaba en el suelo mirando el techo con la vista nublada.
¿Cuantas horas Sophia?
¿Enserio te creias tan fuerte?
¿Enserio creías que el mundo no te comería apenas pisaras la calle sola?
¿Podrías sola? ¿No sabes que eres solo una cosa insignificante?
Sophia... Sophia...
- Sophia, ¿Cómo te sientes?
La voz de Sara la trajo de nuevo a la realidad, se sentía agotada, no recordaba nada solo lo de su departamento.
- ¿Qué pasó?
- Nada, solo que como siempre hiciste una escena - Sonreía- Tu niña se adelantó un poco y estabas encerrada, el casero no tenía teléfono e intervino un cerrajero... Fue un desastre, dejaste mi numero en caso de emergencia, lo cual no me sorprende. Me llamaron creándome una escena de todo eso, lo cual cuando llegue no era tan exagerado - Suspira- En resumen una ambulancia te trajo a las horas pero estabas inconsciente, y tuvieron que hacer una cesárea de emergencia, y estarás adolorida unas semanas, igual te costará volver a la normalidad...
- Vaya... - Apenas podía reaccionar a todo lo que le decía - ¿Mi bebe?
- ¿Cómo decírtelo? Pues... Es la cosa más linda que vi en todo el mundo, quizás te la traigan en unos minutos, esta sana Sophie
Su aire entraba a sus pulmones como una fragancia que parecía darle una calma nueva, era como otra página en un libro que por momentos solo le decían TRAGEDIA.
Apenas dijo eso una enfermera arrastró una cuna con una manta rosa y un cartel en los pies que decía "Brina Luz" Era más pequeña de lo que pensaba cubierta en su pequeña ropa que ella había elegido.
Sara la ayudó a levantarse para sostenerla, y todo paso a ella, solo ella.
Apenas se sintiera mejor ambas se irían, se repetía una y otra vez y eso le daba más seguridad.
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Entre Sangre
Разное✨✨Disponible en físico para argentina✨✨ Luke es el hermano mayor y protector, siempre Sophia a sido su prioridad, pero ¿Que pasa cuando es correspondido un romance entre ambos? ¿Romance o capricho carnal? Ellos tienen que empezar a conocerse, pero a...