La esperanza debida. Capítulo 16. Huir
Bruno y Julia estaban sentados en la mesa junto a sus hijos, que los miraban serios. En afán de distraerlos, llevaron medialunas de la panadería más cara de Londres, pero fue estúpido pensar que eso despejaría de su mente la verdad que les debían. Iris y Blas los recibieron como jueces de tránsito que esperaban una buena explicación para justificar la falta que habían cometido. Julia llevaba una curita en la frente y les contó brevemente el accidente de tránsito, pero los mellizos tampoco permitieron que lo utilicen como excusa por haber pasado la noche juntos. Al ver que su madre estaba en buen estado de salud no hicieron demasiadas preguntas al respecto. Bruno abrió la bolsa de medialunas y comió una, nervioso. No tenía ganas de dar explicaciones y menos a sus hijos. ¡Era ridículo! Los roles se habían invertido. Era más difícil que hablar con Julia y eso que la madre de sus hijos era la mujer más terca que conocía. Terminó la medialuna y agarró otra.
-Bueno, ¿tengo que esperar que termines de desayunar Bruno? - dijo Blas, con impaciencia- Hasta ahora no hemos tocado el tema.
-¿Qué tema, hijo? -murmuró Julia afectuosamente.
-Mami, no te hagas la tonta - dijo Iris, riendo - ¿Están saliendo?
-Eh...-empezó Julia- Yo no lo diría así.
-Entonces, ¿por qué dormiste con mi padre anoche? - cuestionó Blas, cruzado de brazos.
-Baja el tono con tu madre, pendejo- dijo Bruno molesto-
-Dime una cosa, ¿qué hicieron? - repuso, implacable.- Dejen de dar vueltas...queremos explicaciones.
-Esto es el colmo -rezongó Bruno entre la indignación y la risa- Los padres somos nosotros, no ustedes.
-Resulta que el sábado fueron juntos a comprar hielo - intervino Iris -... y sabemos muy bien que pasó algo importante en el trayecto.-Julia no podía creer que fuera tan descarada. Su hija definitivamente estaba rara; hasta su hermano la miraba desconcertado. - ¡Ahora queremos saber! ¿Se besaron o pasó algo más interesante?
-Enana...estás bastante atrevida- dejó salir Blas.
-¿No querías saber que traman estos dos? - reaccionó con fastidio.
-Iris, tu hermano tiene razón - dijo Bruno - Te noto bastante cocorita. ¿Qué te está pasando?
-Estoy perfecta; mejor que nunca, de hecho - hizo una mueca de suficiencia, más propia de Blas.
-Me estás asustando, ¿tienes novio? - Julia le dio una patada debajo de la mesa, para que no mencionara a Peter. "Es lo menos discreto que conozco"
-No, no tengo novio papá - contestó ella, muy tranquila.
-Le gusta alguien - avisó Blas- Pero no quiere contarnos.-la miró sospechosamente- Estás así desde la fiesta, ¿es del Club de Polo ese depravado?- Iris rodó los ojos.
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La esperanza debida (Finalizada)
RomanceUn juego adolescente termina en un forzado matrimonio que dura muy poco. Dieciocho años después, Julia y Bruno se ven obligados a olvidar sus diferencias para hacerle saber a dos personas especiales que la esperanza es lo último que se pierde. (Fina...