Animaniacs

Salvaje

Espero que les guste~

Estaban hablando y riendo entre ellos cuando aquel sujeto se les acercó. Era un toon con apariencia humana y estaban bastante seguros que no pertenecía al estudio. Se les acercó y lo siguiente paso muy rápido. Empezó con insultos, burlas hacia ellos y los menores no tardaron en reaccionar, chillando con enojo y sacando sus mazos, lanzándose sobre el sujeto para intentar golpearlo y callarlo de una vez pero él los esquivo, agarrando de la cola a Wakko y de las orejas a Dot, riendo al verlos retorcerse y luchar para soltarse. Yakko se quedó allí, tieso, por lo que parecieron ser horas pero solo fueron unos segundos. Este tipo estaba agarrando a sus hermanos, los estaba insultando, los estaba lastimando. No pudo evitar el gruñido que retumbó en su interior, una sensación salvaje recorriendo su cuerpo. Mostró los dientes y con otro gruñido, se lanzó sobre aquel sujeto, mordiendo su hombro con toda la fuerza que tenía. Él retrocedió con un grito, soltando a los menores y cayendo de sentón cuando Yakko lo soltó.

-Tú...- el mayor de los Warner se veía salvaje y daba algo de miedo, mostrando sus dientes afilados y ahora manchados de rojo por la mordido a anterior, incluso parecía que su pelaje estaba erizado. -...lárgate- el sujeto no dudo el levantarse lo más rápido posible, corriendo mientras se sujetaba el hombro mordido. Los menores se levantaron y se acercaron rápidamente al mayor, parándose lo más cercar que pudieron y agarrando el pantalón ajeno, sin querer soltarlo. Yakko suspiro, apoyando las manos sobre las cabezas de sus hermanos y empezando a caminar para volver a la torre, subiendo en silencio. Dot y Wakko se sentaron en el sillón mientras Yakko se iba al baño, cepillándose los dientes para sacarse el mal sabor de la boca y yendo hacia sus hermano cuando terminó, sentándose en el medio de ambos. Rodeo los hombros ajenos con sus brazo separa acercarlos a sus costados, sintiendo como se acurrucaban contra él y Yakko se permitió relajarse. Ellos estaba a salvo, justo entre sus brazos, y eso lo hacía sentirse relajado.